“Aquí no hay nadie, ya te lo aseguro”. Un vecino de Vilafranca del Penedès (Barcelona) advierte al visitante de que allí no encontrará lo que busca. Reina el silencio en la sede social de Basic Devices, una compañía que durante la pandemia obtuvo contratos de emergencia (sin concurso) por 35 millones de euros de la Generalitat para material sanitario. Los buzones del edificio confirman la sospecha: el único piso en el que no hay información sobre sus ocupantes es el que corresponde a esta empresa.
Sin empleados, sin actividad durante años y sin presentar debidamente las cuentas en el registro mercantil. Esta es la carta de presentación de una compañía con un capital social de 4.000 euros que obtuvo contratos públicos a dedo por 60 millones -finalmente quedaron en 35- cuando estalló la pandemia y que la Agencia Antifraude de Catalunya investiga tras calificar la compraventa de “temeraria”.
Incluso la propia Generalitat sospechó de la empresa y llegó a presentar una denuncia ante los Mossos por estafa, que luego acabó retirando porque, según el relato del Govern, los administradores ofrecieron las suficientes garantías de que cumplirían con lo acordado. Eran los primeros días de la pandemia y todas las administraciones peleaban por conseguir material sanitario.
El material acabó llegando y el conseller de Salut, Josep Maria Argimon, compareció recientemente en comisión parlamentaria para dar explicaciones sobre este acuerdo. Las dudas sobre quién está detrás de la compañía o por qué acabó ganando ese contrato, sin embargo, no se han disipado.
Al manto de misterio sobre la empresa se le suma otro elemento: durante la segunda mitad de 2021 aparecieron decenas de cuentas falsas y páginas web que ofrecen información ficticia sobre los administradores de esta sociedad. Muestran fotos de ellos que en realidad están creadas por ordenador y no corresponden a sus rostros. Describen a los responsables de la empresa, Roger Parellada y José María Parellada, como desarrolladores de videojuegos cuando en verdad no lo son.
El resultado de esta cortina de contenido falsa es que, con una primera búsqueda, resulta casi imposible encontrar información real sobre los verdaderos administradores de Basic Devices. Las cuentas ficticias están mejor posicionadas que cualquier otro contenido en Google y las primeras páginas del buscador conducen siempre a la información incorrecta.
Las cuentas son de todo tipo: Twitter, Facebook, Instagram, Youtube, Vimeo, Pinterest, Reddit, varias páginas web… Todas sin contenido o con publicaciones generadas por ‘bots’. Incluso hay cuentas de Soundcloud o Ivoox con archivos de audio leídos por un software de voz. Todo con el objetivo, según diversos expertos consultados, de crear contenido para posicionarse en los buscadores.
“Alguien quiso crear una personalidad online con la identidad de estas personas”, apunta Marcelino Madrigal, experto en redes y seguridad, que no se atreve a determinar un motivo concreto para la creación de estos perfiles. “Generar todo este contenido no es mucho esfuerzo, basta con coger un nombre, una imagen generada y desplegarlo”.
Una de las páginas web en principio atribuidas a Roger Parellada está registrada a nombre de Antonio González. Es un misterio quién ha creado el resto de cuentas y contenido en la red.
Una contratación bajo sospecha
Si bien la Oficina Antifraude de Catalunya ha descartado por ahora estar ante un caso de corrupción, este organismo investiga todavía una contratación que considera “temeraria” y que se realizó después de unos contactos preliminares “poco transparentes” con la empresa.
Los tumbos que dio el Govern a la hora de comprar material a esta compañía también contribuyeron a aumentar las sospechas. El 19 de marzo de 2020, pocos días después de la declaración del estado de alarma, el Institut Català de la Salut (ICS) contrató por más de 60 millones de euros el aprovisionamiento de material sanitario (mascarillas de diversos tipos, trajes protectores, respiradores…) con Basic Devices. Al día siguiente se le avanzaron a la compañía 35 millones de euros vía transferencia bancaria.
Esa misma tarde saltaron las alarmas en el Departament de Economía, liderado en ese momento por el actual president de la Generalitat, Pere Aragonès. Las entidades bancarias alertaron al Govern de que la empresa a la que se habían avanzado 35 millones llevaba tiempo inactiva y nunca había realizado operaciones de valor similar. Tras una reunión al más alto nivel y casi a la hora de cenar, los responsables de este departamento presentaron una denuncia ante los Mossos por posible estafa.
El 22 de marzo los administradores de Basic Devices se reunieron con los responsables de Economía en la sede del departamento y aportaron documentación suficiente para disipar las sospechas. Al día siguiente se retiró la denuncia ante los Mossos. El 5 de mayo, el Govern desistió de uno de los contratos con la compañía y el acuerdo inicial de 60,5 millones se quedó en los 35 que ya se habían avanzado en marzo. El 5 de diciembre de ese año, el ICS certificó que se había recibido todo el material.
Las conclusiones preliminares de Antifraude, que todavía no ha acabado su investigación y está a la espera de recibir más documentación tanto del ICS como del Departament de Economía, ponen en duda los protocolos que se siguieron durante esos días.
En primer lugar, señala que no consta información sobre los contactos preliminares llevados a cabo con esta sociedad, un hecho poco habitual teniendo en cuenta que la administración catalana no había adjudicado nunca ningún contrato a Basic Devices. “No queda acreditado el origen de los contactos preliminares de los representantes de la empresa con el ICS”, señala este organismo.
Antifraude también considera que el 20 de marzo de 2020 la Generalitat no estaba habilitada para avanzar 35 millones de euros para ningún contrato, ni siquiera en un caso de emergencia como este, ya que hasta el 28 de marzo no entró en vigor la cobertura legal que lo amparaba. “Aún así, el abono de esa importante cantidad se llevó a cabo sin que se encuentre ninguna justificación documentada”, señala el organismo en un nota que remitió a los medios.
“Era una operación de riesgo, pero debíamos asumirlo porque no nos podíamos quedar sin elementos de protección para nuestros profesionales”, se defendió Argimon en el Parlament, ante las dudas que presentaron diputados de distintas formaciones. “Es difícil hacerse cargo de cómo de crítica era la situación si no se estaba en primera línea”.
Este periódico ha remitido un cuestionario al Departament de Salut con diversas preguntas que no llegó a aclarar el conseller en su comparecencia: si fue la empresa quien se ofreció al ICS o la Generalitat que la contactó, si hubo algún intermediario y si la compañía aportó algún tipo de prueba de su solvencia antes de que se le avanzara el dinero. También ha preguntado por los perfiles falsos aparecidos en redes con el nombre de los administradores de Basic Devices. Desde la conselleria han preferido no hacer ningún comentario y se han remitido a la comparecencia del conseller.
¿Quién hay detrás de Basic Devices?
Ni José María Parellada ni Roger Parellada son programadores informáticos, como aseguran las decenas de páginas web y perfiles en redes sociales creados recientemente. Ambos son empresarios y entre los dos participan o administran más de un centenar de sociedades.
Según la información del registro mercantil, los negocios de los Parellada son de todo tipo, desde restaurantes a servicios de cátering, pasando por negocios inmobiliarios, peluquerías, servicios financieros e incluso de producción de productos farmacéuticos. Jose Maria Parellada también figura como secretario de una SICAV creada inicialmente por el exdelantero del Real Madrid Álvaro Negredo. Roger Parellada figura como consejero delegado de una empresa de gestión de activos en Singapur.
Algunas de las sociedades registradas a nombre de ellos sí que tienen o podrían tener una vinculación con la importación de productos sanitarios. Sin embargo, se utilizó una empresa sin trabajadores ni actividad para facturar una cantidad muy alta a la Generalitat -35 millones de euros- repartida en tres contratos: uno de 25,4 millones de euros, uno de 7,1 millones y otro de 2,4 millones.
La contratación de emergencia que se permitió a la administración catalana por la pandemia supuso la adjudicación de más de 6.700 contratos, por valor de 790 millones de euros, según los datos disponibles (entre marzo de 2020 y abril de 2021). El contrato con Basic Devices supuso el segundo más grande de la Generalitat adjudicado por esta vía durante la crisis de la Covid-19.
Ninguno de los dos administradores de Basic Devices se prodiga en internet y apenas hay información sobre estos dos empresarios, que son primos entre sí. La cantidad de información falsa sobre ellos tampoco facilita encontrar a qué se dedican realmente. Esta redacción ha intentado ponerse en contacto con ellos a través de algunas de sus empresas y no ha obtenido respuesta.
La única vinculación con el sector sanitario que se puede encontrar de uno de los administradores de Basic Devices se remonta a noviembre de 2016, cuando Roger Parellada participó en la entrega de un premio de 30.000 euros para investigación oncológica que otorgaba una fundación y una de sus empresas. El acto estuvo presidido por la entonces Directora Gerente del ICS, Candela Calle.
¿Por qué se utilizó una empresa fantasma para facturar uno de los mayores contratos de urgencia que firmó la Generalitat durante la pandemia? Ni el Departament de Salut ni los responsables de esta compañía han aclarado todavía el motivo. Un manto de misterio sigue rodeando a Basic Devices.