Igual que a principios de los años 70 muchos españoles cruzaban la frontera hacia Perpiñán para ver El último tango en París en el Cinéma Castillet, ayer más de un centenar de miembros del colectivo Iaioflautas fueron de excursión a la capital del Rosellón para practicar otra actividad que ahora consideran prohibida en España: manifestarse. Con esta original acción -ellos las llaman travesuras- los iaioflautas protestaron ayer contra la Ley de Seguridad Ciudadana que pretende aprobar el Gobierno español.
“El Gobierno pretende elaborar una ley que recorta los derechos de manifestación de los ciudadanos, pero no por ello dejaremos de protestar”, proclamaron los iaioflautas, así que cruzaron la frontera para poder seguir haciéndolo. Durante toda la mañana recorrieron las calles de Perpiñán con pancartas en castellano, catalán y francés, y se concentraron frente al Ayuntamiento de la localidad, desde donde se dirigieron hacia el consulado español para entregar el manifiesto, aunque se encontraron con que estaba cerrado.
La excursión de los cerca de 120 iaioflautas empezó a las 7 h del sábado en Sabadell -la mayoría de activistas eran de esta ciudad-, con dos autocares llenos. A su llegada a Perpiñán, aseguran que les esperaban una decena de medios franceses, además de algunos colectivos de izquierdas. Durante toda la mañana se pasearon por la ciudad con sus carteles y sus clásicos chalecos reflectantes, y tras concentrarse una media hora frente el consulado dieron por cerrada la manifestación. Entonces -por qué no- hubo tiempo para el turismo, hasta que por la tarde se volvieron a montar en el autocar.