Jordi Cuixart, primer preso del procés que recurre ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos
El caso procés ya está en Estrasburgo. El presidente de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart, ha presentado este martes su recurso ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) contra la sentencia del Tribunal Supremo, el primero presentado ante instancias europeas por uno de los líderes independentistas encarcelados. El exconseller Jordi Turull lo hará este jueves.
El recurso, registrado en catalán, llega 24 horas después de conocerse la sentencia del Tribunal Constitucional que rechazaba el recursos de amparo de Cuixart confirmaba la condena a nueve años de prisión y otros nueve de inhabilitación. Como el resto de presos, Cuixart confía en que el voto particular de dos magistrados progresistas del Constitucional, Juan Antonio Xiol y María Luisa Balaguer, sirva para que el TEDH condene a España. En su resolución, los dos magistrados censuraron la condena del Supremo a Cuixart ya que, a su juicio, vulneró su derecho de reunión como líder social, lo que, según los togados, “amenaza con empobrecer” la democracia.
Aunque Òmnium ha rechazado detallar el contenido del escrito ante el TEDH, en su recurso ante el Constitucional Cuixart ya enumeró hasta siete derechos del Convenio Europeo de Derechos Humanos (CEDH) que creía vulnerados por el Supremo. El núcleo del recurso se centra en la vulneración del derecho de reunión y a la libertad en que, según Cuixart, incurrió el Supremo al condenarle a nueve años de prisión por convocar movilizaciones “pacíficas” del 20 de septiembre en la conselleria de Economía y el 1 de octubre en los colegios.
El líder de Òmnium también acusa el Supremo de no respetar el derecho a la legalidad penal y de desviación de poder. Además Cuixart ve vulnerado el derecho al juez predeterminado por ley –en opinión de la defensa era el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) y no el Supremo el competente para investigar el procés– y a la doble instancia penal, pues la del Supremo ya fue la sentencia firme del caso, así como el derecho a un juez independiente e imparcial.
Los plazos de Estrasburgo
El TEDH no puede volver a juzgar el procés ni cambiar los hechos por los que fueron condenados los presos, pero sí puede decir si el Supremo vulneró los derechos humanos en la causa, lo que abriría la puerta a que los líderes independentistas fuesen indemnizados o a una repetición del juicio, en el que el tribunal debería tener en cuenta las apreciaciones de Estrasburgo.
Recurrir a Estrasburgo exige haber agotado la vía interna de impugnaciones, lo que en el caso de España pasa por la revisión de la sentencia por parte del Tribunal Constitucional, y que los agravios esgrimidos ante el TEDH hayan sido formulados ante las instancias judiciales que hayan estudiado el caso previamente.
Las demandas de los presos se sustanciarán en una sala integrada por siete jueces, que primero deben decidir si la aceptan a trámite y, posteriormente, entrar a debatir el fondo de la cuestión. Una vez admitida la demanda, el TEDH debe dar traslado a la Abogacía del Estado correspondiente para que exponga sus argumentos ante la demanda.
El tiempo de resolución de la demanda varía en función de si quién la interpone está en prisión, circunstancia que agiliza la sentencia, o si permanece en libertad, lo que puede retrasar varios años el fallo. La demanda a Estrasburgo puede incluir la solicitud de medidas cautelares, incluida la excarcelación de presos, aunque el TEDH es muy restrictivo en concederlas y solo las suele dar en casos de peligro de muerte o amenaza grave para la integridad física, algo que no sucede en el caso del procés.
De esta forma, el indulto que estudia el Gobierno para los presos del procés jugará un papel clave en la rapidez con la que se pronuncie Estrasburgo, habida cuenta de que no es lo mismo esperar una sentencia del TEDH –y más si resulta condenatoria para España– en libertad que en prisión.
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