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Un juez de Sabadell exculpa a la cúpula de Trapero por el 1-O pero envía a juicio a siete mandos

Un coche patrulla de los Mossos d'Esquadra

elDiario.es Catalunya

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Un juez de Sabadell (Barcelona) ha archivado la investigación a la cúpula de los Mossos d'Esquadra en la etapa del major Josep Lluís Trapero durante el referéndum del 1-O de 2017, pero ha dejado a un paso de juicio por desobediencia a la comisaria Cristina Manresa y a otros seis mandos y agentes de la región policial metropolitana norte por su “pasividad” a la hora de impedir las votaciones.

Así lo ha resuelto el titular del juzgado de instrucción número 2 de Sabadell en un auto en que concluye que es “inviable” seguir la causa contra la cúpula de los Mossos en la anterior etapa de Trapero -entre otros los comisarios Ferran López y Joan Carles Molinero-, porque cuando recibió el caso de manos de un juzgado de Cornellà (Barcelona) ya había finalizado el plazo para pedir nuevas diligencias.

Por el contrario, el juez deja a un paso de juicio a la comisaria Cristina Manresa y a otros seis mandos y agentes de los Mossos que durante el 1-O estaban adscritos a la región policial metropolitana norte de Barcelona, ya que aprecia indicios de que cometieron un delito de desobediencia grave al considerar que el “fracaso” en el dispositivo para evitar el referéndum “habría sido consecuencia del propio diseño y cumplimiento” del plan de Mossos y de la “actitud omisiva de los diferentes miembros” de la policía catalana.

El propio juez reconoce que su tesis contradice la sentencia, ya firme, de la Audiencia Nacional que absolvió al major Trapero, que concluyó que las pautas de actuación de los Mossos sí buscaban frenar la votación y en ningún momento desobedecieron la orden del TSJ catalán para impedir el 1-O.

“Podría parecer a primera vista absurdo o ilógico que, dado que ha habido un pronunciamiento firme de un órgano enjuiciador sobre tales cuestiones, el presente procedimiento deba continuar, en lugar de ser archivado”, admite el juez, para a renglón seguido indicar que como los siete mandos que ha investigado no fueron juzgados en la Audiencia Nacional junto el major sí corresponde enviarles a juicio.

Será otro tribunal, abunda el juez, el que deba “valorar si los diferentes investigados actuaron o no en estricto cumplimiento de dichas pautas, si su supuesta pasividad u omisión se debía exclusivamente a tal cumplimiento o a la falta de recursos materiales o humanos o a otros motivos”. Todo ello pese a admitir el juez que la Audiencia Nacional no encontró “elementos de delito alguno”, no consideró que, en general, las pautas fuesen “una mera fachada formal de cumplimiento fingido” ni estimó que hubiese habido una “omisión contumaz” de los Mossos respeto a las órdenes del TSJC de impedir el 1-O.

La causa que el juez de Cornellà abrió contra la cúpula de Trapero -en paralelo a la de la Audiencia Nacional en que el major acabó absuelto-, se dirigía también contra el comisario jefe de la Comisaría de Planificación de Seguridad, Emili Quevedo; el comisario de la Prefectura Xavier Gàmez; la jefa de asesoramiento jurídico, María Paz Martí; el intendente de la comisaría superior de coordinación central, Antoni Verger, y el jefe de la división técnica de planificación de la Seguridad, Amadeu Domingo.

Ferran López -que asumió el mandato de los Mossos tras la destitución de Trapero al aplicarse el 155 el 27 de octubre de 2017- y Joan Carles Molinero son dos de los comisarios de más confianza del mayor, que una vez restituido al frente de la policía catalana, el pasado 12 de noviembre, los ha vuelto a aupar a la cúspide. Ambos avalaron en sus declaraciones el alegato del mayor de que hicieron todo lo que pudieron para evitar el 1-O, pidieron al Govern que lo desconvocara por el riesgo de incidentes y planearon la detención del ejecutivo catalán tras la DUI.

El juez de Sabadell argumenta en su auto que no puede seguir adelante en la investigación contra la cúpula de los Mossos porque cuando recibió el caso de manos de un juzgado de Cornellà -que se lo remitió después de intentar sin éxito inhibirse a la Audiencia Nacional-, había finalizado el plazo para acordar nuevas diligencias, sin que los imputados hubieran sido ni siquiera interrogados.

Precisamente, el juez opta por dejar a Manresa, a su número dos en la región, Xavier Creus, al jefe y subjefe de la sala regional de la zona, al jefe de la comisaría de Santa Perpètua de Mogoda (Barcelona) y a dos agentes a las puertas de juicio porque opina que corresponde al tribunal competente determinar si las pautas y la actuación de los Mossos para impedir el 1-O “era una mera apariencia formal” que “en verdad” buscaba el “incumplimiento” de las órdenes judiciales.

“Las pautas se diseñaron como una simple fachada de cumplimiento”, apunta el juez, que subraya que se trataba de órdenes “inidóneas para ejecutar de modo eficaz las instrucciones del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya”, de lo que, a su parecer, eran conscientes tanto quienes las habrían diseñado como los mandos a los que les fueron transmitidas.

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