Junts y ERC han mostrado su intención de contabilizar el voto de los dos diputados independentistas que permanecen en el extranjero, Carles Puigdemont y Lluís Puig, en la sesión constitutiva de la legislatura el próximo lunes que escogerá a los integrantes de la Mesa del Parlament. La decisión de los partidos colisiona con el criterio del Tribunal Constitucional (TC), que esta semana anuló la delegación de voto de Puig que operó durante la última legislatura.
El Constitucional tumbó la normativa transitoria del Parlament que permitió que el exconseller Lluís Puig, en Bélgica desde 2017, pudiera votar telemáticamente durante toda la legislatura pasada. La resolución llegó a pocos días de la votación para formar una nueva Mesa del Parlament y con Carles Puigdemont y el propio Puig pendiente de poder votar con el mismo sistema ahora anulado.
Más allá de que ambos diputados electos puedan terminar sin ejercer una de sus funciones, que Puigdemont y Puig no empleen el televoto este lunes no tiene grandes efectos prácticos a la hora de conformar mayorías. Sin sus dos votos, la suma de Junts, ERC y la CUP en la que trabaja el independentismo para tener mayoría en la Mesa tendría 57 apoyos, que serían once más que los 48 que alcanzan PSC y Comuns, pero seis menos si a la ecuación de estos dos últimos partidos se le suma el PP.
Los encargados de permitir la delegación de voto de Puigdemont y Puig serán los dos integrantes independentistas de la Mesa de Edad, Agustí Colomines (Junts) y Mar Besses (ERC). Previsiblemente también permitirán delegar el voto a Ruben Wagensberg (ERC), pero su caso es distinto, ya que aunque permanece en Suiza por la causa Tsunami Democràtic, está de baja médica, uno de los supuestos que sí habilitan a delegar el voto.
En una entrevista con Europa Press, el candidato de Junts a las elecciones europeas, Toni Comín, ha dado por hecho que contabilizarán el voto de Puigdemont y Puig en la constitución del Parlament del lunes. Para Comín, la decisión de su formación es lo que corresponde hacer en base a lo que decidieron los ciudadanos en las elecciones catalanas del 12 de mayo: “Aquí votará todo el mundo que deba votar y la Mesa de Edad aceptará estos votos”.
“Los números me dicen que sí habrá una Mesa independentista. Después el TC ya decidirá lo que convenga, pero mientras tanto se habrá votado y la Mesa de Edad habrá aceptado los votos”, ha añadido.
En un comunicado, ERC ha abogado por “poder contabilizar el voto de los tres exiliados el lunes para evitar que el TC pueda torpedear, por ejemplo, los votos para conseguir una Mesa antirrepresiva”.
Los republicanos han defendido “el derecho a voto de los tres diputados electos que están en el exilio”, por lo que, “de la misma manera que lo defendió Ernest Maragall” como presidente de la Mesa de Edad en la sesión constitutiva de 2021, ERC considera que “hay que aceptar su voto cuando se configure el nuevo Parlament”, si bien en el caso de la pasada legislatura las delegaciones de voto eran mayoritarias por la pandemia.
Por su lado, el candidato de los Comuns a las elecciones europeas, Jaume Asens, se ha mostrado partidario de que ERC presida la Mesa del Parlament la próxima legislatura, aunque no en virtud de un acuerdo entre independentistas sino fruto de un pacto entre socialistas, republicanos y comuns.