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Los hombres de Pujol vuelven al Parlament

“Hoy hace 25 años que dejé la Generalitat”, ha recordado el que fue secretario general de la Presidencia de Jordi Pujol, Lluís Prenafeta, entre los años 1980 y 1990 en la Comisión de Investigación sobre el Fraude y la Evasión Fiscales y las Prácticas de Corrupción Política. Su comparecencia ha sido algo más animada que la de quien fue consejero de varios gobiernos y departamentos en ese periodo, Macià Alavedra, pero ninguno de los dos ha aportado novedades en la investigación del caso “Pretoria”, un oscuro asunto por el que la Fiscalía Anticorrupción les pide seis años de cárcel y fuertes indemnizaciones, por actuaciones urbanísticas en Santa Coloma de Gramenet, Badalona y Sant Andreu de Llavaneres.

Además de Alavedra y Prenafeta, también han comparecido el exalcalde de Santa Coloma, Bartomeu Muñoz, y el ex-diputado socialista Luis Andrés García, conocido como 'Luigi' para quien la Fiscalía pide la pena más elevada: ocho años de prisión y 22,6 millones de euros de multa. A Alavedra y Prenafeta les solicita siete años de cárcel y multas de 10,3 millones y 13,7 millones, respectivamente. En principio, sólo Luis García ha aceptado todas las preguntas que se le han hecho sobre el caso Pretoria. De todos modos, Alavedra, Prenafeta y Muñoz también han respondido algunas y se han mostrado convencidos de que saldrán bien librados de este trance.

Descartada la esperanza de obtener informaciones interesantes del caso que llevó varios meses a prisión a Alavedra, Prenafeta, Luis García y Bartomeu Muñoz, el interés de la sesión se ha centrado más en el 'flash back' que representaba el retorno del ex-consejero y el ex-secretario general de la Presidencia al ambiente parlamentario. El portavoz socialista, Jordi Terrades, le ha pedido a Lluís Prenafeta si él organizó la invasión del Parlamento de simpatizantes de Jordi Pujol el día de su toma de posesión como presidente coincidiendo con el anuncio de que se le incluía en la querella de Banca Catalana. Terrades ha comparado esa ocupación, durante la que se abucheó y agredió a diputados socialistas, con la condena a tres años de prisión de ocho participantes en la movilización 'Paremos el Parlamento' el 15 de junio de 2011. “¿Un asalto? ¿Donde?”, ha tirado pelotas fuera Prenafeta.

Tanto el ex-secretario general de la Presidencia como el exconsejero Alavedra han mostrado su respeto y aprecio por el hombre que les nombró, Jordi Pujol. Quien ha ido más allá ha sido Prenafeta que nha negado que el ex-presidente de la Generalitat haya cometido ningún delito. El portavoz de ERC, Oriol Amorós, le ha repetido, en dos ocasiones, que Pujol confesó el 25 de agosto pasado que había cometido delito fiscal al haber ocultado dinero en el extranjero durante 34 años, pero Prenafeta no ha rectificado: “Ya se verá si Pujol es culpable”.

Lejos queda aquel día del verano de 1980 en que Jordi Pujol y Lluís Prenafeta entraron juntos al Palau de la Generalitat y el nuevo presidente le dijo a su mano derecha: “Lluís, la Generalitat somos tú y yo”. Prenafeta lo ha recordado con cierto orgullo. Fueron unos años en los que mandaba mucho y por sus manos pasaron todos los dossiers que luego se convirtieron en escándalos, desde las loterías de la Generalitat a la puesta en marcha de Port Aventura, los avales del Gobierno catalán a empresas vinculadas a dirigentes de CiU o la creación del diario ‘El Observador '. Aquel Prenafeta ha reaparecido por unos momentos hoy cuando se ha referido a los periodistas que lo criticaban como 'parásitos' o a José María Mena y Carlos Jiménez Villarejo como 'los fiscales de siempre', pero se ha mordido la lengua cuando el portavoz de Ciudadanos, Carlos Carrizosa, le ha pedido si considera que su encarcelamiento y el de Alavedra formaban parte de un plan contra Cataluña. “Fue desproporcionado y humillante. No me haga decir más cosas porque me calentaré. Usted ya me entiende”.

Un comentario despectivo hacia Miquel Sellarès, convergente crítico con Prenafeta, a quien acusaba de liderar el 'sector de los negocios' del partido, y la sorprendente explicación que es el padrino de la hija mayor de Jordi Pujol Ferrusola pero que no la ha visto en los últimos quince años, han sido alguno de los pocos momentos entretenidos de la reunión de una comisión de investigación que tendrá que esperar la comparecencia del financiero Javier de la Rosa, el próximo lunes, para que el espectáculo vuelva a la sala donde se desarrollan sus sesiones.