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Entrevista

Joe Crepúsculo: “Yo no me voy a poner a hacer trap ni a ponerme la gorra del revés”

Cuando de los balcones salían aplausos, 'Tusa' de Karol G y 'Resistiré' para buscar optimismo en pleno confinamiento al inicio de la pandemia, Joe Crepúsculo creó el himno moderadamente triste 'Cuarentena sin ti' para escuchar en la habitación. Pero la mayoría de sus canciones son bailables y alegres, “mi fábrica de baile, no cabe en tu corazón pequeño”, y él dice que es un ser solar, expresión que recuerda a los seres de luz de los que siempre habla Omar Montes. También lo son en su nuevo disco 'Supercrepus II', lanzado ahora hace unos meses.

Un año y medio después de aquella cuarentena sin alguien, Joel Iriarte (su nombre real) se prepara para su concierto en el festival Vida, en Vilanova y la Geltrú, el primero que se hará en España sin distancia social, y espera alternar canciones de su nuevo disco más guitarrero con sus éxitos bailables de electropop porque hay muchas, muchas ganas, de volver a bailar (¿pegados?). Seguimos volviendo a la normalidad sin acabar de llegar nunca. A sus 40 años, está al día del reguetón y la ola mundial de música urbana, que le interesa y le gusta, pero sabe que su voz es otra y no está para ponerse “la gorra para atrás”, aunque de algunas cosas se puede empapar.

¿Cómo afronta este festival que parece que es un pasito más en la vuelta a la normalidad? 

Estamos todos a la expectativa de qué va a ser del futuro, si todo va a volver a ser como antes o algunos cambios serán para siempre. Ahora he hecho este disco con banda de rock y he hecho algunos conciertos en teatros, con gente sentada. Este festival, con la gente de pie y en un escenario grande, pues da muchísimas ganas y haré un concierto mixto con algo de rock pero también mi trayectoria más electrónica. Que haya un poco de bakalao, que hay ganas. 

En un momento de auge de bases electrónicas y música urbana, ha hecho su disco más guitarrero. ¿Nostalgia? 

Bueno, la idea es hacer un poco lo que me apetezca y de manera auténtica. Me gusta tocar muchos palos y tal vez sea un momento de más electrónica, pero no he seguido nunca los cánones. El bakalao está ahí y siempre me va a salir. 

Esa oleada de música urbana que está sonando y llegando a espacios alternativos y mainstream, ¿Le interesa, le gusta? 

Estoy muy atento a las novedades, siempre escucho la de los viernes en Spotify y sí, no me gusta un género u otro, creo que a nadie le gustan los géneros, sino algunos artistas y a mí hay muchos artistas actuales que me gustan. Desde que empezó el trap me ha parecido fascinante, han creado un  nuevo lenguaje a modo de reacción a lo existente y me gustan mucho Bad Bunny o C.Tangana, que ha roto esquemas cogiendo la música latina, la salsa y otros géneros y creando un disco de pop potente que llega a gente de todas las edades. 

¿Están C.Tangana o Rosalía ayudando a perder los complejos con el folclore español? 

Yo creo que siempre ha estado presente, pero el hecho de que ese tipo de música no solo esté en las listas de éxito y también llegue a gente joven creo que es un punto. A mí me gustaba desde joven la rumba, Los Chichos...y Barcelona era pionera. Es verdad que en mi sonido soy más pudoroso y a veces cuando hago canciones pop puedo dar un barniz, aunque cuando colaboro con Tomasito él es ya una esencia en sí mismo.  

Después de la canción 'Cuarentena sin ti', en el disco hay otras como 'Discoteca en ruinas' que parecen hablarnos de la pandemia. ¿Le ha inspirado este momento? 

No, el disco estaba compuesto antes de la pandemia, menos la canción de 'Cuarentena sin ti'. Creo que siempre se habla del apocalipsis y cuando uno se hace mayor pues más aún, porque parece que el mundo se va a acabar todo el tiempo. La verdad es que las letras son historias que a uno le apetece contar, a veces vivencias, a veces ideas, me voy estrujando, pero después de tantos discos es lo que más me cuesta, parece que has contado muchas, pero a veces tienes destellos y brillas. 

¿Empezó antes a escribir o con la música?  

No he escrito mucho la verdad y la música fue un poco inherente a mi crecimiento, ya cuando iba al instituto. Utilizaba programas de MS2, se llamaban trackers. Era curioso porque a través de unas revistas nos mandábamos cartas con disquetes con otros músicos para cambiarnos los samplers, desde los 13 o los 14 años.

Ahora ya no hay disquetes ni tampoco discos, ¿Se puede vivir de la industria musical en internet, sin conciertos? Se habla poco de dinero en la música, ¿Cuánto generan sus canciones en internet?

Bueno, con la discográfica sí que vamos viendo la evolución y depende mucho del año, de si has sacado disco, pero ahora mismo no sé las cifras, tendría que mirarlo. Lo que sí que puedo decir es que con las escuchas de redes no me daría para pagarme un alquiler y hacer la compra, para un sueldo mínimamente digno. En mi caso, Youtube da unos ingresos mínimos y la principal fuente de ingresos son los conciertos. 

En un momento de guerra cultural y auge del fascismo, ¿Qué papel tienen que jugar los artistas? 

Tengo muchas dudas al respecto y no sé cómo enfocar el tema de la política. No sé si la gente dejará de escuchar o no tu música si te posicionas, por supuesto que ante las injusticias hay que posicionarse y que al fascismo se le puede llamar por su nombre cuando llevan la bandera del 'pollo' y dicen que con Franco se estaba mejor. Pero ellos ya se explican por sí mismos y a veces parece que cuando te posicionas por ejemplo contra Vox ellos son los principales beneficiados y a veces el periodismo buscando el titular contra Vox tal vez le está jugando la partida.  

¿Ya se ha vacunado? ¿Cómo está viviendo este momento de la pandemia? 

No, aún no me he vacunado, hace un rato estaba viendo las noticias y hablaban de las mascarillas... estoy hasta los cojones de la pandemia y el sentimiento va mezclándose, optimismo con hartazgo, muchas ganas de salir...Es un varapalo todo esto, y eso que a veces recuerdo el confinamiento, la primera fase del encierro, los balcones, la compra para una semana, que es algo que nunca había hecho, con cierta nostalgia. 

Tiene 40 años, el público del indie va haciéndose mayor y parece que pasa a un segundo plano y no es la música de la gente joven ni lo que está de moda. ¿Cómo se lleva ese cambio de paradigma? 

En mi caso por haberle puesto un poco de bakalao y de baile tal vez el público no es tan mayor y siempre me he visto un poco un oasis, como desde fuera del indie. Pero luego hay muchos grupos que se separan, dejan de hacer cosas y es bueno que el estilo de música y lo que funciona vaya cambiando. Si coges el patrón de la música trap, que es muy original, no creo que dé para muchos años más de innovar, así que luego se pueden ir mezclando los géneros, pero luego todo vuelve, es casi científico que las guitarras cada cierto tiempo vuelven. La música pop no es tan compleja como para estar creando estilos todo el tiempo. 

¿Pero se siente mayor? 

Lo de sentirse mayor va inherente a hacerse mayor, pero tienes que tener una voz y hacer cosas y me siento con fuerza como para creer que tienen vigor. La nueva música está muy guay, estoy súper orgulloso, pero yo no me voy a poner a hacer trap ni a ponerme la gorra del revés, creo que puedo aportar cosas desde otro ángulo. Luego puedes coger referencias del trap, del uso de los graves y sumarlos, claro. Pero bueno, a los que nos quedamos ya mayores nos queda hablar de otras cosas, del Imserso, de bailar con dolor de espalda...

Su música siempre es muy de bailar pero tiene un punto crepuscular. ¿Le inspira más la alegría o la 'bajona'? 

Soy una persona muy solar, me gusta componer por la mañana, con un café, y bailo a todas horas. En los momentos malos, que los ha habido, no he sido productivo. Aunque luego sí que puedo haberlos utilizado a toro pasado para hacer canciones, mi creatividad viene de la luz y de estar bien.