Los obispos de Catalunya han pedido “perdón” este martes por los abusos a menores cometidos por religiosos, de los que dicen sentir “vergüenza y dolor”. Lo han hecho con un comunicado conjunto emitido por la Conferencia Episcopal Tarraconsense a propósito de los casos denunciados recientemente que afectan a la iglesia, entre los que destacan los abusos en Montserrat y en la parroquia de Constantí.
Los obispos han condenado “rotundamente” los abusos a menores “y la cultura que los fomenta o justifica”, porque consideran que “son un grave problema que afecta a toda la sociedad”. “Y la Iglesia, como parte de la sociedad, también se ve afectada”, añaden. Asimismo, se comprometen a acabar con la tolerancia o el encubrimiento de estos casos y a ayudar a las víctimas en su restablecimiento.
En este sentido, instan a las víctimas a que denuncien los hechos a las autoridades civiles, y ellos prometen informar a la Congregación para la Doctrina de la Fe de cualquier abuso “fundamentado”. Además, aseguran que estarán “atentos” a las nuevas directrices del Papa Francisco, que se reúne este mes con las conferencias episcopales de todo el mundo para abordar los casos de abusos sexuales.
“Pedimos perdón a las víctimas y nos solidarizamos con su dolor; y también a todas las personas a las que el conocimiento de estos hechos ha escandalizado y ha hecho tambalear su confianza en la Iglesia”, señalan los obispos.
Con todo, aprovechan para defender que la mayoría de sus sacerdotes y religiosos llevan a cabo una dedicación “generosa y madura” hacia los niños y jóvenes. “Conviene que los defendamos de la sombra de sospechas generalizadas, así como queremos recordar el derecho que toda persona tiene a la presunción de inocencia”, aclaran.