Junts diseña su congreso para evitar votos internos de castigo a la espera del anuncio de Puigdemont
Un partido a la espera de su líder. Así afronta Junts su congreso del último fin de semana de octubre. La formación aguarda que Carles Puigdemont anuncie que quiere presidir formalmente la formación para rubricar orgánicamente su liderazgo político incontestable. El cónclave se ha diseñado para poner facilidades a la coronación del expresident y minimizar las opciones de un debate interno sobre liderazgos.
El precedente es reciente. Las votaciones del último congreso de 2022 fueron individuales para cada cargo de la dirección, lo que provocó que algunos miembros del sector afín a Laura Borràs (actual presidenta del partido con pocas opciones de repetir tras ser condenada por corrupción) no obtuvieran los apoyos necesarios y tuvieran que ser rescatados posteriormente por la dirección.
Solución para el congreso de 2024: la dirección se votará mediante listas cerradas y bloqueadas, que impedirán los votos de castigo interno. También se suprime el requisito de seis meses de militancia para optar a cargos con el objetivo de abrir las puertas a independientes.
Los dos partidos catalanes que invistieron a Pedro Sánchez afrontan sus congresos de este otoño con la misma pérdida de poder institucional, pero con una situación orgánica opuesta: mientras en Junts nadie discute el liderazgo de Puigdemont y se espera un anuncio del expresident sobre si presidirá el partido, ERC vive una guerra civil entre los partidarios de Oriol Junqueras y Marta Rovira que corre el riesgo de alargarse incluso después del cónclave del 30 de noviembre.
Un mes antes será el congreso de Junts, que se prevé mucho más plácido a nivel organizativo y político. El diseño del encuentro que ha realizado la dirección de Junts prioriza de forma clara el debate sobre las ponencias al de los liderazgos, que se sustanciarán en una sola votación el sábado 26 de octubre sobre las listas cerradas y bloqueadas que se podrán presentar el mismo día.
Fuentes de Junts han explicado este lunes que el objetivo de su congreso es empezar el “relanzamiento independentista” tras la inédita pérdida de la mayoría en el Parlament. Para ello el partido se propone “rebajar las hostilidades” con ERC, según consta en uno de los documentos de las ponencias que se enviarán este miércoles a la militancia y que se debatirán entre los afiliados a lo largo del mes de octubre antes de votarse en el congreso.
La mano tendida a ERC, por un lado, se combina, por el otro, con la intención clara de reafirmar la hegemonía sobre los republicanos en el terreno independentista. Junts se presenta como la “alternativa clara al gobierno tripartito” de Salvador Illa, y quiere ser el “partido de referencia” en el soberanismo, abriéndose incluso a independientes y a militantes de otras formaciones.
Inmigración e impuestos
No se presentan en las tres ponencias del partido (organización, modelo de país y estratégica) grandes giros en las políticas tradicionales de Junts. El partido apuesta por seguir en el centroderecha a nivel económico mediante la “supresión completa” del impuesto de sucesiones y la “bonificación” el impuesto de sociedades en aquellos casos en que se reinviertan los beneficios.
Tras pactar con el PSOE un traspaso de competencias de difícil materialización, Junts insiste en priorizar el debate migratorio ante la competencia en la materia de la extrema derecha de Aliança Catalana. “La inmigración con las herramientas adecuadas es una oportunidad, pero si no se poseen las herramientas y competencias es un riesgo para la cohesión social”, sostienen fuentes del partido.
La ponencia plantea la creación de una agencia catalana de inmigración, una vez se formalice el traspaso de competencias. Se trataría, según fuentes de Junts, de un ente “bilateral” que permitiría “la fijación de cuotas y condiciones de llegada” o la puesta en marcha de “políticas de integración” a través de la lengua. “Es deber de la persona que viene saber y usar el catalán, pero es un derecho a que se le faciliten cursos”, han dicho fuentes del partido.
Sobre los pactos con el PSOE, fuentes de Junts han indicado que no quieren introducir en el congreso un “cambio sustancial” al pacto con los socialistas que facilitó la investidura de Sánchez. Esto es, que Junts no forma parte de ningún bloque y que el PSOE tendrá que buscar sus votos para cada proyecto legislativo. Los acuerdos los tendrá que validar el Consejo Nacional de Junts.
El liderazgo de Puigdemont, a la espera de formalizarse a nivel orgánico, se volverá a demostrar esta semana: el expresident y actual diputado de Junts ha citado este miércoles y jueves al grupo parlamentario y a la dirección del partido en Waterloo (Bèlgica) para preparar el debate de política general. Puigdemont sigue como diputado aunque anunció que si no era president se retiraba. Por ahora no ha solicitado las prerrogativas a las que tiene derecho como jefe de la oposición.
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