“Aplaudimos a la alcaldesa de Barcelona, por su valiente decisión de suspender las relaciones institucionales con Israel, incluido el hermanamiento con Tel-Aviv”. Así arranca el manifiesto que firman unas 50 personalidades internacionales hecho público este lunes para apoyar la decisión adoptada recientemente por el Gobierno de Ada Colau.
La carta la firman cuatro premios Nobel: la escritora francesa Annie Ernaux, el químico estadounidense George P. Smith y las dos Nobel de la Paz Jody Williams y Mairead Maguire. También destacan entre las firmas la periodista Naomi Klein, la filósofa Angela Davis, los actores Mark Ruffalo, Viggo Mortensen, Susan Sarandon y Alia Shawkat, y los cineastas Fernando Meirelles o Ken Loach.
“Tras los informes de las principales organizaciones palestinas, sudafricanas, israelíes e internacionales de derechos humanos que designan a Israel como estado de apartheid y piden medidas efectivas para acabar con la complicidad internacional de la que goza, la decisión de Barcelona debería inspirar las instituciones en todo el mundo a poner fin a su propia implicación en la supervivencia de los regímenes de opresión”, reza el manifiesto.
El Ayuntamiento de Barcelona anunció la semana pasada que a través de un decreto de alcaldía suspendía temporalmente su acuerdo de hermanamiento con Tel-Aviv y sus relaciones con Israel. Así se lo trasladó por carta al primer ministro israelí Benyamin Netanyahu, en la que afirmaba que “el número y la gravedad de las violaciones de Derechos Humanos documentadas por los organismos internacionales en territorios palestinos se han incrementado y entrado en una nueva era de impunidad que nos obliga a tomar medidas”.
La decisión provocó rechazo en la amplia mayoría de grupos municipales del consistorio, que le reprocharon no solo haber puesto fin a una relación con Tel-Aviv que consideraban que podía ser constructiva, sino también por haberlo hecho sin pasar por el pleno. Y es que la decisión tenía que haber sido llevada a votación el próximo 24 de febrero, día en que la Plataforma Prou Complicitat amb Israel iba a exponer los motivos de una campaña que hace dos años que aboga por romper el hermanamiento a tres bandas que Barcelona tiene con Tel Aviv y Gaza desde 1998.
La teniente de alcalde y presidenta del grupo municipal de los socialistas, Laia Bonet, declaró, pocos minutos después del anuncio de Colau, que considera que la decisión “unilateral” de la alcaldesa es un “error gravísimo” y ha lamentado que se haya tomado “ante la certeza de que la propuesta que se iba a presentar en el próximo plenario saldría rechazada y, por eso, la alcaldesa ha decidido tapar la boca al plenario”.
Por su parte, Xavier Trias, alcaldable de Junts, también se expresó en los mismos términos y ha planteado una moción para el pleno del día 24, con la intención de reestablecer las relaciones con Israel. De la misma manera, ha enviado una carta a Netanyahu en la que le comunica que, de ganar las elecciones del próximo 28 de mayo y convertirse en alcalde de Barcelona, impulsará mediante un decreto de alcaldía recuperar las relaciones institucionales con el país mediterráneo.
Prou Complicitat amb Israel, una plataforma formada por más de 80 entidades y que consiguió más de 1.400 firmas ciudadanas que pedían romper el hermanamiento, todavía no ha decidido si mantendrá su comparecencia en el pleno del 24 de febrero, jornada en la que deberían defender los motivos tras la campaña que ha desembocado en la decisión de Colau de romper temporalmente con Israel.
Desde la Plataforma aseguran que harán todo lo posible por apoyar a Barcelona en Comú, partido que ha llevado a cabo esta decisión que ha levantado mucha polémica, pero que ha sido recibida con los brazos abiertos por la población en Palestina. De hecho, el ayuntamiento de Ramala ha instalado diversos carteles por la ciudad en que se lee “Desde Palestina, Gracias Barcelona” tanto en árabe como en inglés.
Los comuns se muestran firmes en la decisión tomada por la alcaldesa y la equiparan con la que se tomó hace unos meses de romper también temporalmente las relaciones con San Petersburgo, ciudad con la que también tenían un hermanamiento, debido a la invasión rusa de Ucrania.