Si todo sigue adelante como hasta ahora y no hay un confinamiento domiciliario antes, el 14 de febrero se producirá una fotografía nunca vista en nuestro país: miembros de las mesas electorales equipados con buzos, guantes, mascarillas y gafas protectoras. Es una de las medidas más vistosas que incorpora el protocolo de votación, aprobado en diciembre pasado. Los equipos de protección individual (EPI) se utilizarán por parte de los encargados de la votación a partir de las 18:40, horario en el que se recomienda que acudan las personas que estén en cuarentena, bien por ser contactos o directamente por estar contagiados por COVID-19. El Govern desea evitar así que se repita lo que ocurrió en Euskadi y Galicia en julio pasado, cuando grupos de población quedaron excluidos.
Las EPI se repartirán tanto a los miembros de la mesa como al persona de limpieza y desinfección, que actuarán en los locales antes y después de la votación. Junto al material se entregará además un manual sobre cómo se debe colocar el equipo completo. Además, para el uso diario, se entregarán también cuatro mascarillas, una pantalla facial y otra mascarilla FFP2 para el momento del recuento. Antes de la constitución de la mesa se tomará la temperatura a todos los presentes y el protocolo valora además la opción de realizar test de antígenos, pero lo deja en “si es posible”. Además, si alguien tiene síntomas, deberá pasar por el centro de salud.
La jornada electoral se desarrollará en tres franjas horarias recomendadas. Las tres primeras horas, hasta las 12 horas, serán para los colectivos considerados de riesgo, es decir, personas mayores, con enfermedades o condicionantes para salud. La siguientes siete horas serán el horario general, entre las 19h y las 20h se reservará para las personas que deban estar en aislamiento. Pese a esto, se recomienda a todas las personas que estén en esta situación que opten por el voto por correo, que se podrá usar en principio hasta el día 10 de febrero, cuatro días antes de la jornada electoral.
Otra de las medidas que chocarán por la falta de costumbre es el control de accesos a los colegios. El protocolo establece que solo deben permanecer en la zona de votación las personas que estén en el trámite de introducirlo en la urna, por lo que se recomienda llevar el sobre y la papeleta preparados de casa. Las colas se harán en el exterior siempre que se pueda, se organizarán mediante vallas o cintas, y en ellas se mantendrán las distancias de 1,5 metros entre votantes. Todas estas medidas serán garantizadas por los responsables sanitarios, que deben ser provistos por los ayuntamientos, y que serán los encargados de organizar las colas, el control de accesos y de que todo el mundo lleve mascarillas.
Otro asunto que también ha abordado la dirección general de Procesos Electorales es el de los locales. Esta vez las escuelas de siempre no serán los únicos puntos donde se instalen urnas y se ha requerido a los ayuntamientos que busquen edificios espaciosos, como pabellones o polideportivos. Las administraciones locales han tenido desde el pasado 28 de diciembre para localizar estos espacios, que se darán a conocer entre el 4 y el 13 de febrero. Estos deberán poder garantizar una correcta ventilación y se priorizarán los que cuenten con puntos de acceso y salida independientes, para evitar los cruces entre personas. Las puertas y ventanas deben permanecer siempre abiertas, con la excepción de circunstancias climáticas adversas. Con todo, en ese caso, deberá ventilarse con frecuencia.
Dentro de los locales habrá circuitos señalizados que marquen en todo momento dónde deben situarse los electores mediante señales en el suelo y por dónde deben transitar, sin retroceder ni tocar pomos ni elementos interiores. El aforo máximo interior será de una persona por cada 2,5 metros cuadrados. Si hay más de una mesa electoral dentro de una misma habitación, estas deben situarse a 1,5 metros como mínimo.
Aunque se recomienda llevar el voto preparado, dentro de los colegios habrá papeletas, sobres y también cabinas de votación. Sin embargo, se distribuirán de tal forma que se garantice la privacidad sin que sea necesario utilizar la cortina, para evitar que se toque. Se prevé además la desinfección frecuente de las cabinas. Con todo, las autoridades fomentan que la ciudadanía llegue con su sobre ya listo, para lo que la Junta Electoral ha autorizado a que se puedan imprimir papeletas en casa.
Con todas estas medidas, la Generalitat asegura que no hay riesgo sanitario ni para los votantes, ni para los miembros de las mesas, ni para el personal de los partidos o que asistan el proceso de votación. Desde Procesos Electorales vienen reiterando toda la semana que la razón por la que se suspendieron las elecciones tenía más que ver con los problemas de participación e integridad de la jornada que con la seguridad sanitaria. “Está todo preparado para poder votar el 14F, la gente no tiene que hacer caso de todo el ruido que hay ahora mismo. El operativo no peligra ni ha peligrado nunca”, afirmaba el responsable de la jornada, Ismael Peña-López, en declaraciones a TV3. De todos modos, los expertos sanitarios advierten del riesgo de votar en pleno auge de contagios.