Joven, con formación universitaria y americano, el perfil de migrante que llega a Barcelona
De entre 30 y 35 años, con un alto perfil formativo y procedente de algún país del continente americano. Así es el perfil de persona migrada que llegó a Barcelona en 2022, según los datos del padrón que ha publicado el Ayuntamiento. De esta manera, los americanos dieron el sorpasso y, por primera vez, fueron más que los europeos. Otro dato que destaca es que casi la mitad (46,7%) de migrantes que se establecieron en la ciudad el pasado año tienen título universitario.
Esta cifra es la más alta registrada y supera en 3,5 puntos la media de 2021. Los recién llegados que tienen un perfil formativo elevado son, sobre todo, de América del Norte (77%) y Australia o Nueva Zelanda (74%). Por su parte, el 65% de migrantes europeos tienen titulación universitaria.
“Barcelona tiene un contexto económico favorable, con tasas de crecimiento de entre el 5% y el 6%. Crea 85.000 lugares más de trabajo que los que existían hace dos años”, explica Maria Jesús Calvo, responsable del departamento de estadística del Ayuntamiento de Barcelona.
De hecho, estas cifras corroboran la narrativa de que Barcelona atrae talento y contrarresta el discurso extendido desde hace más de una década que ataba la migración con el empleo de baja cualificación. Entre 2019 y 2022, la mitad de empleos nuevos creados en Catalunya fueron ocupados por extranjeros, según un informe de la Cambra de Comerç de Barcelona. Se trata de una tendencia que va al alza: el pasado año se concedieron un 29% más de permisos de trabajo que en 2019.
La mayoría de nuevos empleos creados desde la pandemia obedecen a necesidades en el sector digital, tecnológico o de la salud. En estos ámbitos, la presencia de trabajadores extranjeros es elevada, tal como lo demuestra el hecho de que el 40% de las nuevas altas en el colegio de médicos de Barcelona pertenezca a personas nacidas fuera de la Unión Europea.
Muchos de estos recién llegados ya vienen con un empleo que lleva su nombre. Pero si no es así, encontrar trabajo no es igual para todos. Hay títulos universitarios que se deben homologar, como es el caso del de Medicina, Psicología, Derecho o Arquitectura. Y España cuenta con muy pocos convenios bilaterales que permitan hacer el trámite de manera automática, con lo que el proceso para hallar un empleo puede ser largo. Siguiendo con el ejemplo de los médicos: los facultativos pueden tardar hasta ocho años en convalidar su título.
Un cambio en la demografía de Barcelona
La creciente llegada de personas extranjeras a Barcelona está cambiando las características de la ciudad. Por ejemplo, en 2022 ha aumentado el nivel formativo puesto que el porcentaje de barceloneses de más de 16 años con titulación superior es del 35%, frente al 43,2% de migrantes que tienen titulación.
Otro punto a destacar es que son los responsables de que el número total de habitantes de Barcelona no baje. En 2022 el saldo vegetativo (el resultado de restar las muertes a los nacimientos) ha sido negativo, pero la llegada de migrantes ha permitido que el padrón de la ciudad creciera un 1,2%, después de dos años de pérdidas.
La población migrada no sólo colabora a la estabilización demográfica a través de las nuevas llegadas, sino también a través de la natalidad. Barcelona registra los datos de nacimientos más bajos desde 1900 debido al descenso notable de los partos entre mujeres locales. En cambio, los nacimientos en familias de origen extranjero suponen un 27,3% del total, 6 puntos más que en 2015.
Esta realidad va modificando poco a poco la demografía de Barcelona. Tanto, que las personas de nacionalidad extranjera han llegado al máximo en la historia reciente, representando el 31,3% del total. Las personas nacidas en la ciudad nunca habían sido menos de la mitad de sus habitantes (47,6%). El 21,1% restante corresponde a personas españolas, pero nacidas fuera de la capital catalana.
Barcelona se caracteriza por su diversidad racial, llegando en 2022 a acoger a personas de 177 nacionalidades distintas. Las más numerosas siguen siendo la italiana, la colombiana, la pakistaní y la china. Pero el pasado año, las nacionalidades que aportaron más migrantes a Barcelona fueron Colombia, Perú, Ucrania, Venezuela, Argentina, Honduras y Rusia. “Aparte de la situación bélica de Ucrania, el resto de estos países tienen contextos sociales, económicos y políticos turbulentos”, especifica Calvo.
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