El jugador del F.C. Barcelona Leo Messi ha defendido, en el juicio en que está acusado de fraude fiscal, que confiaba en la administración de su patrimonio que hacía su padre, Jorge Horacio Messi, y que no sabía cómo se organizaban sus derechos de imagen: “Yo me dedicaba a jugar al fútbol”, ha declarado ante el tribunal este jueves.
“No sé nada de eso; nunca me interesé, sinceramente”, ha respondido a la fiscal Raquel Amado en la Audiencia de Barcelona al preguntarle si tenía alguna sospecha de que sus gestores podrían estar incumpliendo las obligaciones tributarias. Ha dicho que eran los asesores fiscales del despacho Juárez quienes se encargaban. “Creo que lo controlaban todo. Mi papá se había encargado de que fueran los abogados que llevaran las cosas. Para eso estaban”, ha indicado.
El padre del jugador, Jorge Horacio Messi, también ha explicado que él desconocía cómo funcionaba el entramado de sociedades supuestamente creado para defraudar: “Yo no entiendo nada de estas cosas”. “Yo me encargaba de venir y ver cómo estaban las cosas. Nada más”, ha argumentado. Ambos se han negado a contestar las preguntas de la Abogacía del Estado, la principal acusación del caso.
Messi y su padre han declarado por tres delitos contra la Hacienda Pública por haber defraudado al fisco 4,1 millones de euros euros entre 2007 y 2009. En concreto, están acusados de un supuesto fraude con la gestión de los derechos de imagen del futbolista por valor de 4,1 millones de euros.
Un juez de Gavà (Barcelona) decidió abrir juicio contra el futbolista pese a que la Fiscalía pidió exculparle al considerar que era su padre el que se encargaba de estas gestiones y que el futbolista confiaba “plena y ciegamente” en él.
La Abogacía del Estado, por contra, pide un año y nueve meses de cárcel para el jugador blaugrana –siete meses por cada uno de los tres delitos de fraude fiscal, igual que para su padre– al considerar que el jugador es “coautor”, y también una multa de 4,1 millones de euros.
El entramado empresarial que montó a través de paraísos fiscales el padre de Messi permitió, según las acusaciones, ocultar los ingresos que percibió el jugador por sus derechos de imagen. Así, durante los tres años investigados la estrella del F.C. Barcelona ingresó 10,1 millones de euros de grandes empresas (Telefónica, Adidas o Pepsi, por esos derechos sin abonar la parte que le correspondía de IRPF. La triquiñuela se basaba en ceder los derechos de imagen de Messi a empresas sin actividad en paraísos fiscales a cambio de un precio muy bajo.
La Fiscalía cree que Messi ignoraba el entramado empresarial opaco montado por su padre y que nunca fue informado del mismo, pero la Abogacía del Estado, que representa a Hacienda y lleva el peso de la acusación en este caso, no cree que Messi pudiera desconocer por completo las actividades de su padre. Pese a no tener conocimientos financieros, según la Abogacía del Estado, el astro argentino tenía que ser consciente de los ingresos que cada año percibía por sus derechos de imagen.