Han pasado ya dos meses desde que el Ayuntamiento de Barcelona desplegó un operativo sin precedentes para combatir la venta ambulante. Desde entonces, los manteros denuncian que se han quedado sin la única actividad que les permitía subsistir económicamente. “Estamos en casa sin trabajo, y esto genera un sufrimiento y una frustración que no importa al poder”, se lamentaba este viernes Aziz Faye, portavoz del Sindicato de Manteros, en un acto de protesta para exigir al consistorio que les ofrezca programas de inserción laboral.
“En estos dos meses no hay ningún compañero al que se haya dado salida con un trabajo, era todo mentira”, ha expresado Faye en referencia al compromiso expresado por el consistorio de compensar la persecución policial de la venta no autorizada con la búsqueda de alternativas laborales para este colectivo, en su mayoría de origen subsahariano y sin permisos de residencia y trabajo. Una vez más, los vendedores han argumentado que su única opción al no tener papeles es la venta en la calle, y que si no pueden llevarla a cabo se ven abocados a la miseria.
El Sindicato de Manteros ha escogido el barrio de la Barceloneta para llevar a cabo su acción de protesta. En este barrio, medio millar de vendedores solía ocupar parte del paseo Joan de Borbó para vender su mercancía a los turistas. Ahora no hay ni un mantero en toda la avenida, puesto que no pueden arriesgarse a poner la manta no solo por la multa que les podrían imponer, sino porque les pueden requisar el material. Así las cosas, desde el consistorio estimaron al final del verano que se ha pasado de más de 700 vendedores a unos 140.
Una quincena de manteros han participado en el acto de este viernes tras la pancarta Organizaciones de respeto a los migrantes y refugiados y con carteles en los que se podían leer los oficios que podrían desempeñar si tuvieran papeles. “Somos mecánicos, carpinteros, soldadores, arquitectos... Pedimos a los políticos que respondan a nuestra llamada”, proclamaba Lamine Bathily.
Desde que se inició el operativo contra los manteros, en el que participan la Guardia Urbana, los Mossos d'Esquadra y la Policia Portuaria, el consistorio ha mantenido dos reuniones con el colectivo, en el marco de la mesa de diálogo abierta el pasado mandato. En el Ayuntamiento aseguran que en los últimos días han estado trabajando en “medidas para ampliar y mejorar los mecanismos que impulsen alternativas sociolaborales a la venta ambulante no autorizada”, y que lo trasladarán al Sindicato en una próxima reunión a finales de mes.
El consistorio recuerda que ya tiene planes de inserción vigentes a los que se han podido acoger un total de 83 personas, 17 de ellos a través de una cooperativa y 66 con programas de ocupación. También han puesto en marcha la Oficina de Irregulares, que prevé atender a unas 150 personas en un “acompañamiento”tanto en materia laboral como de asesoramiento para conseguir papeles.
Los manteros, sin embargo, desconfían y han aprovechado su acto este viernes para denunciar que se les haya asociado al debate sobre la creciente inseguridad en Barcelona. “Detrás de esta persecución hay racismo, pretenden asociarnos a la inseguridad pero no tiene razón, el ejemplo es que desde que nos han quitado del espacio público no han bajado la violencia ni los robos”, razonaba Faye.