El PSC se mantendrá fuera del acuerdo sobre la consulta. Como ya venía afirmando en anteriores ocasiones, Pere Navarro ha repetido que no se puede formular una pregunta y fijar una fecha para un referéndum si este no ha sido acordado previamente con el Gobierno central. De este modo, y pese al acuerdo entre CiU, ERC, ICV-EUiA y la CUP -88 de los 135 diputados del Parlamento catalán-, Navarro cree el pacto sellado hoy es una “acción unilateral condenada al fracaso”. Según el líder socialista, el acuerdo “busca la confrontación y no el consenso”.
El dirigente socialista ha salido al paso del anuncio de la pregunta dolido, según dijo, porque “imposibilita el diálogo futuro” y, además, favorece la posición del PP, que se muestra “tajante” contra la consulta.
El acuerdo de los partidos ha sido fijar la consulta para el próximo 9 de noviembre de 2014 con la siguiente pregunta: “¿Quiere que Cataluña se convierta en un Estado?”, y en caso afirmativo, “¿Quiere que ese Estado sea independiente?”.
A diferencia de Joan Herrera (ICV), satisfecho de que la pregunta abra las puertas a federalistas y confederalistas -que pueden votar sí a la primera pregunta y no a la segunda-, Navarro ha expresado que la propuesta “es muy poco clara e inclusiva”. “La primera pregunta es la del señor Mas, y la segunda, la del señor Junqueras”, ha señalado.
El líder del PSC se ha mostrado muy duro con ERC, a quien ha acusado de hacer “trampa”, porque entiende que ha presionado a CiU con la condición de no aprobar los presupuestos del 2014 - la próxima semana se debaten en el Parlamento- si no había acuerdo. “Serán cómplices de los presupuestos antisociales”, dijo Navarro de la formación de Junqueras.
Navarro se ha dedicado, de esta manera, a minimizar los efectos del acuerdo sellado hoy, y lo ha comparado con la acción de pisar el pedal del gas en un coche que está en punto muerto. “El vehículo se revoluciona pero no circula”, ha sentenciado.