Josep Rull, proclamado presidente del Parlament con los votos de Junts, ERC y la CUP

Oriol Solé Altimira

Barcelona —

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El exconseller y diputado de Junts per Catalunya Josep Rull ha sido escogido este lunes presidente del Parlament gracias a los votos de su grupo, de ERC y la CUP. Rull se convierte así en la segunda autoridad de Catalunya pese a que el independentismo ha perdido la mayoría absoluta.

Rull, uno de los históricos de Convergència, ha salido escogido en segunda votación con 59 apoyos (los 35 diputados de Junts, los 20 de ERC y los 4 de la CUP) después de que en la primera ningún candidato obtuviera la mayoría absoluta. El independentismo, además, ha logrado mantener la mayoría absoluta de la Mesa, que queda conformada por dos miembros de Junts, dos de ERC y tres del PSC.

La republicana Raquel Sans será la nueva vicepresidenta primera de la Cámara, mientras que la segunda recaerá en el socialista David Pérez. Las cuatro secretarías las ocuparán Glòria Freixa (Junts), Juli Fernàndez (ERC), Rosa Maria Ibarra (PSC) i Judith Alcalá (PSC).

El pacto entre independentistas es de mínimos y únicamente para impedir que la Cámara sea presidida por el PSC, ya que en la primera votación ERC y la CUP han votado en blanco y solo en la segunda han apoyado a Rull. De haberse repetido el voto en blanco de los dos grupos independentistas de izquierda en la segunda votación, la presidenta del Parlament hubiera sido la socialista Sílvia Paneque.

Junts, ERC y la CUP logran así capitalizar sus parlamentarios en la Cámara pese a que, por primera vez desde la recuperación de la democracia, el nacionalismo no dispone de la mayoría absoluta del Parlament. La negativa de ERC a abordar un pacto de izquierdas con PSC y Comuns y el rechazo del bloque contrario al procés a explorar un candidato alternativo han permitido al independentismo mantener la segunda autoridad de Catalunya.

Fuentes de los Comuns han explicado que su objetivo era lograr un pacto de izquierdas que no se ha conformado. Y han rechazado avalar una operación similar a la que permitió a Jaume Collboni ser alcalde de Barcelona (con los votos de Comuns, PSC y PP) porque, a su juicio, cortocircuitaría las opciones de un pacto de izquierdas para investir a Salvador Illa.

La votación para escoger la nueva presidencia del Parlament, las dos vicepresidencias y las cuatro secretarías de la Mesa de la Cámara catalana marca la apertura de la legislatura. La segunda autoridad de Cataunya tiene un relevante papel institucional, pues es la encargada de proponer al candidato a la presidencia de la Generalitat para someterse a un debate de investidura que debe celebrarse, como máximo, el 25 de junio.

Antes de esta fecha, el nuevo presidente del Parlament celebrará una ronda de consultas con los líderes de los grupos parlamentarios para proponer a un candidato a la investidura. El primer intento se lo disputan el jefe de filas del PSC y ganador de las elecciones, Salvador Illa, y el líder de Junts, Carles Puigdemont, que no tira la toalla pese a la pérdida de la mayoría absoluta independentista.

Tanto en la votación para la Mesa como la investidura resultará clave el papel de ERC, que afronta ahora otro dilema para la investidura. Los republicanos, inmersos en una crisis interna tras perder 13 diputados el 12M, deben decidir si facilitan una investidura de Illa o provocan un bloqueo que precipite la repetición electoral en Catalunya. Aunque optaran por apoyar primero a Puigdemont, su investidura resultaría fallida ante la falta de mayoría independentista.

En caso de que el candidato no logre la mayoría absoluta en primera votación, ni la mayoría simple en un segundo intento 48 horas después, se abrirá un periodo de dos meses en el que podrán celebrarse todos los debates de investidura necesarios para aupar a un nuevo inquilino de la Generalitat. Si tampoco prosperasen, Catalunya se vería abocada a una repetición electoral en octubre.

Defiende la “inviolabilidad” de los diputados

En su primer discurso tras ser nombrado president, Rull ha reivindicado la libertad de los diputados para poder “expresar opiniones” y “ejercer libremente su voto”, en clara referencia a los parlamentarios independentistas encausados durante los últimos años. “Se tiene que poder hablar de todo y debatir de todo sin la presión de ningún otro poder público ni la amenaza de ser privado de libertad”, ha señalado.

Rull ha avisado de que su presidencia sera “especialmente sensible” con dar voz a los diputados que todavía tienen procesos judiciales abiertos, destacando el caso de Carles Puigdemont, Lluís Puig y Rubén Wagensberg, todavía en el extranjero pendientes de la aplicación de la ley de amnistía.

“Con toda solemnidad, les quiero trasladar que la mesa de este Parlament garantizará el principio de inviolabilidad parlamentaria”, ha asegurado. “Ningún diputado puede ser perseguido por expresar opiniones o ejercer libremente su voto. Desde esta presidencia insistiremos en esto de manera intensa”, ha remachado.