Nunca había habido un Govern con tan poco apoyo parlamentario, ni tampoco una oposición tan dispuesta a sostenerlo. La jefa de los comuns en Catalunya, Jéssica Albiach, tiene la mano tendida para llegar a acuerdos a los de Pere Aragonès, ahora que Junts ha abandonado el Govern, pero reclama que los republicanos demuestren la voluntad de dar carpetazo con la etapa anterior. Albiach tiene claro que la continuidad del Ejecutivo catalán dependerá de si ERC es capaz de ofrecer propuestas netamente progresistas y formar mayorías de izquierdas, para lo que necesita al PSC.
En el marco estatal, la diputada marca como prioridades igualadas en importancia la aprobación de los Presupuestos Generales y la reforma de la sedición. Sobre esta última, remarca que “debe quedar claro que una sedición es un levantamiento violento y con armas” y no otra cosa.
Estamos ante un Govern en absoluta minoría parlamentaría. ¿Esto es un problema o una oportunidad para su partido?
Principalmente, pensando en el país, es un problema. Y no solo porque esté en minoría absoluta sino porque hasta el momento ha demostrado ser incapaz de tejer alianzas con otras fuerzas progresistas. Creo que ERC tiene la oportunidad de demostrar si está por el cambio o por el continuismo, si este es el último gobierno de esta etapa o si aprovecha para hacer nuevas políticas. Si lo que se está abriendo una nueva agenda de cambio, nosotras estaremos.
¿Qué políticas cree que demostrarían que se abre esa nueva etapa?
En cuestiones como la vivienda, donde es urgente la ley para regular los alquileres desde el Gobierno central, también desde Catalunya tenemos herramientas para hacer que los 32.800 pisos vacíos que tenemos en manos de bancos o fondos buitre pueden ser sancionados o expropiados. Además, podemos salir de esta crisis gracias a los beneficios de los que más tienen y no a costa de los salarios de la gente trabajadora, cuando ahora mismo hay un millón de personas en Catalunya que tienen su salarios sin actualizar por el bloqueo de la patronal. Y necesitamos un escudo social, y cuando hablo de esto pienso en al menos 1.000 millones de euros y no de 300 como habló el president.
¿Cree que Aragonès podrá terminar la legislatura o ve elecciones pronto?
Ahora es momento de ver qué quiere hacer Aragonès. Y creo que dependerá de la actitud que tenga ERC acabar la legislatura o no. Ahora mismo lo que vemos es una ERC arrinconada y con la mirada demasiado puesta en la calculadora electoral, que le está impidiendo asumir que tiene 33 diputados y que necesita una cooperación de fuerzas parlamentarias.
¿Esa “cooperación de fuerzas parlamentarias” en la que están pensando es con ustedes y el PSC?
No se trata tanto de hablar de siglas sino de políticas. Creo que los catalanes tienen una clara necesidad de presupuestos y desde 2020 nosotros hemos demostrado con nuestro apoyo a las cuentas que con las cosas de comer no se juega y que aquí hace falta que las fuerzas parlamentarias atiendan a la ciudadanía. Pero es ERC la que debe demostrar que puede ofrecer en solitario algo diferente a los presupuestos que elaboró Jaume Giró y recetas diferentes a las de Junts.
Durante la crisis de Gobierno dijeron que congelaban la negociación de presupuestos.
Y menos mal que lo hicimos, porque a la semana siguiente de decirlo el conseller de Economía ya no era conseller.
¿La han descongelado ya?
Nosotros ya hemos dicho que por nuestra parte quedan descongeladas en la medida que hay un Govern. Ahora bien, no ha habido nuevas reuniones para tratar sobre los presupuestos, porque el Govern no nos las han pedido. Ya estamos viendo que los presupuestos no estarán disponibles el 1 de enero, que sería lo deseable, por lo que ahora mismo estamos a la espera de que el Govern asuma que necesita de otras fuerzas. Y aquí yo planteo, con toda humildad: no somos suficientes, pero sí somos necesarios.
¿Los presupuestos deben subir impuestos para que los vote En Comú Podem?
Los presupuestos serán la prueba del algodón de si ERC sigue instalada en el continuismo o quiere cambio. Y si tiene algo que ofrecer que no sea el programa de Junts. A partir de aquí, en los presupuestos debe avanzarse hacia la soberanía energética, porque Catalunya hace cinco años que es un desierto energético. También queremos un escudo social de al menos 1.000 millones. Y evidentemente estos presupuestos tiene que ser más redistributivos. Aquí planteamos un impuesto de solidaridad que afectaría al 0,5% de los contribuyentes, es decir, 19.000 personas que ganan más de 175.000 euros al año.
¿Está hablando de un aumento del IRPF en los tramos más altos?
Sí, subiendo un punto del IRPF a estos contribuyentes tan ricos podríamos tener más de 85 millones de euros. Pero también es importante que se cumplan los compromisos por parte de ERC, porque el acuerdo de presupuestos del año 2022 no se cumple con la urgencia que se necesitaría. Tenemos aprobado el impuesto a alimentos ultraprocesados, pero aún no se ha desarrollado ni la memoria, o el impuesto a industrias contaminantes, que no ha comenzado a desarrollarse la ley.
¿Entiende que Aragonès rechace la mano extendida del PSC para negociar las cuentas?
Lo que no se acaba de entender es por qué lo que sirve en Madrid no sirve en Catalunya. Si en los últimos años hay Presupuestos del Estado es porque ha habido acuerdos entre el PSC, Unidas Podemos y ERC. ¿Por qué en Catalunya es imposible? Sobre todo cuando sí ha sido posible para repartirse los sillones de ciertos organismos como la Sindicatura de Greuges, la de Cuentas o la dirección de TV3 y Catalunya Ràdio.
Junts pide a Aragonès que se someta a una cuestión de confianza. ¿Cree que debería hacerlo?
Creo que es importante tener un respeto a los tiempos. Ahora mismo Aragonès lleva 15 días gobernando en solitario y creo que lo que tiene que demostrar es que es capaz de llegar a mayorías amplias para aprobar políticas. Si tenemos un Govern incapaz de sacar adelante unos presupuestos, entraremos en otra fase, pero creo que ahora mismo es importante ver hacia dónde se dirige y si es coherente. Escuchamos constantemente a Gabriel Rufián pedir impuestos a los ricos. Muy bien, ¿pero ERC cumplirá en Catalunya lo que exige en el Estado, o nos volverá a presentar los presupuestos de Junts?
¿Cree que podemos llegar al escenario en que no haya presupuestos porque ERC no quiera pactar con el PSC?
A mí lo que me cuesta muchísimo de entender es que ERC hable con alegría de una posible prórroga presupuestaria. Porque estamos en una situación muy diferente a hace un año, entonces estábamos en pandemia, ahora sufrimos el impacto de la inflación, derivada de la guerra de Ucrania pero también de que algunos están aprovechando para inflar sus beneficios. Por eso una prórroga presupuestaria no solo no sería adecuada al momento que vive el país sino que supondría la pérdida de 3.100 millones de euros que son necesarios.
¿Aragonès les ofreció entrar en el Gobierno? ¿Qué harían si esto ocurriera?
Ese debate no se ha dado en ningún momento. Pero más allá de eso, creo que lo que es importante es hablar sobre cuáles son las necesidades que tiene ahora mismo la gente, las familias, nuestro tejido productivo, la emergencia climática que produce 600 muertes en Catalunya por las olas de calor. Creo que es momento no de hablar del quién sino del qué.
¿La entrada de Gemma Ubasart como consellera de Justicia es un guiño, o más bien lo contrario, un intento de ir a buscar votos en su espacio?
No lo interpreto ni de una manera ni de otra, creo que hay perfiles nuevos en el Govern que son potentes. Creo que Gemma es una mujer preparada y que tiene mucho que aportar. Pero eso no soluciona el problema que tiene este Govern, que solo tiene el apoyo de 33 diputados y diputadas. Por tanto, nos encontramos ante un gobierno que habla del 80% pero es el gobierno del 21%.
Esta reforma de la sedición debe garantizar el derecho de protesta
¿Entenderían que ERC condicionara la aprobación de los presupuestos generales a la reforma del Código Penal?
En la medida en que tú subordinas una cosa a la otra parece que una sea más importante que la otra. Y yo creo que ambas cosas son importantes. Creo que es necesario avanzar en la desjudicialización del conflicto que ha generado tanto sufrimiento, y creo que es vital también avanzar en unos presupuestos que son objetivamente buenos para la ciudadanía. Los nuevos Presupuestos Generales del Estado tienen 600 millones de euros en dependencia, la rebaja o gratuidad del transporte público, la actualización de las pensiones, 100 euros al mes para las familias con hijos menores de 3 años.
¿Entonces cree que reformar la sedición es tan importante como los presupuestos?
La reforma del Código Penal que en su día ya propuso Jaume Asens en 2019 sigue siendo clave. Y no solo, aunque también, para los afectados por la sentencia del procés, sino también para garantizar derechos y libertades fundamentales, como el derecho a la protesta. Quiero hacer hincapié en que esta reforma de la sedición debe garantizar el derecho de protesta. Hubo una interpretación muy ambigua y muy amplia por parte del Tribunal Supremo, por lo que se necesita una redacción del delito garantista ante cosas como protestas laborales, manifestaciones feministas o parar un desahucio, porque con la jurisprudencia que asienta esta sentencia nos dejan absolutamente vendidas.
¿Para ustedes, que habría que hacer con la sedición, derogarla, reformarla o bajarle las penas?
Nosotras nos presentamos a las elecciones de 2019 pidiendo la derogación, la eliminación de este delito. Yo entiendo que en la negociación entran otros actores y que hay que terminar de encajar las piezas. Para mí lo importante es que la reforma que se haga sea garantista y eso quiere decir que antes de hablar de las penas tenemos que hablar de qué es sedición. Para nosotros tiene que desaparecer la palabra “tumultuario”, que es muy ambigua, y debe quedar claro que una sedición es un levantamiento violento y con armas. De esta manera queda garantizado el derecho de protesta.
Feijóo ha demostrado no tener palabra y el Gobierno debe demostrar todo lo contrario
¿Se deben reformar más delitos o vale con el de sedición?
Creo que el Gobierno de coalición ha avanzado mucho en materia social pero ahora debe apretar en las reformas de la agenda democrática y el blindaje de derechos. Es clave la reforma del Código Penal, estamos trabajando también en una ley de libertad de expresión, porque no tiene sentido que haya raperos en el exilio y también es importantísima la renovación del Poder Judicial y creo que aquí está la madre del cordero, porque tenemos un gobierno de los jueces caducado desde años y que además intentan ganar desde la cúpula judicial lo que pierden en las urnas.
El PP ha anunciado que rompe la negociación con el PSOE, precisamente debido a la reforma de la sedición. ¿El Gobierno debería renunciar a reformar el Código Penal?
En ningún caso. Feijóo ha demostrado no tener palabra y el Gobierno debe demostrar todo lo contrario: que sí la tiene y que por eso cumplirá con su compromiso de reformar el delito de sedición.
Después de 4 años con el bloqueo del Partido Popular, nadie puede creerse lo que a todas luces es una excusa que el líder del PP se ha sacado de la manga para justificar hacia afuera lo que ha sido una derrota ante los sectores más conservadores de su partido. Una vez más, queda claro que Feijóo no está preparado para gobernar España.
El independentismo denuncia constantemente ciertos incumplimientos, como el bajo porcentaje de inversiones o la situación de Cercanías. ¿Ustedes creen que se maltrata, especialmente a la ciudadanía de Catalunya?
Creo que tenemos un sistema de financiación autonómica lamentable, que está caducado y que castiga especialmente no solo a Catalunya sino también al Pais Valencià o les Illes, y creo que tiene que ser reformado urgentemente. Por eso no entiendo que el Govern catalán vaya siempre arrastrando los pies. Dicho esto, creo que el PP ha querido ganar en otros territorios a costa de Catalunya y castigando a los catalanes, por tanto arrastramos un déficit de inversiones que tienen que ser resuelto. El Gobierno central está en ello y lo demuestra presupuesto tras presupuesto, pero esto no se resuelve ni en dos ni en tres años.
La reforma del sistema de financiación autonómica está totalmente fuera del debate, pese a llevar más de ocho años caducada. ¿Por qué pasa esto?
Nosotras lo intentamos. El año pasado presentamos nuestra propia propuesta. Es un tema crucial porque se trata de los recursos de los que disponemos para blindar o para atender la sanidad pública o la educación, además de nuestra gente mayor. Creo que hay por un lado un calendario electoral que pesa pero, además, creo que hay que entender que la reforma del sistema de financiación debe ir acompañada de una reforma fiscal profunda. Si nos comparamos con la mediana europea, nuestro sistema impositivo es siete puntos inferior en recaudación. Creo que eso debe revisarse más allá del momento puntual.
La semana pasada se cumplieron 16 meses desde que el Consejo de Ministros llevó la ley catalana que limitaba los alquileres en el TC. En ese momento se dijo que habría una ley estatal, pero eso no ha ocurrido. ¿Por qué?
Hemos visto que al partido socialista le tiemblan las piernas. Escocia tiene un parque público de vivienda del 24%, mientras España lo tiene del 1%. En Escocia han aumentado los alquileres el último año un 3%, en España han subido un 10% de media. Hay motivos más que suficientes para solucionar este problema, esta ley es urgente, el Partido Socialista debe dejar de dilatar su aprobación. Y también digo: no nos sirve una ley de vivienda que no contemple la regulación del alquiler. Si no la contempla, no contará con nuestro voto favorable.
El espacio de Unidas Podemos vuelve a estar en un cruce orgánico por su conversión en Sumar. ¿Cómo cree que debería de configurarse esta reagrupación de fuerzas que hasta ahora estaban, en parte, dispersas?
Mi objetivo es ganar un país para la próxima década y esto pasa por profundizar en el proceso en el que estamos ahora mismo. Hay 35 grupos de persona que desde diversos ámbitos como modelo productivo, transición ecológica, universidades, transparencia… que está trabajando en el programa que necesita España para la próxima década y en eso tenemos que perseverar. A mi, las fórmulas me importan cero y, a la ciudadanía, aún menos. Nuestras energías están puestas en construir la esperanza que encarna mejor que nadie Yolanda Díaz y, a partir de ahí, atraer a toda la ciudadanía que quiera ser dueña de su futuro.