Si es fan de Pasapalabra, no se preocupe (por ahora). Este martes podrá seguir disfrutando con la rivalidad entre Orestes y Jaime. Pero el futuro del programa ha vivido un capítulo definitivo y crucial, que no versa sobre adivinar palabras sino sobre derechos de propiedad intelectual. Un juez de Barcelona decidirá en las próximas semanas si Antena 3 debe mutilar del exitoso concurso su prueba más popular, 'El Rosco', el duelo final en el que se enfrentan los dos contendientes por el bote millonario.
Es la última etapa del intrincado periplo judicial que ha seguido el conocido programa de televisión y que ahora enfrenta a la productora holandesa MC&F contra Atresmedia –grupo al que pertenece la cadena Antena 3– por los derechos de propiedad intelectual de 'El Rosco'. El juicio de este martes ante el juez de lo mercantil 8 de la capital catalana ha sido una mezcla de jerga jurídica sobre derechos de propiedad y un viaje a Italia y a los orígenes del programa en el país transalpino, allá por 1999.
El grupo Atresmedia alegaba (y el juez le dio la razón al principio) que la vista no debía celebrarse porque el asunto ya quedó zanjado por el Tribunal Supremo en 2019, cuando el Alto Tribunal sentenció que Telecinco debía cesar de inmediato la emisión de Pasapalabra, que volvió a Antena 3, cadena en la que se había empezado a emitir en el año 2000. Es decir, que la paternidad de 'El Rosco' ya era una 'cosa juzgada', uno de los motivos que impiden la repetición de juicios.
Sin embargo la Audiencia de Barcelona corrigió al juez y rechazó que la paternidad de 'El Rosco' fuera una 'cosa juzgada', ya que en el pleito con Telecinco con la empresa inglesa creadora del formato, ITV, la productora holandesa MC&F no intervino. Por lo tanto los jueces ordenaron que se produjera el juicio celebrado finalmente este martes, un año y nueve meses después de que la empresa holandesa demandara a Atresmedia.
El objeto del pleito, que tiene repercusiones económicas millonarias, es quién tiene derecho a emitir 'El Rosco'. A nadie se le escapa que la prueba final es vital para el éxito de todo el programa. Según la productora, la dueña es MC&F en tanto que creadora original, pues 'El Rosco', a su juicio, tiene derechos de propiedad propios al margen de los del programa. En consecuencia, exige que la Justicia le reconozca la propiedad intelectual de la prueba final, prohíba su emisión a Antena 3 y se la indemnice por daños y prejuicios. Pero para Antena 3 los derecho de 'El Rosco' están incluidos en el conjunto de la emisión de 'Pasapalabra'.
En la vista han declarado cuatro testigos. Tres de ellos productores y abogados italianos que participaron en la importación del concurso al país transalpino. El último ha sido el secretario general de Mediaset, grupo al que pertenece Telecinco, Mario Rodríguez Valderas. El directivo ha reconocido que, cuando Mediaset compró Antena 3 el programa en 2007, la creadora del formato, la productora inglesa ITV, “aparentó tener los derechos” de todo el concurso, pero luego resultó que algunas partes, como 'El Rosco', no eran de su propiedad.
Rodríguez Valderas también ha expuesto al juez las repercusiones millonarias del pleito, pues ha explicado que la parte del concurso en la que los anunciantes estaban más “interesados” era sin duda alguna 'El Rosco'. A preguntas del abogado de Atresmedia, Rodríguez Valderas ha negado que Mediaset mantenga una alianza con MC&F en los distintos pleitos que tiene abiertos contra ITV en Italia y España por la paternidad de 'El Rosco' .
A la cuestión de si Telecinco tiene interés en volver a emitir Pasapalabra, el directivo ha señalado que la respuesta a esa pregunta corresponde al director de programación de la cadena, aunque ha añadido: “Tenemos interés en emitir cualquier programa que acapare la audiencia”.
En la misma línea, el productor italiano de Pasapalabra, Andrea Olcese, ha señalado que 'El Rosco' era la prueba clave del concurso para lograr el máximo de audiencia antes de los informativos vespertinos, lo que garantizaba el éxito del programa. “Passaparola necesitaba de un juego final muy fuerte para atraer a la gente al Telegiornale”, ha dicho Olcese en italiano, perfectamente traducido por la intérprete judicial.
Sobre la cuestión nuclear del pleito (quién tiene los derechos de 'El Rostro'), Olcese ha extenuado al tribunal con testimonios de cenas con distintas productoras y compras por Milán y Cannes, negociaciones de un tiempo “en los que no existía el mail, solo el fax”, y sabios consejos sobre el mundo de la televisión —“en el mundo del 'business' no me fiaría ni de mi hermana”.
Con todo, Olcese ha reconocido que negoció con MC&F, porque, según la metáfora que ha expuesto, Pasapalabra “era un tren con varios vagones y 'El Rosco' era su locomotora”. En otras palabras, su parte fundamental. El segundo testigo, el directivo Fabrizio Battocchio, ha empleado la misma comparación ferroviaria y ha afirmado que 'El Rosco' era “uno de los vagones” de Pasapalabra, es decir, que era un producto distinto respecto al conjunto del programa.
Pero la abogada Laura Miccoli, que negoció entre Mediaset y la antecesora de ITV, ha declarado que no recordaba que hubiera sido necesario realizar un nuevo contrato al margen del original para poder emitir 'El Rosco' en Italia. El juicio ha quedado visto para sentencia.