El extesorero de Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) Daniel Osàcar falleció este lunes a los 88 años, según ha confirmado este miércoles su abogado, Javier Melero, en El Món a RAC-1. Con la muerte de Osàcar se va el guardián de los secretos más turbios del partido que gobernó Catalunya más de dos décadas.
Osàcar siempre fue fiel al partido hasta que le tocó entrar en prisión por el caso Palau, del que fue el único convergente condenado porque la investigación no logró demostrar que políticos y dirigentes participaran en la trama. A cambio de lograr más rápidamente el tercer grado, Osàcar rompió el silencio que mantuvo durante una década en el caso Palau y tiró parcialmente de la manta en el caso del 3%, la otra gran causa de corrupción de Convergència que todavía está pendiente de juicio diez años después de iniciarse.
Al igual que los mandamases del Palau, Osàcar mantuvo negociaciones con la Fiscalía para rebajar las penas del caso. Pero a diferencia de los exjefes del auditorio él no llegó a un acuerdo previo al juicio con el Ministerio Público. Tampoco optó por revelar la corrupción del partido al tribunal e intentar así beneficiarse de un atenuante de confesión en la sentencia. “A estos señores de Ferrovial les he conocido en el juicio”, llegó a afirmar.
La Audiencia de Barcelona condenó a prisión a Osàcar por el caso Palau de la Música y ordenó decomisar 6,6 millones de euros a CDC por el cobro de comisiones ilegales de Ferrovial a cambio de obras públicas del último Govern de Jordi Pujol y de Ayuntamientos convergentes. En junio de 2020, Osàcar ingresó en la prisión barcelonesa de Brians-2, para cumplir su condena.
Durante todo el juicio del Palau, que confirmó por primera vez judicialmente la corrupción de Convergència y contribuyó a su desaparición como partido, dirigentes como Artur Mas o Francesc Homs apoyaron de forma pública a Osàcar. “Entre la palabra de Millet y la de Osàcar, me fío de la de Osàcar”, llegó a proclamar Francesc Homs en 2017. No obstante, los ánimos se convirtieron en silencio una vez Osàcar resultó condenado y tuvo que ingresar en prisión por el Palau.