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Los jefes de los mossos imputados por la agresión racista de Manresa rectifican e identifican a los agentes de la grabación

Novedades en la investigación de la agresión racista de los Mossos d'Esquadra a un joven. Dos jefes de los seis agentes han rectificado su declaración inicial ante Asuntos Internos, en la que dijeron no poder reconocer a ninguno de los investigados en la grabación de los hechos, y ahora sí han identificado a los mossos que participaron en la agresión.

En un informe, la División de Asuntos Internos (DAI) de los Mossos d'Esquadra indica al juez de Manresa que investiga la agresión que los dos sargentos se presentaron “voluntariamente” ante la DAI para “ampliar” su declaración de septiembre de 2019, cuando fueron incapaces de reconocer las voces de los agentes investigados. Todos ellos pertenecen a las ARRO, la unidad de apoyo en funciones de orden público de los Mossos.

En su primera declaración, el primer sargento, subjefe de las ARRO de la Catalunya Central y jefe de una de las unidades que participaron en la detención de la víctima, justificó no reconocer a ninguno de los agresores porque solo tenía “trato ocasional” con los agentes. El otro sargento tampoco señaló a ningún mosso porque, según argumentó, no tenía “trato diario” con los investigados al ser sus labores de “gestión operativa”.

Las nuevas declaraciones de los agentes se produjeron el 30 de junio y el 2 de julio pasados, tres semanas después de que el joven agredido, representado por SOS Racisme, hiciera pública la grabación, y en plena tormenta política sobre el caso.

Los dos sargentos señalan a uno de los agentes investigados como el mosso que profirió los insultos más graves –“negro de mierda, hijo de puta”; “soy racista no, lo siguiente”– a la víctima. Ambos mandos también identifican al mosso que en la grabación insta a la víctima a irse “un poco más abajo porque aquí ya tenemos suficiente mierda”.

Además, el primer sargento reconoce en la grabación al agente que aseguró haber disparado al joven y después le espetó: “Porque he fallado. Si no, te reviento las costillas”. Los dos mandos reconocen en el audio al cabo de la unidad, que, al igual que los otros cuatro agentes investigados, si bien no profiere amenazas directas al joven no frena los insultos de sus compañeros.

Los seis mossos que se escuchan en la grabación que realizó la víctima permanecen investigados por un presunto delito de lesiones y otro contra la integridad moral por los insultos y amenazas proferidas a un joven de raza negra en localidad de Sant Feliu Saserra en enero de 2019 durante un desahucio. Están investigados porque ellos mismos firmaron la minuta de detención y denunciaron por tráfico de drogas a la víctima, acusación que el juez rechazó de plano.

Hasta las revelaciones de los dos mandos todavía no se sabía qué mosso había proferido cada uno de los insultos y amenazas racistas y cuántos habían presenciado la agresión sin frenarla: los agentes investigados se habían acogido a su derecho a no declarar y en su primera declaración, sus superiores, a requerimiento del juez, habían alegado que no podían identificar las voces del audio.

Los seis agentes investigados, que han sido trasladados de destino por la conselleria de Interior pero no han sido suspendidos de empleo ni de sueldo, han pedido el archivo del caso y la anulación de la rueda de reconocimiento para que la víctima pueda identificarlos, petición a la que se oponen SOS Racisme y la Fiscalía y que está pendiente de resolución por parte del juez.

Las revelaciones de los dos sargentos se produjeron en un contexto de polémica política por la agresión racista debido a la negativa de la conselleria de Interior a suspender de empleo y sueldo a los agentes investigados. El conseller de Interior, Miquel Buch, afirmó que esperaría a que el caso estuviera sentenciado para echar del cuerpo tanto a los participantes de la agresión como a sus “encubridores”, algo insuficiente para la oposición del Parlament. El reglamento de régimen interno de los Mossos permite suspender de empleo y sueldo a los agentes antes de ir a juicio.

La semana en que prestaron declaración ante la DAI, la CUP presentó una propuesta de resolución en el Parlament para instar a Interior a suspender de empleo y sueldo a los seis investigado. La Cámara lo aprobó el 3 de julio, el día después de que los dos sargentos terminaran de identificar a sus subordinados.

Interior ignoró el mandato del Parlament y adujo que solo dos agentes habrían propinado insultos racistas y que los otros cuatro no –aunque tampoco los impidieron–, por lo que, a criterio de la conselleria, “no se puede poner una medida de máximos a todos los agentes por razones políticas o de imagen pública”.

Consultado por elDiario.es, un portavoz de la conselleria de Interior ha asegurado que el departamento desconoce las revelaciones ante la DAI de los sargentos. Preguntado por si una vez que sus superiores les han identificado la conselleria suspenderá de empleo y sueldo a los agentes, tal y como le reclamó el Parlament, el portavoz no ha contestado.