Los Mossos d'Esquadra están más cerca de poder usar pistolas eléctricas. Todos los grupos parlamentarios salvo Catalunya Sí Que es Pot y la CUP han avalado el uso por parte de la policía catalana de este armamento, también conocido como pistolas Taser por el nombre de una de las empresas que las comercializa. Junts pel Sí y el PP van un paso más allá y defienden que los Mossos puedan usar las Taser en supuestos vetados por el Consejo de Europa y la ONU. Pese a que los organismos internacionales de Derechos Humanos piden evitar el uso de las Taser en personas intoxicadas por el alcohol u otras drogas así como contra enfermos mentales, JxSí y PP sí lo ven justificado al tratarse de situaciones de “riesgo alto” para los agentes y terceras personas.
Las pistolas eléctricas son armas paralizantes que pueden emplearse en contacto directo sobre el cuerpo o mediante el lanzamiento a una distancia de 6-7 metros de dos dardos. El arma realiza una descarga de 50.000 voltios de bajo amperaje para atacar el sistema neuromuscular central y causar un colapso general momentáneo. El Parlament lleva debatiendo desde el mes de febrero la adquisición de 134 pistolas Taser por parte de la policía catalana. Después de escuchar a sindicatos, responsables políticos y mandos policiales, así como a expertos médicos y especialistas en Derechos Humanos, los grupos parlamentarios han entregado este lunes sus escritos de conclusiones, que se votarán este miércoles en la comisión de Interior del Parlament.
A juicio de JxSí, el grupo mayoritario de la Cámara que sustenta al Govern con 62 diputados, las Taser “constituyen una necesidad operativa y policial para poder afrontar situaciones críticas donde existe la obligación de actuar”. Proponen que puedan utilizarlas los jefes de turno de las unidades de seguridad ciudadana de las comisarías y los jefes de operativo de antidisturbios y de custodia de detenidos. El Comité contra la Tortura de Naciones Unidas remarca que “en ningún caso” hay que emplear las Taser en espacios de privación de libertad como cárceles y comisarías.
Junts pel Sí señala que su uso puede ser “alternativo al del arma de fuego” o para sustituir a un importante número de agentes para efectuar una reducción y una detención. En este sentido, el Comité para la Prevención de la Tortura del Consejo de Europa considera que “en ningún caso” la policía debe utilizar pistolas eléctricas para hacer cumplir una orden o efectuar una detención.
Además, los independentistas pretenden que sea el mismo agente con responsabilidad de jefe de turno (es decir, el que dispara la Taser) quien se encargue de “supervisar la actuación”. En última instancia la investigación del uso de las Taser correspondería a otra unidad policial, en este caso la División de Asuntos Internos (DAI). También plantean que la incorporación de las Taser se acompañe de la instalación de desfibriladores en los vehículos policiales.
La oposición avala las Taser salvo CSQP y la CUP
El primer grupo de la oposición, Ciutadans, también avala el uso policial de las pistolas eléctricas. Los naranjas quieren que se redacte una instrucción específica donde se diga que las Taser solo se podrán usar “en situaciones donde haya una actitud hostil hacia terceras personas o hacia los agentes y sea previsible que vaya a haber una agresión o ya se haya producido”. En general, las conclusiones de los grupos partidarios de las Taser –salvo el PSC– presentan un bajo nivel de concreción, al contrario de lo que piden el Consejo de Europa y la ONU.
Por su lado, el PSC no se opone al uso policial de las Taser si bien resalta que en ningún caso se deberían utilizar en situaciones de privación de libertad, ni en manifestaciones ni contra personas presumiblemente intoxicadas o embarazadas o con cardiopatías. Asimismo, los socialistas piden que los reglamentos que concreten las condiciones de uso de las Taser sean claros y precisos “para evitar interpretaciones amplias o laxas”.
El PP, en su escrito de conclusiones, asegura que el uso de las Taser por parte de los Mossos “es totalmente aconsejable en situación de extrema gravedad para evitar la reducción cuerpo a cuerpo”. Por contra, los populares no lo recomiendan en grandes manifestaciones o en instalaciones penitenciarias, así como contra mujeres o niños.
Solo Catalunya Sí Que es Pot y la CUP –que suman 21 diputados de los 135 que tiene el Parlament– rechazan la adquisición de pistolas eléctricas por parte de los Mossos y las policías locales catalanas. Desde CSQP destacan que en varios países la incorporación de las Taser viene acompañada de su sobreutilización. “Corremos el riesgo de que los protocolos y los reglamentos se salten sistemáticamente y su uso acabe siendo incontrolado”, advierten.
“Las pistolas eléctricas pueden suponer riesgos de muerte para las personas que reciben las descargas”, recuerda la CUP en su escrito de conclusiones. Para los anticapitalistas resulta “muy complicado” que los agentes que usen el arma puedan conocer a simple vista si la persona que recibirá el disparo de la Taser ha ingerido drogas o tiene una enfermedad cardíaca, casos en los que aumenta el peligro para la víctima de la descarga.