El Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) no se suma a la vía abierta por su homólogo del País Vasco y mantiene las restricciones en la hostelería. El alto tribunal catalán ha rechazado adoptar las medidas cautelares para reabrir bares, restaurantes y casinos que le habían reclamado las patronales del sector en base a la decisión del TSJPV de la semana pasada. “Hoy por hoy constituiría una imprudencia alzar o relajar las medidas restrictivas, a sabiendas de las consecuencias que ello podría tener en un ámbito hospitalario sobrecargado y en permanente riesgo de colapso”, reza el auto de la sección 3a de la Sala de lo Contencioso Administrativo del TSJC.
La resolución de los jueces vascos había dado esperanzas a la restauración catalana, que confiaba en que los jueces del TSJC aliviarían las restricciones a las que el sector se encuentra sometido desde semanas: bares y restaurantes solo pueden abrir de 7.30h. a 10.30h. y de 13.30h. a 16.30h., con aforos de un máximo del 30% en el interior de los locales y de cuatro personas por mesa en las terrazas.
En su auto, los jueces argumentan que pese a que las medidas restrictivas “seguirán acarreando” pérdidas económicas “no menores” a bares y restaurantes, los perjuicios “pueden verse resarcidos con posterioridad a través de los cauces procedimentales y legales de rigor”. En cualquier caso, los magistrados remarcan que debe “prevalecer el riesgo que para la vida humana está suponiendo la pandemia” por encima de los intereses económicos del sector.
“Pese a la mejoría experimentada, la pandemia sigue constituyendo una amenaza de gravedad mayúscula, que aconseja limitar todo lo que sea posible aquellas actividades no esenciales que puedan propiciar el contacto personal y en grupo”, agrega la resolución.
Con todo, la decisión de los magistrados para mantener las restricciones se tomado por mayoría, no por unanimidad. Dos de los seis magistrados de la Sala, entre ellos su presidente, Javier Aguayo, sí se mostraban partidarios de relajar las restricciones. Según Aguayo, la Generalitat “no explicitó las razones” por la que mantiene cerrados salones de juegos, casinos y salas de bingo y sí permite abrir durante unas horas a bares y restaurantes.
Si bien el magistrado concreta que no es partidario de la reapertura total del sector, sí pide que la Generalitat “motive la razón por la que no aprecia que pueden abrir los salones de juego con las medidas correctoras que reputen necesarias”, pues su cierre es una “aparente contradicción con la apertura de otras actividades similares”. También es partidario el juez de reclamar a la Generalitat “la razón por la que puedan abrir los establecimientos de hostelería y restauración hasta por ejemplo las 10.30 horas y no hasta una hora más tarde o en horario continuado hasta su cierre, también con las medidas correctoras que sean las idóneas”, como por ejemplo fijar un tiempo máximo de permanencia en el establecimiento. Esto permitiría, según el magistrado, “conjugar la evitación del contacto social con la libertad de empresa”.