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Las obras para unir el tranvía de Barcelona podrían empezar en 2025 y costarían más de 200 millones

El tranvía de Barcelona, en su paso por la calle Wellington, cerca del Parc de la Ciutadella

Sandra Vicente

1 de agosto de 2024 13:14 h

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La unificación del tranvía por la Diagonal es una cuestión que está sobre la mesa de la política barcelonesa desde hace casi una década. Tras diversos intentos fallidos, parece que, definitivamente las obras podrían empezar en verano de 2025. Así lo ha anunciado la primera teniente de alcalde, Laia Bonet, justo cuando se cumplen 20 años del nacimiento de este medio de transporte en la ciudad.

Las obras permitirán que los ciudadanos usen todas las líneas del tranvía sin necesidad de hacer transbordo con otro medio de transporte como pueda ser el bus o el metro. El proyecto está listo, pero Bonet ha alertado que, para que eche a andar, se necesitan “consensos políticos”. La teniente de alcalde ha advertido que la aprobación inicial del proyecto debe “ir de la mano” de la aprobación de los presupuestos para 2025, que son indispensables para licitar las obras.

“Esperamos que los grupos que tanto han reclamado la unificación del tranvía sean coherentes”, ha dicho Bonet, en una alusión clara y directa a ERC, pero sobre todo a los Comuns, que tumbaron tanto los últimos presupuestos de la Generalitat como los del Ayuntamiento. Y es que para llevar a cabo las obras son necesarias las cuentas barcelonesas, pero también las catalanas, ya que cerca de la mitad del coste correrá a cargo de la ATM, que depende en un 51% de la Generalitat.

En este sentido, Bonet ha querido recordar que la unificación del tranvía forma parte del pacto que los Comuns han firmado con el PSC para garantizar la investidura de Salvador Illa como president de la Generalitat. “Esperamos que sean coherentes”, ha reiterado la teniente de alcalde.

Este anuncio se da en plenas negociaciones para la investidura, pero también con el pacto de gobierno para el Ayuntamiento de Barcelona estancado. Hace casi dos meses, Jaume Collboni -que gobierna en minoría y quien debió echar mano de la cuestión de confianza para aprobar sus primeros presupuestos- anunció que había llegado a un acuerdo de gobierno con ERC.

A pesar de seguir en minoría, este bipartito ponía las cosas más fáciles al PSC, pero debía ser refrendado por las bases antes de firmarse. Y eso nunca llegó a pasar. En plena tensión por los pactos PSC - ERC en la Generalitat, la votación se suspendió por exceso de aforo el 13 de junio y, aunque el partido anunció que anunciaría una fecha poco después, todavía no se ha pronunciado al respecto.

Más ejes verdes y carriles bici

Las obras tendrán un coste aproximado de 215 millones de euros. De ellos, 55 se destinarán a la reurbanización de las zonas afectadas; 60 a colectores que permitirán recoger las aguas que vienen de las zonas altas de la ciudad y que serán indispensables para las obras. Esto suma 115 millones, que correrán a cargo del Ayuntamiento. El resto, unos 100, será lo que cueste la propia infraestructura tranviaria, que será sufragado por la ATM, a través de los presupuestos de la Generalitat.

Con todo, si se consiguen los consensos a los que apela el PSC, las obras podrían empezar el verano que viene y tendrían una duración aproximada de 40 meses. Afectarían a diversas zonas del centro de la ciudad y supondrían una reorganización del tráfico y del espacio de peatones. De hecho, el consistorio apunta a que sólo en la Diagonal se ganarían 16.000 m2 para peatones, 18.900m2 de áreas verdes y 1.80m2 de carriles bici.

Con todo, el Ayuntamiento ha anunciado que, aunque sí serán necesarias medidas para reubicar a los coches durante los más de tres años que duren los trabajos, no será necesario cortar el tráfico en la Diagonal. Además, también se deberán coordinar las obras con otras de gran calado en la ciudad, como son la ampliación y renovación del sistema de Ferrocarrils, que coincidirán en el tiempo y en el espacio con las del tranvía.

Un proyecto retrasado

La unificación del tranvía es una cuestión espinosa que divide Barceona desde hace casi una década. Ada Colau siempre lo llevó en su programa, pero fracasó tanto en su primera legislatura como en la segunda. En 2018 se quedó a las puertas de conseguirlo debido a un 'no' de última hora de ERC y la CUP y los Comuns se quedaron solos defendiendo las obras.

Uno de los grandes escollos era que republicanos y anticapitalistas pedían que la titularidad del servicio pasara de la empresa privada TRAM a manos públicas. No fue hasta 2020 que se consiguió un acuerdo con la ATM que garantizaba que cuando acabara la concesión, en 2032, la titularidad pasaría a ser pública. Con eso, los republicanos acabaron cediendo y pactaron con la entonces alcaldesa Colau que las obras empezaran en 2021.

Pero pandemia y crisis mediante, las obras para empezar a unificar el primer tramo no empezaron hasta 2022 y, a día de hoy, lo que existe es una primera prolongación que va desde la parada de Glòries hasta Verdaguer, que ya ha empezado a hacer las primeras pruebas sin pasajeros. Pero, a pesar de este paso adelante, todavía quedan más de 2km sin unir.

Hoy, el 68% de los barceloneses quiere que el tranvía esté unificado, cosa que permitiría desplazarse de punta a punta de la ciudad en este medio de transporte y que, junto a la línea de autobuses y la ampliación del carril bici, convertiría la Diagonal en el eje de transporte sostenible más importante de la capital catalana. 

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