Condenados a entre 16 y 19 años de prisión diez neonazis por palizas en un concierto antifascista
La Audiencia de Barcelona ha decretado penas de prisión de entre 16 y 19 años para diez neonazis que agredieron gravemente a un grupo de jóvenes antes de un concierto antifascista en la sala Stroika de Manresa (Barcelona), el 23 de marzo de 2012. El tribunal los condena a 13 años de prisión por dos delitos de intento de asesinato con el agravante de obrar por motivos ideológicos. A esta pena se añaden otras según cada caso por delitos de lesiones con instrumento peligroso, de daños por incendio, de lesiones en agresión y de tenencia de armas prohibidas. Además, los condenados deberán ofrecer una indemnización económica a cinco víctimas que suma unos 180.000 euros.
La sentencia, sin embargo, absuelve a los acusados del delito de asociación ilícita, aun teniendo en cuenta que cuatro miembros del grupo neonazi Cusos fueron detenidos esta semana por los Mossos d'Esquadra por extorsionar y agredir gravemente a un vecino de Tarragona, con el objetivo de pagar la defensa de los miembros de este grupo en prisión preventiva por el caso Stroika.
Diez de los 16 imputados se encontraban en prisión preventiva y 6 de ellos han quedado absueltos de todos los cargos. Durante el juicio el conjunto de acusados de haber agredido a dos jóvenes con barras de hierro, puños americanos y bengalas negó la participación en la brutal paliza, haber estado en la sala Stroika aquella noche –en algunos casos entrando en contradicción con su declaración en los juzgados de Manresa– y uno de ellos incluso negó saber donde se encontraba la sala a pesar de haber trabajado ahí, como remarcó el fiscal durante el juicio.
Con barras de hierro contra un menor
El juez detalla en la sentencia cómo el grupo skin preparó y ejecutó el ataque a los jóvenes antifascistas en las inmediaciones del local donde se celebraba el concierto, concretamente de los grupos KOP y Non Servium. El grupo de neonazis, informado del evento, quedó en un hotel de Terrassa, donde se repartieron barras de hierro, bengalas y otros objetos condundentes, además de pasamontañas para esconder su rostro.
Al llegar a la sala Stroika, según relata el magistrado, identificaron a una pareja de jóvenes -uno de ellos menor y de estética punk- como sus víctimas, y se abalanzaron sobre el chico de 16 años con barras de hierro y bengalas, “asumiendo que incluso podían causarle la muerte”, precisa el juez. De hecho, el joven habría acabado falleciendo “si no hubiera recibido asistencia médica inmediata”, según puntualiza el magistrado.
La brutal paliza recibida por este adolescente no fue la única. Luego algunos de los agresores se dirigieron otro grupo que también estaba en las inmediaciones de la sala de conciertos, y que optó por refugiarse dentro de un coche al verse atacado. Pero los neonazis lanzaron bengalas dentro del vehiculo, y al salir dos de ellos fueron también golpeados con barras de hierro. Acto seguido los agresores abandonaron el lugar.