Ada Colau suspende por primera vez desde que llegó a la alcaldía, en 2015. Un 50,4% de barceloneses cree que su gestión es mala o muy mala, frente al 35% que cree que es buena o muy buena. Así lo refleja el último barómetro municipal, una encuesta realizada a 800 personas entre finales de noviembre y principios de diciembre de 2022.
Este resultado, de momento, no preocupa al Ayuntamiento, ya que consideran que la sensación de inestabilidad general, ''normalmente hace subir la crítica a las instituciones y la antipolítica'', tal como asegura Jordi Martí, sexto teniente de alcaldía y director del área de Cultura, Educación, Ciencia y Comunidad del Ayuntamiento de Barcelona.
Esta sensación de inestabilidad, hace que, ''frecuentemente las encuestas muestren una percepción de la situación más negativa de lo que realmente es''. Con estas palabras, Martí hace referencia a una percepción de la ciudad que es generalmente mala; de hecho, un 60% cree que Barcelona ha empeorado, un resultado que es seis puntos mayor que hace seis meses.
Una de las cosas que la gente cree que han ido a peor es la inseguridad. Este aspecto sigue siendo, por cuarto año consecutivo, la mayor preocupación de la ciudadanía, con un 25% de los barceloneses que la escogen como primer dolor de cabeza. Esta es la cifra más alta registrada hasta la fecha, un dato que contrasta con el hecho de que Barcelona ha vuelto a ser en el tercer trimestre de 2022 la gran ciudad española que más ha reducido los delitos respecto al mismo periodo de 2019, tal como se muestra en un informe basado en datos del Ministerio del Interior.
La preocupación por la inseguridad ha crecido en casi tres puntos respecto la última consulta, que fue en junio de 2022. Desde 2019, las cifras de criminalidad en Barcelona no han dejado de descender, pero fue en ese año cuando la inseguridad desbancó al ''encaje de Catalunya en España'' como principal problema.
Respecto a otras preocupaciones, la limpieza conserva el segundo puesto que obtuvo en 2021 y se posiciona como la principal preocupación del 15,8% de barceloneses, casi el doble de los que consideran que el problema más grave de Barcelona es el acceso a la vivienda. Este tema es el mayor dolor de cabeza para el 7,6% de ciudadanos, una cifra casi 1,5 puntos menor que en 2021, año en que los alquileres estuvieron más bajos en la ciudad: gracias a la ley que regulaba los alquileres en Catalunya se llegó al mínimo de 919 euros. En cambio, hoy las rentas superan los 1.116 euros.
Otra cuestión que trae de cabeza a los barceloneses es la economía: el 63% considera que la situación en general ha empeorado y el 40,6% asegura que su economía familiar va en decaída. Estas cifras han aumentado casi en siete puntos respecto a 2019, a pesar de que la renta familiar disponible de los hogares barceloneses ha crecido en más de 2.000 euros anuales en este periodo. ''Estamos en un momento muy complicado en el que reina la inseguridad: la pandemia, la guerra de Ucrania... Todo esto hace que empeore nuestra percepción de cualquier aspecto de la vida'', apunta Martí.
Unas elecciones reñidas
Este barómetro, al realizarse menos de seis meses antes de la celebración de elecciones municipales, no contiene datos de intención de voto o valoración de lideres políticos. La presentación de los resultados de esta encuesta del Ayuntamiento han coincidido con la publicación de una encuesta interna elaborada por el PSC, en la que Collboni ganaría las elecciones por la mínima, seguida por Colau, Maragall y Trias, que podrían empatar con ocho representantes.
La encuesta destaca que el 80% de barceloneses quieren un cambio en la alcaldía, incluida la mitad de los votantes de los comuns. Así, para llegar a un acuerdo de gobierno serian necesarios pactos a tres bandas, iguales a los que fueron necesarios para pactar los presupuestos de 2023. En lo referente a otras formaciones, según el GESOP, la CUP podria volver a entrar al Ayuntamiento, mientras que Sandro Rosell y Vox quedarían fuera.
Otro de los datos que destacan es que Xavier Trias, exalcalde de Barcelona que confirmó su candidatura a mediados de diciembre, es el líder mejor valorado por la ciudadanía, con un 5,5. Le siguen Ernest Maragall y Jaume Collboni, que se queda a una décima del aprobado. Por debajo queda Colau, que roza el 4.