Control democrático de las operaciones financieras. Este es el objetivo que plantean abordar Xnet y el Partido X junto a Hervé Falciani, el informático que sacó del banco privado suizo HSBC la mayor lista de evasores fiscales de la historia. Falciani explica que la normativa europea ha liberalizado los sistemas de pago, permitiendo que grandes corporaciones como Apple o Google entren sin una entidad bancaria detrás en un terreno que antes era prácticamente monopolio de PayPal.
“La normativa está pensada para beneficiar los grandes monopolios, pero la estamos hackeando para crear una estructura de control ciudadano”, explica Simona Levi, de Xnet.
Falciani explica que esta medida quita capacidad de control a los gobiernos, y por eso defiende que la ciudadanía organizada debe tomar un papel más relevante. “El poder que tenían los estados de controlar, vigilar y emitir la moneda está pasando a manos de grandes compañías, porque ahora tienen el derecho de hacerlo sin pedir permiso al gobierno local”, asegura el informático. “Tenemos que hacerlo localmente”, dice Falciani, que reivindica que hoy día entender el rol de los servicios financieros se ha hecho tan importante como el de los paraísos fiscales.
Los impulsores de esta idea se inspiran en experiencias ya existentes, como Bitcoin, que es la más conocida, pero también otras con criterios más éticos. “Bitcoin ha acabado siendo una cosa muy especulativa, pero vamos aprender de lo que ha funcionado y lo que no”, explica Levi. Con la tecnología Blockchain, pretenden crear un sistema de pagos de código abierto distribuido y descentralizado, al que se pueda incorporar el pequeño comercio y que escape al control centralizado de grandes corporaciones.
Falciani destaca que con sistemas como PayPal o una tarjeta de débito las grandes compañías tienen el control de todas nuestras transacciones. Levi explica que, en cambio, su proyecto “permite que estas monedas sean anónimas, no se controla a las personas, pero si a los flujos”. Lo plantean como una herramienta para evitar la corrupción y la evasión de impuestos. “El Estado puede saber cuánto ingresa una compañía y cuántos impuestos cobrar”, dice Falciani.
¿Y por qué un planteamiento local? “El mayor poder que tenemos hoy no es tanto el de votar, como el de hacer, apoyar y formar parte de proyectos locales concretos”, asegura Hervé Falciani. En el caso de Barcelona, dónde hay mucha actividad en este sentido, Simona Levi explica que lo ideal sería que el ayuntamiento participara en el impulso de este sistema de pagos. “Esto haría transparente para la ciudadanía cuánto recauda en impuestos o cuánto ingresa vendiendo entradas para un museo”, explica la activista, que añade que en los próximos días hablarán de este proyecto con ayuntamientos, diputados del Parlament y europarlamentarios.