Hanna Birna Kristjánsdóttir es presidenta de la Junta Ejecutiva de Women in Parliaments (WIP) Global Forum, una organización que fiscaliza los países según la igualdad de género que predican sus parlamentos. Como mujer y política -fue alcaldesa de Reykjavik y también ministra del Interior de su país- lleva años luchando por la igualdad de las mujeres. “Incluso en Islandia, donde hemos conseguido mucho por la igualdad de género, no estamos tan cerca como querríamos. Las mujeres sienten a menudo que son invitadas, no que sea su campo”, apunta. Este miércoles participa como ponente en un seminario sobre el empoderamiento económico de las mujeres organizado por el Parlamento Europeo.
Usted es miembro de Women in Parliaments Global Forum. Según uno de los estudios publicados por WIP nos llevará 47 años conseguir la paridad en los parlamentos. ¿Cuáles son las principales barreras para que las mujeres se involucren en política hoy? uno de los estudios publicados por WIP
Hay muchas, por desgracia demasiadas. Si te fijas en los parlamentos nacionales vemos que solo un 23% de las parlamentarias en el mundo son mujeres y que el 77% son hombres, cosa que nos indica que hay mucho trabajo que hacer aún. Creo que tiene que ver con los valores tradicionales sobre lo que una mujer debe hacer y lo que un hombre debe hacer. La política es todavía mundo de hombres. Si hay mujeres teniendo más responsabilidad en tareas del hogar y familiares asumiéndolas como suyas nunca se conseguirá la igualdad. Este es uno de los obstáculos, el otro es que el ambiente que nos rodea, los valores que tenemos deben cambiar, porque no es solo importante para las mujeres estar en política sino que es mucho más importante para la política que haya mujeres.
¿En qué sentido? ¿Qué implica que haya mujeres en política?
Somos la mitad de la población del mundo y la política ha sido dominada hasta ahora, y de momento parece que poco cambiará, por hombres. Es importante para la democracia y para la sociedad que no haya un género que domine al otro. Estamos en 2017. Cualquier indicador, económico, social...que usamos para valorar la calidad de nuestra sociedad diría que necesitamos tanto a mujeres como hombres. Tener mujeres haciendo política es bueno para la toma de decisiones. Se dice demasiado a menudo que las mujeres deben cambiarse a sí mismas para poder ser activas en política pero esto no es cierto. La realidad es que es la política la que debe cambiar.
El informe Women in decision-making: The role of the new media for increased political participation resalta que la representación de mujeres en el Parlamento Europeo ha crecido en muchos estados miembros. Sin embargo, asegura también el informe, menos progreso se ha hecho en instituciones financieras y judiciales. Por ejemplo, en 2007 sólo el 5% de las representantes del Banco Central Europeo eran mujeres.Women in decision-making: The role of the new media for increased political participation
Sí, es un número que debería golpearnos en la cara. En algunos asuntos las mujeres estan siendo más activas y los números son buenos pero en otros, tradicionalmente más difíciles como finanzas, economía, los hombres son todavía mayoría por goleada. Puedes encontrar mujeres al frente en asuntos como Sanidad, Asuntos Sociales, Igualdad de Género...pero los asuntos que suelen tener más peso en política están dominados por hombres. Por ejemplo si te fijas en ministros de Finanzas la gran mayoría son hombres. Todavía hay quienes creen que estos no son asuntos de mujeres.
Los altos cargos tampoco parece que sean tan accesibles para las mujeres. Por ejemplo, ni el Parlamento Europeo ni la Comisión Europea han tenido nunca en sus respectivas presidencias a una mujer.
Las cifras de mujeres al cargo son bajas en los parlamentos pero van bajando si te fijas en los gobiernos, o en los altos cargos y aún más entre los puestos ministeriales. Esto es importante porque una de las claves del cambio es que las mujeres jóvenes tengan modelos, mujeres referentes. Necesitan ver tantas mujeres como hombres cuando ven por la tele las reuniones de líderes mundiales.
Recientemente el eurodiputado polaco Janusz Korwin-Mikke, miembro de un partido de ultra derecha, dijo ante el pleno del parlamento que las mujeres deberían cobrar menos porque son más débiles, menos inteligentes...¿Dónde están los límites? De momento la Eurocámara ha abierto una investigación. De momento la Eurocámara ha abierto una investigación.
Creo que el hecho que el vídeo sobre su intervención se haya vuelto viral y que la gente se preguntara ¿qué es esto? Es ya un símbolo que la mayoría de gente no piensa así. Seguro que algunos lo piensan pero son una minoría.
¿Cuáles son los países más igualitarios según la composición de sus parlamentos?
Islandia, mi país, ha sido en varias ocasiones el número 1 en términos de igualdad de género pero no solo por la composición de su parlamento. Escandinava y los países nórdicos también están entre los más igualitarios y Ruanda ha progresado mucho en los últimos años.
¿Cuál es el porcentaje de hombres y mujeres en el parlamento de Islandia?
Desde las últimas elecciones [tuvieron lugar a finales del año pasado] la mitad de los parlamentarios son mujeres. Si nos quedamos con la cifra está muy bien pero uno de los problemas en Islandia es que las mujeres abandonan la política antes que los hombres, los datos nos indican que es fácil que entren pero también que salgan. Todavía hay aspectos o campos que deben trabajarse.
¿Por qué pasa eso?
No sienten que sea su lugar porque la política sigue gobernada por leyes que los hombres hicieron hace años. También por ejemplo porque, como se ha demostrado en algunos estudios sobre redes sociales, son atacadas en un modo que los hombres no lo son. Incluso en Islandia, donde hemos conseguido mucho por la igualdad de género, no estamos tan cerca como querríamos. Las mujeres sienten a menudo que son invitadas, no que sea su campo.
¿Se ha sentido nunca cuestionada como política por el mero hecho de ser mujer?
Sí, muchas veces. Me hacen preguntas extrañas como cómo lo hago para combinar mi trabajo con la familia, cómo puedo ser madre, esposa y estar en política, si estoy segura que esta es la línea de trabajo que debo seguir, etc. Preguntas que nunca he escuchado que le pregunten a un hombre. Y esto, me temo, tardará décadas en cambiar.
Desde que Donald Trump es presidente de los Estados Unidos, el género se ha vuelto a poner en las noticias, y no por un buen motivo precisamente. ¿Cree que el hecho que un país como Estados Unidos tenga un presidente como Trump puede influir en el modo de ver las mujeres o su rol en la política?
Pienso que por varias razones, debido a cambios en la política internacional y en muchos países, es cierto que por desgracia hemos dado un paso atrás en cuanto a igualdad de género se refiere. En el Foro Económico Mundial se dijo que el año pasado fue un año en el que se dio un gran paso atrás en este sentido y que nos llevará mucho más tiempo del que pensábamos lograr esa igualdad. Es preocupante pero en WIP, como organización no partidista, vemos en estos cambios fuerza para estar todavía más centradas y dedicadas a nuestro objetivo. Quizás este tipo de reacciones terminarán siendo positivas porque nos recordaran que todavía nos quedan muchos pasos por dar.
¿Hay alguna región o países, como antes has mencionado Ruanda, que puedan ser ejemplo de esperanza y optimismo?
Ruanda pasó una situación devastadora con el genocidio pero esta misma situación llevó el país a darse cuenta de la necesidad de incorporar más mujeres en política y a ser más activa. Esto ha resultado en el caso de Ruanda en una sociedad mejor. Los países en los que intentan reflejarse muchos otros son los nórdicos, admirados por la igualdad de género que les caracteriza. Y la gente tiene que preguntarse por qué. Porque desde luego no se llega a una situación de igualdad de género de la nada, nos tenemos que asegurar que pase. Por ejemplo, estamos diciendo que uno de los obstáculos tiene que ver con los roles tradicionales reservados a las mujeres. Pues en estos países los hombres tienen las mismas bajas por paternidad que ellas por maternidad. Se reparte. Cuando tuve mis dos hijos mi marido se ausentó del trabajo tanto como yo lo hice, porque tiene el derecho. Este tipo de políticas garantizan que la mujer pueda dedicarse tanto como el hombre a buscar sus oportunidades. Además, hay otra cosa. Si Islandia ha sido históricamente un país referente en igualdad de género es porque hay consenso entre todos los partidos. Todo el mundo en Islandia se enorgullece de definirse como feminista, sea del partido que sea.
Si la paridad es el camino, ¿debe hacerse a través de un sistema de cuotas obligatorio? ¿Qué piensa de ello?
Es un dilema constante y lo raro es que no solo es un dilema en la sociedad, es un dilema como individuo. Cuando era más joven estaba completamente en contra de las cuotas pero cuando crecí, quizás sentí que mis hijas no podían esperar toda la vida para vivir un cambio, y ahora estoy a favor. Por ejemplo en Islandia tenemos cuotas para las juntas ejecutivas de empresas. Creo que las cuotas deben ser usadas en algunos casos. Como WIP no tomamos parte en esto, pero personalmente me parece que están ayudando de algún modo.
El modo en qué la gente ve a las mujeres políticas tiene que ver con la imagen que los medios de comunicación contribuyen a crear. A menudo, se las juzga más por cómo visten que por lo que dicen o hacen en política. ¿Cómo puede abordarse?
Todos los estudios indican que la mayoría de mujeres políticas son percibidas de un modo distinto que los hombres. Las mujeres somos más destacadas por como vestimos o el look que llevamos que por lo que decimos. El problema no es solo este sino que las mujeres están siendo atacadas también y recibiendo comentarios sexuales. Creo que no sería así si la gente y los medios no estuvieran fijándose en su apariencia. Es muy difícil...podemos reírnos de esto pero...no estamos en política para que comenten como vestimos sino para cambiar el mundo.