El juez Manuel García Castellón ha citado para el próximo martes 14 de mayo, dos días después de las elecciones catalanas y la jornada en que la mayoría del PP en el Senado rechazará la ley de amnistía, a dos de los policías heridos durante los altercados del procés que el magistrado cree que permiten excluir la causa de Tsunami Democràtic del olvido penal del procés.
Con la citación de los testigos, el juez da un nuevo paso en la instrucción de la causa después de que pidiera a los independentistas imputados sus direcciones para proceder a sus citaciones como imputados, si bien la marcha a Suiza de varios de ellos dio al traste con las intenciones del instructor.
Los dos policías que el juez ha citado como perjudicados fueron heridos de gravedad durante los altercados en la plaza Urquinaona de Barcelona el 18 de octubre de 2019, en la jornada de mayores disturbios que siguieron a la sentencia del procés. Se da la circunstancia de que, pese a que la protesta de ese día no fue convocada por Tsunami Democràtic, el juez vincula igualmente a la plataforma con los altercados y los heridos.
Desde que reactivara la instrucción del caso en noviembre del año pasado, coincidiendo con las negociaciones de la ley de amnistía, el juez ya ha dejado escrito en varios de sus autos que cree que la causa Tsunami puede quedar excluida de la norma. Entre otras razones, precisamente por las lesiones de los policías (que pidieron ejercer la acusación en Tsunami también a finales de 2023, no hace cuatro años cuando se abrió la causa, y nunca se querellaron en los juzgados de Barcelona para hallar al autor material de sus lesiones).
Según expuso en noviembre el juez, el supuesto de la pérdida o grave deformidad de un órgano, como las lesiones que presentan los agentes, es uno de los que quedan “excluidos” de la ley de amnistía. En otra palabras: las lesiones graves de los policías son lo que permitirían no incluir la causa de Tsunami en la ley de olvido penal del procés, a juicio de García Castellón.
La defensa de los dos agentes, que ejerce el despacho Fuster-Fabra, recibió un espaldarazo a su tesis de que las lesiones tenían un origen terrorista con el auto del Tribunal Supremo que se abrió a investigar el caso Tsunami como una especie de 'kale borroka'.
Ambos agentes, que fruto de las lesiones ya no pueden ejercer de antidisturbios, ya han pedido al Ministerio del Interior ser reconocidos como víctimas del terrorismo pese a que la causa de Tsunami todavía está en instrucción.
El primero de los agentes fue herido tras recibir el impacto de un objeto sobre el lado derecho de su casco, lo que provocó que cayera al suelo desplomado y perdiera el conocimiento. El segundo sufrió una fractura en el radio de su brazo derecho y, tras varias intervenciones quirúrgicas, fue jubilado a la edad de 45 años.