La jueza exculpa a la periodista imputada por grabar la protesta climática en el Museo Egipcio de Barcelona

Oriol Solé Altimira

Barcelona —

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La jueza de Barcelona que investiga la protesta contra el cambio climático en el Museo Egipcio de Barcelona organizada por la plataforma Futuro Vegetal ha decidido archivar el caso a dos de los cuatro imputados. Una de las exculpadas es la periodista que grabó cómo los activistas rociaban con un líquido que simulaba petróleo una vitrina con un sarcófago y varias fotografías.

En un auto, al que ha tenido acceso elDiario.es, la magistrada Carmen García acuerda dar carpetazo a la causa contra una de las activistas de Futuro Vegetal que estuvo en la protesta en el museo pero no vertió el líquido contra la vitrina así como contra la periodista que documentó la protesta y que terminó investigada.

La imputación de la periodista, defendida por el letrado Xavier Iniesta, se produjo a raíz de un atestado de los Mossos d’Esquadra que desmintió que la joven cubriera la acción como informadora. La policía consideró como un elemento incriminatorio que la informadora fuera, a juicio de los agentes, una activista.

En base a los mensajes contra el cambio climático en sus redes sociales personales, la policía autonómica vinculó a la periodista con la “plataforma radical social” Futuro Vegetal, pese a que en su declaración la joven adujo que su papel en la protesta se limitó a ser convocada por la entidad para cubrirla, al igual que otros dos informadores presentes en el Museo Egipcio y que han declarado como testigos.

El distinto trato procesal entre los tres profesionales se debió al estudio de las redes sociales de todos ellos realizado por los Mossos d’Esquadra. La policía autonómica concluyó que los dos fotógrafos no tenían “ninguna publicación ni directa ni indirecta” en sus redes relacionada con Futuro Vegetal, por lo que considera su presencia en el Museo Egipcio “fruto de su profesión”, al contrario que la joven.

La magistrada no entra a valorar si la joven estuvo en la protesta como periodista o como activista, pero enmienda a los Mossos al descartar que pueda ser autora de un delito de daños o contra el patrimonio, toda vez que en ningún momento vertió líquido alguno y se limitó a grabar la protesta.

“El apoyo, simpatía o pertenencia al movimiento activista, ya sea exhibiendo pancartas durante la acción o grabando y difundiendo el acto vandálico no las convierte en coautoras”, razona el auto, que destaca además que los otros dos miembros de Futuro Vegetal que permanecen investigados negaron un “concierto de voluntades” con las dos exculpadas.

“Se puede descartar” que la periodista o la activista encausadas tuvieran un papel relevante penalmente gracias a las imágenes de las cámaras de seguridad y al relato de los dos investigados que sí participaron en el vaciado de líquidos en paredes y vitrinas del museo y causaron desperfectos, concluye la jueza.

El caso de esta periodista de Barcelona se había unido al de Madrid, donde dos colaboradoras del diario ‘El Salto’ fueron detenidas y permanecen imputadas. La jueza atribuyó a las dos informadoras los mismos delitos que a las activistas que pegaron sus manos a 'Las Majas' de Goya en el Museo del Prado, lo que encendió las alarmas ante la desprotección que supone para el derecho a la información.

Los hechos ocurrieron de forma similar en Madrid y Barcelona. En el contexto internacional de protestas en museos contra el cambio climático, Futuro Vegetal avisó a varios periodistas para que cubrieran las acciones, tal y como suele ocurrir en actos de desobediencia civil, okupaciones o protestas en sedes gubernamentales o empresariales.

Pendientes de cuantificar los daños

La Fiscalía y la acusación particular que ejerce el Museo Egipcio pueden recurrir el archivo del caso contra dos de los cuatro investigados. Los otros dos, los activistas que ejecutaron materialmente la protesta, sí tienen más números para ser enviados a juicio. La cuestión es si solo por un delito de daños o también por otro contra el patrimonio.

Los activistas irrumpieron en el centro y rociaron con mermelada una vitrina que contenía un sarcófago supuestamente de 2.700 años de antigüedad con una momia en su interior, así como unas fotografías de Harry Burton sobre las excavaciones de la tumba del faraón Tutankhamon. También desplegaron una pancarta con el mensaje: “COPCA COLA +2.5º”, en una crítica a la cumbre COP27 contra el cambio climático que se celebró hace un año en Egipto y que patrocinaba la marca de refrescos.

La instrucción del caso está prácticamente determinar los daños ocasionados en el sarcófago. El Museo Egipcio no ha concretado todavía si el sarcófago dañado por la acción de Futuro Vegetal es una réplica o es real, lo que resulta clave para que prospere el delito sobre el patrimonio histórico. Fuentes jurídicas han explicado que la acusación del centro ha pedido a la jueza que un conservador del propio Museo sea el encargado de valorarlo.

La cuantificación provisional de los daños por parte del Museo ha ido menguando a medida que avanzaba el caso. En un primer momento el centro los cifró en 25.000 euros, de forma provisional, incluyendo incluso las horas trabajadas el domingo posterior a la protesta por la directora del Museo. En un segundo informe preliminar, el Museo cuantificó los daños en unos 16.000 euros. El peritaje definitivo sobre los daños está pendiente de realizarse.