Catalunya tendrá una Navidad con toque de queda nocturno y reuniones de más de 10 personas prohibidas. El Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) ha autorizado las dos medidas restrictivas que le había solicitado el Govern para hacer frente a la sexta ola de la pandemia, que entrarán en vigor esta medianoche y durarán un mínimo de quince días. El auto judicial completo se puede consultar al final de esta información.
La Fiscalía se había opuesto a ambas limitaciones al considerarlas mal justificadas por el Govern y no verlas “idóneas” ni “necesarias”. Los magistrados de la Sala de lo Contencioso Administrativo del TSJC opinan lo contrario y consideran que la Agencia de Salud Pública ha descrito “de forma exhaustiva” la situación sanitaria que empuja a reclamar el toque de queda y la limitación de reuniones.
Los datos son malos y justifican la toma de medidas: la incidencia ha crecido un 28% en una semana, la transmisión comunitaria del virus está fuera de control debido a la nueva variante ómicron y el 40,47% del total de pacientes de las UCI están ingresados por COVID-19, una valoración de riesgo “muy alto”. Todo ello hace que el TSJC respalde el informe del Govern que alerta de que, si no se toman medidas, “el crecimiento exponencial de la variante ómicron colapsará los servicios sanitarios” a principios de 2022.
Es más, los jueces alertan de que el toque de queda y la limitación de personas en reuniones “podrían ser insuficientes” ya que la mismas se producen “en entornos cerrados y con elevada interacción entre las personas que asisten”.
Para los jueces ambas restricciones son “idóneas” de cara la lucha contra la propagación del virus habida cuenta del “entorno” que se genera en fechas navideñas. “La actitud jovial, aglomeración de personas, asociación a la interacción social o dificultad de mantener la distancia social con mascarilla pueden generar un mayor riesgo de contagio por la relajación de algunas cautelas”, indican los jueces.
También son “necesarias” dada la elevada incidencia del virus en Catalunya, en especial por el “azote”, en palabras de los jueces, de la nueva variante ómicron, con la que pueden darse “situaciones de super propagación”. Y además el toque de queda nocturno y prohibición de reuniones de más de diez personas son “proporcionales” ya que, argumentan los jueces, suponen una “reducida restricción de derechos” en comparación con la protección que ofrecen a la salud salud individual y colectiva y a la vida.
Además de la dos restricciones que requerían de aval judicial, esta próxima medianoche la Generalitat cerrará las discotecas y volverá a restringir aforos en interiores de bares y restaurantes (50%), así como en comercio y cultura (70%). El toque de queda nocturno durará de la 1:00h. a las 6:00h. y afectará a tres de cada cuatro catalanes.
Respaldo judicial tras la polémica con el Gobierno
Obtenido el aval judicial, Catalunya se convierte en la única comunidad que vuelve a restricciones severas en vísperas de Navidad. La decisión del TSJC supone un respaldo a la Generalitat, que este miércoles criticó con dureza la “inacción” del Gobierno frente al virus después de que el Ejecutivo central rechazara acometer más restricciones y que la única medida adoptada por el presidente, Pedro Sánchez, fuera la vuelta a la mascarilla obligatoria por la calle y el ofrecimiento para que el Ejército acelere la campaña de vacunación.
Pese a la oposición de los sectores económicos afectados, el Govern decidió la vuelta de las restricciones al constatar que la variante ómicron ha causado que la epidemia avance sin freno en Catalunya. El descontrol se ha agudizado la última semana, cuando se ha doblado el número de nuevos contagios. A fecha de 21 de diciembre, la incidencia acumulada a 14 días en Catalunya es de 672 casos por cada 100.000 habitantes (la semana anterior era de menos de 300).
La presión hospitalaria sigue aumentado: este miércoles hay 1.344 hospitalizados con COVID-19, 18 más que este martes, y las UCI han sumado 13 nuevos ingresados, hasta los 356. Según las cifras del Govern de este miércoles, se han registrado 38 nuevos fallecimientos. Las proyecciones apuntan a que Catalunya terminará 2021 con entorno a 400 personas en la UCI, que podrían superar al medio millar por Reyes.
Hace un año había 1.633 personas con COVID-19 ingresadas en los hospitales catalanes, de las que 332 permanecían en las UCI, cifra que se incrementó hasta 731 el 2 de febrero, el pico en aquella ola. Estas cifras provocaron una Navidad de restricciones: los bares y restaurantes solo podían servir cuatro horas por la mañana y a la hora de comer, y hubo toque de queda a partir de la 1:00h. tanto en Nochebuena como en Nochevieja.