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Los Mossos admiten que investigaron si los vecinos del Raval acusados por Vox habían ido a más protestas antifascistas

Uno de los acusados del Raval entra al Palacio de Justicia de Barcelona

Oriol Solé Altimira

Barcelona —

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“No era violento, pero era activista”. Ha sido el colofón a la declaración judicial del sargento de los Mossos d'Esquadra responsable de los polémicos informes sobre “polarización” que sientan la base de la acusación de Vox contra los ocho vecinos del Raval juzgados por una protesta contra el partido de extrema derecha.

Ante la sección 7ª de la Audiencia de Barcelona ha proseguido este viernes el juicio contra ocho vecinos del Raval, que declararán el próximo lunes. Los hechos se remontan al año 2020, cuando después de llamar “estercolero multicultural” al barrio, una comitiva de diputados de Vox acudió a pasear por las calles del Raval.

El responsable policial ha admitido que investigó al portavoz de Unitat contra el Feixisme i el Racisme, David Karvala, y a los otros acusados haciendo uso de redes sociales y de la base de datos de los Mossos. Uno de los elementos de su interés, ha explicado, fue ver si antes de la protesta contra Vox habían acudido a otras concentraciones antifascistas (aunque no se hubieran cometido delitos), lo que ha servido a las defensas del caso para remarcar el sesgo ideológico de la investigación.

A preguntas de la abogada Laia Serra, el sargento también ha reconocido que en el caso de Karvala, todas las manifestaciones a las que que acudió (algunas de hasta hace una década) y que incluyó en su informe para resaltar su supuesta “polarización” resultaron en realidad pacíficas. “Está en el informe porque está en el núcleo de identificación policial”, ha repetido varias veces a modo de respuesta a la pregunta de por qué incluyó en un atestado incriminatorio protestas legales y que terminaron sin incidentes.

El sargento ha relatado que la investigación también desechó los tuits i escritos en redes sociales pacifistas y antirracistas de los acusados y que solo se dedicaron a buscar los mensajes “relacionados con Vox”.

En su informe, los Mossos aportaron como dato una fotografía del perfil de Karvala en redes donde aparece una pancarta con los lemas “stop vox” y “el mundo contra el racismo”. “Se observa su participación activa en actos de rechazo contra el fascismo, el racismo y contra el partido político Vox”, agrega el informe.

Todo ello lleva a la policía catalana a concluir que el acusado “participa en diversas actuaciones de reivindicación social en contra del fascismo y el racismo”. Y si bien admite que no se puede vincular al acusado “con ningún grupo radical/violento”, los Mossos apostillan a renglón seguido que tiene “un papel relevante en acciones de movimientos sociales y reivindicativos contra el fascismo y el racismo”.

Sin embargo, el responsable de los Mossos ha admitido este viernes que en el perfil que trazó de cada uno de los acusados para, en sus propias palabras, “llegar a la conclusión de por qué estas personas estaban en contra de Vox”, omitió el insulto inicial de De Meer al barrio del Raval que motivó la protesta de los vecinos ahora acusados.

La Fiscalía sitúa el reproche penal en una multa, mientras que Vox –que llega a acusar a los vecinos de delito de odio, un tipo penal reservado para colectivos tradicionalmente discriminados como migrantes u homosexuales– llega a pedir hasta seis años de cárcel pese a que la protesta no provocó ningún herido. El juicio quedará visto para sentencia el próximo martes después de que el lunes declaren los acusados.

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