El independentismo busca impedir que el PSC presida el Parlament
El baile para escoger la presidencia del Parlament ha empezado. El independentismo, pese a perder la mayoría absoluta, intentará liderar la Mesa de la Cámara e impedir que quede en manos del PSC con la vista puesta en el debate de investidura. La elección de la segunda autoridad de Catalunya no es menor, toda vez que es el presidente del Parlament quien propone a un candidato y la fecha para celebrar la investidura.
La encargada de verbalizar los planes soberanistas ha sido la portavoz de la CUP, Laia Estrada. En una entrevista en Catalunya Ràdio, Estrada ha explicado que ya ha mantenido contactos con ERC y que quiere reunirse con Carles Puigdemont y los comuns para impedir que la Mesa del Parlament sea presidida por el PSC. La anticapitalista ha abogado por un órgano de gobierno de la Cámara “que defienda los derechos de los diputados y que garantice que los exiliados puedan votar”.
La llamada de la CUP a los comuns se explica porque el independentismo no dispone de la mayoría absoluta. El eventual candidato que acuerden Junts, ERC y la CUP sumaría tan solo 59 diputados, a nueve de la mayoría absoluta. El independentismo juega con la posibilidad de que los 11 diputados de Vox voten a su candidato y no al del PSC y que tampoco haya un acuerdo entre socialistas, comuns y PP –que suman 62 escaños– para repartirse la Mesa y que su presidencia sea para los de Illa.
En respuesta a la propuesta cupaire, el líder del PSC ha pedido “respeto” a los partidos por el resultado del 12M. “Las formaciones que quieran bloquear, estorbar y enredar las cosas se equivocan. Todo lo que sea alejarse de un respeto escrupuloso a la voluntad de las urnas es un mal camino”, ha manifestado.
Por su lado, fuentes de ERC han explicado que el partido afrontará “por separado” la negociación para designar la Presidencia y la Mesa del Parlament y la investidura de un nuevo Govern, y que lo que ocurra con la primera “no supondrá prever” lo que suceda con la segunda.
Los republicanos han asegurado que las negociaciones irán por separado al considerar “imposible que haya un acuerdo de investidura viendo los ritmos de Junts y PSC”. En otras palabras, es previsible que cualquier tipo de pacto para la presidencia de la Cámara se cierre el mismo 10 de junio, cuando está convocado el pleno de constitución de la Mesa del Parlament.
Esta sesión, que se celebrará un día después de los comicios europeos, arranca con la elección de la Mesa de Edad, formada por el diputado más mayor y los dos más jóvenes. El presidente será Agustí Colomines (Junts), y le acompañarán Ennatu Domingo (Junts) y Alberto Tarradas (Vox). Dos a uno para el independentismo, lo que permitirá habilitar el voto a distancia de los dos diputados electos que no estarán en el hemiciclo el día 10 a la espera de la amnistía: Carles Puigdemont (Junts) y Ruben Wagensberg (ERC).
Por ahora ni socialistas ni independentistas han buscado concurso alguno de los dos grupos de extrema derecha de la Cámara, Vox y Aliança Catalana. Además, el secretario general de Vox, Ignacio Garriga, ya descartó aliarse con el PP o el PSC para asegurarse la elección de algún miembro de su grupo en la nueva Mesa del Parlament.
Una vez constituido el Parlament, su nueva Presidencia abrirá una ronda de consultas con los líderes parlamentarios y propondrá un candidato a la investidura dentro de los siguientes diez días hábiles. El debate de investidura debe celebrarse, como tarde, el 25 de junio.
La presidencia de la Cámara resultará clave para elegir a los dos aspirantes a la investidura: el candidato del PSC, ganador de los comicios del pasado día 12 y único presidenciable con posibilidades de alcanzar una mayoría viable, Salvador Illa, y el expresident y cabeza de lista de Junts, Carles Puigdemont, que no tira la toalla pese a perder el independentismo la mayoría absoluta.
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