Dos juzgados pueden terminar investigando en paralelo la supuesta trama rusa del procés. El juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón ha acordado pedir a la Comisaría General de Información de la Policía Nacional que le informe sobre la presencia en Catalunya de “espías rusos”, tal y como solicitaron dos agentes personados como acusación del caso Tsunami. Se da la circunstancia que el mismo juez ya cerró en 2020 unas pesquisas sobre la influencia rusa en el proceso soberanista.
En una providencia, a la que ha tenido acceso elDiario.es, el juez acepta la petición de los dos agentes heridos, en lo que supone una nueva línea de investigación sobre la supuesta influencia rusa en el proceso soberanista, que ya instruye desde hace tres años el juez de Barcelona Joaquín Aguirre.
El juez García Castellón ya mantuvo abiertas unas pesquisas en 2020 sobre la presencia de agentes rusos en Catalunya, pero las cerró a petición de la Fiscalía, tal y como explicó en exclusiva este diario.
El sumario de ese caso reveló que el paso por Barcelona de un general de la Inteligencia militar rusa era solo una pata de una investigación más amplia y que pretendía indagar en presuntos vínculos de Moscú con una serie de independentistas. A diferencia de la causa que investiga el juez Aguirre, cuya Policía Judicial es la Guardia Civil, en las pesquisas de la Audiencia Nacional ese papel lo tuvo la Policía Nacional, a la que ahora García Castellón ha vuelto a pedir un informe sobre la trama rusa.
En febrero de 2024, dos de los policías personados en noviembre de 2023, en plenas negociaciones de la ley de amnistía, como acusación particular en la causa Tsunami Democràtic por las lesiones sufridas en los altercados producidos en Barcelona en 2019, pidieron al juez García Castellón que abriera una nueva investigación sobre la trama rusa.
El escrito de los policías, a los que representa el despacho Fuster-Fabra Abogados, se basó en noticias de prensa y añadió que no se ha encontrado ningún informe policial en la causa relacionado con “supuestas operaciones encubiertas de los miembros del servicio de inteligencia militar de Moscú (GRU)”, por lo que era necesario pedir otro informe a la Policía, tal y como ha acordado ahora García Castellón.