El incumplimiento de acuerdos complica la situación de los desalojados de los asentamientos del Poblenou
La Asamblea Solidaria Contra los Desalojos, que da apoyo y asesoramiento a las personas que vivían en las naves recientemente desalojadas en el barrio del Poblenou denuncia el incumplimiento de los acuerdos a los que habían llegado con el Ayuntamiento y la Generalitat antes de que se hiciera efectivo el desalojo de la nave de la calle Puigcerdà, en donde cerca de 300 personas trabajaban la chatarra y vivían.
El incumplimiento más reciente lo conocieron ayer. Tanto el Ayuntamiento como las administraciones autonómica y estatal se habían comprometido a facilitar un permiso de residencia y trabajo para estas personas. El primer paso para obtenerlo es un certificado de arraigo que debe expedir la Generalitat, que se comprometió a pasar por alto la exigencia de un contrato de trabajo, ya que estas personas, al dedicarse a la recogida de chatarra, no podían disponer de tal.
Este martes llegaron las primeras resoluciones de las solicitudes y tanto las personas migrantes como el colectivo que los apoya se sorprendieron al ver que estaban denegadas por falta de un contrato de trabajo. “El Ayuntamiento asegura que ha hecho un informe diciendo que, si bien no respondían a los criterios de arraigo sociales, por razones humanitarias y de vulnerabilidad proponían que la resolución fuera positiva”, explica Montse Milán, de la Asamblea Solidaria. La responsabilidad sería, por tanto, de la Generalitat, con la que esperan reunirse pronto.
“Se han creado grandes expectativas en el colectivo de inmigrantes, y con todos los esfuerzos que les conlleva este proceso, y lo que hacemos los voluntarios, no tiene sentido que pidan un contrato de trabajo cuando sabían que no lo tendrían y ya habían dicho que no lo pedirían”, asegura Milán. Esta vecina del Poblenou remarca que sin el certificado de arraigo el proceso no puede seguir adelante, a pesar del compromiso de la Subdelegación del Gobierno de conceder un permiso transitorio de residencia y trabajo. “Esto tendrá que desatascarse sí o sí”, concluye.
Condiciones de precariedad
Sin embargo, este no es el único incumplimiento que denuncian. Ibrahima Seydi, portavoz de los habitantes de la nave de la calle Puigcerdà, aseguraba en una conferencia reciente en Barcelona que el Ayuntamiento viola su compromiso de ofrecer una pensión a todos los desalojados y que está realojando a muchos en albergues. “Dijimos que no queríamos ir a los albergues y nos dijeron que nadie iría a un albergue”, dice. En cambio cuenta que muchos se encuentran en estos alojamientos “donde duermen en habitaciones de ocho personas, en recintos muy cerrados, donde pasan calor y ni siquiera pueden cocinar, y la mayoría ya no quiere quedarse en los albergues y está durmiendo en la calle”, añade.
“Nos están dividiendo”, lamenta Seydi. “En la nave si uno no tenía comida, el otro le ayudaba. Estábamos unidos y eso no lo tenemos”, explica. En cambio, asegura que “los chicos están sufriendo mucho y no tienen ni para comer”. “Hay quien lo ha perdido todo, que tiene muchas cosas que han quedado en la nave, dos años de lucha, recogiendo cosas, y están derrumbando la nave encima de ellas. El Ayuntamiento debe indemnizar de alguna manera los compañeros que han estado dos años trabajando y tuvieron que dejar muchas cosas dentro”, declaró.
Búsqueda de alternativas
Las personas que trabajan en las naves del Poblenou piden ya hace tiempo la creación de una cooperativa integral que les permita trabajar de forma regular. Seydi asegura que desde el consistorio se les dijo que se crearía la cooperativa pero que “finalmente no se hizo porque hay empresarios catalanes que se dedican a la chatarra”.
Finalmente, el portavoz hizo un llamamiento al apoyo de los movimientos sociales, porque necesitan alojamiento y espacios de encuentro. “Necesitamos estar juntos, y los albergues para nosotros son como cárceles”, lamenta, y pide ayuda a los centros sociales para evitar que nadie duerma en la calle hasta septiembre, cuando volverán a hacer una asamblea.
Escucha la charla de Ibrahima Seydi, grabada por diversos colectivos de contrainformación de Barcelona: