El juez guardia de Barcelona ha enviado esta pasada madrugada a prisión provisional a los ocho detenidos por los Mossos d'Esquadra en relación con los altercados que se produjeron el pasado sábado en la ciudad y en los que intentaron quemar un furgón de la guardia urbana con un agente dentro.
Según ha informado el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya, el magistrado ha acordado prisión provisional para los ocho detenidos, cinco hombres y tres mujeres. Seis son de nacionalidad italiana, una francesa y otra española. La causa está abierta por los delitos de homicidio de grado de tentativa, atentado a agentes de la autoridad, desórdenes públicos, daños, manifestación o reunión ilícita y pertenencia a grupo criminal.
El magistrado da el visto bueno a la investigación de los Mossos d'Esquadra, que este lunes explicó que los arrestados actuaron “conjuntamente y con un grado de violencia muy elevado”, atacando entidades bancarias, tiendas, mobiliario y quemando un vehículo de la Guardia Urbana de Barcelona tras la manifestación del sábado por la libertad del rapero Pablo Hasel y los derechos sociales.
Los ocho arrestados “forman parte de un grupo organizado que lideró los actos vandálicos más graves”, explicaron los Mossos. La policía argumenta el delito de organización criminal, que por el momento el juez no ha confirmado su atribuye a los arrestados, en que actuaron “de manera conjunta” y organizada para quemar la furgoneta de la Guardia Urbana, en cuyo interior estaba el agente conductor del vehículo, que pudo escapar por la puerta del copiloto sin sufrir daños personales. De los ocho arrestados, seis son de nacionalidad italiana, uno francesa y uno española.
El conseller de Interior, Miquel Sàmper, desveló este lunes que de la quincena de detenidos en los incidentes del pasado fin de semana en Barcelona siete eran de un grupo anarquista que actuaba con violencia. Finalmente, según los Mossos, de los trece detenidos el pasado sábado en los disturbios en las protestas por el encarcelamiento del rapero Pablo Hasel, ocho formaban parte de este grupo organizado que supuestamente lideró los actos vandálicos más graves ocurridos en la capital catalana.
La policía ha explicado que actuaban siempre en grupo, ya que mientras algunos realizaban la acción vandálica el resto les protegían y les daban cobertura y la vía de salida para evitar su detención, según la policía catalana. Los Mossos han detallado además que los ocho detenidos tomaban medidas de seguridad y autoprotección para evadir la acción policial, con lo que aprovechaban la gran cantidad de personas congregadas para promover la acción violenta y generar la máxima confusión posible para dificultar la acción por parte de la policía.
Ante esta situación, los Mossos desplegaron el pasado sábado un dispositivo específico para poder neutralizar a este grupo, lo que acabó con la detención de siete de sus supuestos integrantes, a los que posteriormente se añadió un octavo. Tras las detenciones, agentes de la Comisaría General de Información de los Mossos registraron este lunes dos naves industriales ocupadas situadas en Canet de Mar y Mataró, en la comarca barcelonesa del Maresme, en presencia de los arrestados, para recoger pruebas e indicios que los relacionen con su supuesta trayectoria delictiva.