Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

Illa garantiza que la nueva financiación se cumplirá: “Catalunya no quiere ser ni más ni menos que nadie”

Illa, en su discurso de este jueves en el Parlament

Oriol Solé Altimira

Barcelona —

4

Salvador Illa quiere sentar las bases de la Catalunya del futuro con una fórmula del pasado. El president de la Generalitat ha reivindicado los grandes acuerdos parlamentarios que marcaron las legislaturas de Jordi Pujol y ha pedido amplios consensos para los objetivos de su mandato, entre los que ha destacado la mejora de la financiación pactada con ERC. “Catalunya no quiere ser ni más ni menos que nadie”, ha fijado el nuevo jefe del Govern como marco de legislatura.

El president ha comparecido este jueves en el Parlament para dar cuenta de los nombramientos de los consellers y conselleres de su nuevo Govern. Tras el ruido (por motivos distintos) que ha generado el nuevo modelo de financiación en Barcelona, Madrid y el resto de autonomías, Illa ha querido calmar tanto a sus socios independentistas de investidura como a las voces más críticas desde el resto de España con la nueva financiación.

La fórmula hallada por el president para intentar cuadrar el círculo ha sido garantizar que el pacto con ERC se llevará a cabo y que Catalunya mantendrá su solidaridad con las autonomías con menos recursos. “El acuerdo de financiación se cumplirá. Sé que costará, pero se cumplirá”, ha mantenido primero Illa, para a renglón seguido recordar que Catalunya “es solidaria y lo seguirá siendo”.

¿Cómo conseguirlo? La vía de Illa es la de los grandes acuerdos que marcaron el despliegue del estado del bienestar en Catalunya en las legislaturas de Jordi Pujol, cuando convergentes y socialistas, y en ocasiones el PSUC, acordaron temas clave como la inmersión lingüística, el sistema sanitario o las infraestructuras.

“¿No sería mejor pactarlo todas y todos? ¿No sería mejor si pactáramos políticas sanitarias y educativas para los próximos 15 años y comprometernos a que otro Govern tenga una hoja de ruta compartida? ¿No fue así cómo Catalunya progresó en los 80 y los 90?”, ha enfatizado el president, que ha tendido la mano a Junts, CUP y PP además de ERC y Comuns, los dos partidos que facilitaron su investidura.

Illa ha encontrado poca disposición en Junts. Los de Carles Puigdemont han inaugurado con dureza su papel en la oposición, en línea con las complicaciones en las que quieren poner al Gobierno de Pedro Sánchez. El portavoz neoconvergente, Albert Batet, ha acusado al nuevo president de “priorizar la Moncloa al Parlament”.

“Ha preferido irse de vacaciones con Pedro Sánchez a Lanzarote que venir a este Parlament”, ha ahondado Batet contra Illa, que ha instado a Junts a sumarse a los acuerdos amplios “si pretender ser herederos de la tradición de Convergència”, al tiempo que ha afeado las “lecciones de ética” de los neoconvergentes, en una velada referencia a Jordi Pujol. “Junts no es Convergència”, ha replicado Batet.

El PP también ha atacado con contundencia al nuevo Govern. El líder del PP catalán, Alejandro Fernández, ha acusado a Illa de “asumir como propio” el programa de ERC con la financiación. Illa ha tirado de ironía ante la dureza de los dos partidos de derechas: “Me han dicho que soy españolista e independentista, les invitaré a comer para escucharles y saber qué soy”. “Si yo soy algo es catalanista, federalista, socialista y tarradellista y mi intención es ser el primer servidor público de Catalunya”, ha agregado.

También ha querido recordar Illa que desmontará “paciente, pero impecablemente” los discursos de odio, en referencia a los partidos de extrema derecha, Vox y Aliança Catalana, que existen en el Parlament. Esta partida, ha advertido el president, “se juega en los barrios, en sus escuelas, sus calles y sus centros de atención primaria”, por lo que ha reivindicado el nuevo plan de barrios.

El president ha reconocido que tendrá que trabajar para ganarse el apoyo de ERC y Comuns a los presupuestos para 2025. Sin llegar a la dureza de Junts y PP, los dos partidos que facilitaron la investidura de Illa han avanzado que serán exigentes con el nuevo Govern.

“No nos tiemblan las piernas y cuando no compartamos la acción del Govern, nos plantaremos”, ha advertido la jefa de filas de los Comuns, Jéssica Albiach, que ha fijado la ampliación del Aeropuerto de El Prat que defiende Illa como la gran discrepancia con su partido de cara a la legislatura, sin situarla, de momento, como línea roja.

La portavoz de ERC, Marta Vilalta, también ha criticado la ampliación del Aeropuerto y ha advertido al Govern de que los votos republicanos “no están para nada garantizados”, al tiempo que ha exigido al president cumplir los acuerdos “sin excusas”.

Por su lado, la diputada de la CUP Laia Estrada ha vaticinado que no se cumplirá la nueva financiación y que ante las propuestas “conservadoras” del PSC, Illa encontrará estabilidad en Junts. No tardará mucho en saberse quién acierta en sus vaticinios: el Govern quiere intentar cerrar en otoño los presupuestos para que estén en vigor el 1 de enero de 2025.

stats