Las ocupaciones de pisos en Barcelona se reducen un 17% respecto a 2019
Las ocupaciones de viviendas en Barcelona suelen ser materia de encendida discusión política. También a menudo de quejas vecinales, cuando estas van asociadas a problemas de convivencia. Sin embargo, un informe del Ayuntamiento de Barcelona, elaborado a partir de datos de los Mossos d’Esquadra, muestra como este fenómeno se ha reducido en la capital catalana respecto a 2019.
Con los datos policiales de denuncias por ocupación, se observa cómo este 2022 se han registrado en Barcelona una media de 332,3 ocupaciones de pisos vacíos. Esto significa que en la ciudad se registran más de tres entradas en viviendas ajenas al día. Pero a la espera de que se cierre el balance de todo el año, la cifra es significativamente inferior a la de 2019. Concretamente, el informe recoge un 17% menos de ocupaciones, respecto a las 452 de media trimestral del año prepandémico de 2019.
El pasado mes de junio, el Ayuntamiento ya difundió otro informe con datos hasta 2021 que apuntaba esta tendencia, en contraposición al aumento de ocupaciones que se registraba en ese momento en el conjunto de Catalunya y del resto de España. El mayor descenso de estas denuncias se observó precisamente en 2021, cuando del primer al último trimestre del curso bajó de las 441 denuncias a las 322. Desde entonces, el fenómeno se ha estabilizado en torno a los 330 casos trimestrales.
El gobierno municipal aprovecha la tendencia favorable que constata el informe para sacar pecho de algunas de sus políticas de vivienda, como la ampliación del parque de pisos públicos de alquiler. También mencionan las actuaciones de la Unidad Antidesahucios, que desde su creación en 2015 ha atendido a cerca de 14.000 familias.
Según datos anteriores, de 2021, la mayoría de las 3.207 familias a las que asistieron fue por problemas para pagar la hipoteca o el alquiler, aunque un nada despreciable 38% de ellas (1.221) era ya por estar en precario –con el contrato ya vencido– o en una ocupación. De estas, sin embargo, ninguna era un caso de violación de domicilio, es decir, una ocupación de una vivienda habitual ajena.
La cuestión de las ocupaciones estuvo presente en el último plenario municipal del consistorio de la mano del PP, y sirvió también para evidenciar les diferencias entre los socios de gobierno Barcelona en Comú y PSC. Los populares de Josep Bou presentaron una proposición para reclamar un endurecimiento del Código Penal para las ocupaciones, especialmente las que llevan delitos asociados, como los narcopisos. Los comuns votaron en contra y los socialistas se abstuvieron.
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