La prensa española, en especial la barcelonesa, está de luto. Antonio Franco, periodista y director fundador de 'El Periódico de Catalunya', ha fallecido este sábado en la capital catalana a consecuencia del cáncer que padecía desde hace casi una década.
Nacido en Barcelona en 1947, el nombre de Antonio Franco estará siempre ligado a 'El Periódico de Catalunya', cabecera insignia durante décadas del Grupo Zeta y que dirigió en dos etapas. La primera, desde su fundación en 1978 hasta 1982, cuando recaló en 'El País' como director adjunto para lanzar su edición catalana. La segunda, desde 1988 a 2001.
Licenciado en periodismo por la Escuela de Periodismo de la Iglesia en 1968, expresó desde joven su compromiso con la democracia a través de su militancia en el antifranquista Grupo Democrático de Periodistas. En medio de la censura y la represión que imponía el franquismo en los medios, Antonio Franco impulsó el espíritu democrático en un gremio sin apenas libertad.
Entre 1969 y 1978, Franco trabajó en el 'Diario de Barcelona', del que llegó a ser subdirector, y en el semanario 'Destino', además de colaborar con las revistas satíricas 'Barrabás' y 'El Papus', que contribuyó a fundar y de la que fue jefe de redacción. El compromiso con la prensa crítica estuvo a punto de costarle la vida: Franco estaba en el primer piso del edificio de la plaza Castilla de Barcelona que albergaba la redacción de 'El Papus' durante el atentado de la extrema derecha que sufrió la revista en 1977 y que acabó con la vida del portero de la finca, Juan Peñalver.
La impronta progresista de Franco todavía se nota en 'El Periódico de Catalunya', referencia de la prensa popular tras el franquismo. El diario estaba en todos los bares de Barcelona y del área metropolitana y fue abanderado de la causa abortista, del divorcio y contra la pena de muerte en una España que pese a vivir en democracia todavía notaba las presiones de la carcundia renuente a aceptar la muerte del dictador.
“Me preocupaba que el diario estuviera diseñado de forma que se pudiera leer completo en los diez minutos del bocadillo”, confesó Franco en una entrevista en 'El Periódico' en el año 2013. En las páginas del diario de su vida también habló públicamente de la enfermedad que sufría. “Todo lo importante de la vida es colectivo y compartido, y el cáncer que llevas dentro forma parte de la vida”, escribió en 2017 en un artículo demoledor a la vez que brillante.
Los que trabajaron con él recuerdan los debates intensos en los consejos de redacción, su nivel de exigencia y a la vez su cordialidad. Era de los directores que no vivía encerrado en el despacho, de los que si tenía que discutir con los de arriba lo hacía y si se enfadaba con un redactor porque consideraba que había hecho mal su trabajo no se lo callaba. Pero sobre todo, Antonio Franco fue un director que demostró una fidelidad a su redacción en El Periódico que todavía se recuerda.
En los últimos años colaboró con varios medios, entre ellos elDiario.es, con artículos que intentaron tender puentes en plena ebullición del proceso soberanista. Los premios que recibió a lo largo de su carrera –el Luca de Tena, el Ortega y Gasset, la Creu de Sant Jordi, el Ciudad de Barcelona– dan cuenta del prestigio de Antonio Franco y del vacío que deja en un oficio que ve como van desapareciendo sus referentes.