Este viernes se votan las conclusiones de la comisión parlamentaria de estudio de los modelos de orden público en acontecimientos de masas, la popularmente conocida como la comisión sobre el uso de las balas de goma. El nombre popular no es casual, ya que la comisión se constituyó a comienzos de legislatura, a raíz de la polémica que se generó en torno al uso de balas de goma tras el caso de Ester Quintana. Este artículo pretende, tras realizar una síntesis de los motivos por los que desde las organizaciones de defensa de los derechos humanos solicitamos su inmediata prohibición, analizar el camino colectivo recorrido hasta llegar a la votación de mañana.
Las escopetas de balas de goma son una herramienta que han empleado numerosos cuerpos antidisturbios en manifestaciones y situaciones de masas. Sin embargo, desde hace años se han iniciado caminos de prohibición de estas armas en diferentes países, principalmente a raíz de la denuncia jurídica y social, por parte de la sociedad civil, de sus letales consecuencias. En Cataluña, los Mossos d'Esquadra emplean dos tipos de escopetas. Por un lado, la escopeta “SDA PRO FORCES” que dispara proyectiles de caucho redondos a una velocidad de 720 km/h generando una energía cinética de 830 jules. Es necesario tener en cuenta que la STOA (Science anb Technology Options Assessment), organización a la que el Parlamento Europeo encargó la elaboración de un informe para unificar las actuaciones policiales a nivel europeo, ha señalado que son armas letales aquellas que superan los 120 jules de energía cinética cuando son separadas, y que no se han de emplear armas letales contra manifestantes. Estas son las llamadas balas de goma, que en principio dejarán de usarse a partir del 30 de abril de 2014.
El impacto de dichos proyectiles, cuyo control se pierde en el momento en que rebota, puede causar lesiones tales como amputaciones de ojos, hematomas cerebrales o perforaciones pulmonares. La doctora Estrella Fernández, del Instituto de Oftalmología del Hospital Clínic, en una intervención que escandalizó a los asistentes, manifestó ante la comisión parlamentaria que no se pueden calificar estas armas como de baja letalidad, y comparó las lesiones que generan con “heridas de guerra”.
Desde el año 2011 el departamento de Interior utiliza también otra escopeta que dispara proyectiles de foamfoam a una velocidad de 300 km/h. Su impacto, si bien es más controlable que el anterior, puede causar también efectos letales, tal y como han denunciado organizaciones de derechos humanos francesas donde dos personas al menos han pedido un ojo desde el 2009.
Son muchos los motivos que nos han llevado a exigir que de una vez por todas las autoridades públicas retiren el uso de balas de goma como munición de los Mossos d'Esquadra, ya que además de los letales efectos que generan, no se puede poner por encima del derecho a la vida y a la integridad física de las personas un determinado modelo de 'seguridad pública', que trata de poner parches mediante la fuerza ante las fuertes situaciones de desigualdad estructural que existen en nuestra sociedad.
Tan solo en Cataluña en los últimos cuatro años hasta siete personas han perdido un ojo por impacto de bala de goma. Además, una persona tiene problemas cardíacos crónicos, y varias han sufrido lesiones de importancia. Asimismo, justo hoy hace un año y medio que Iñigo Cabacas, aficionado del Athletic de Bilbao, murió como consecuencia de un impacto de dichas balas. El Periódico reveló en un artículo del 4 de Junio de 2009 que desde 1990 hasta la fecha un total de 22 personas perdieron un ojo por impacto de bala de goma.
El camino recorrido por las víctimas y las organizaciones de derechos humanos para lograr dar visibilidad a las consecuencias del uso de balas de goma y conflictivizar su utilización no ha sido ni corto ni fácil. En el camino se han producido muchas situaciones dolorosas para muchas personas, para sus familiares y amigos, y para los profesionales y activistas que les hemos acompañado y asesorado. Situaciones dolorosas y consecuencias letales que se han logrado mostrar ante la opinión pública y que nos han llevado a que estemos en disposición de poder lograr la prohibición de dichas balas de goma, al menos, las del primero de los dos modelos citados.
La constitución de la asociación Stop Balas de Goma, compuesta por víctimas de estos materiales, familiares y activistas, ha sido clave en este proceso, ya que con el apoyo de otras organizaciones han hecho un gran trabajo para visibilizar una realidad silenciada. No se podría entender la situación actual sin la constitución y el trabajo constante y riguroso de dicha asociación. Tampoco se podría entender sin el trabajo comunicativo que se ha realizado por parte de 'Ojo con tu Ojo', 15mbcntv y Rereguarda alrededor del caso de Ester Quintana. Y sin la valentía de una mujer que apenas dos semanas después de perder un ojo se expuso ante una cámara y explicó desde su casa, de una manera transparente, cercana y emotiva, lo que le había pasado. Un vídeo que a día de hoy tiene más de 250.000 visitas y que tras la presión de las redes sociales apareció en todos los medios de comunicación. Cualquiera podría ser Ester Quintana, y en la sociedad se generó un proceso de empatía y solidaridad que ha supuesto un avance muy importante en el difícil trabajo de defensa de los derechos humanos.
Este viernes se realizarán las votaciones de las conclusiones en la Comisión Parlamentaria, dos días después del acuerdo anunciado entre CiU y ERC que debe rubricar la prohibición de estos proyectiles. Previsiblemente todos los grupos, a excepción del Partido Popular, apoyarán que una de las conclusiones sea su la retirada. Confiamos en que de verdad estemos ante el comienzo del final de las balas de goma. Y es más, exigimos que desde el comienzo hasta el fin pase muy poco tiempo ya que la prohibición sea inmediata y literal, sin trampas y sin medias tintas.
Y para acabar, puesto que ya está todo dicho, tan solo me queda suscribir el manifiesto más corto de la historia, propuesto por la asociación Stop Balas de Goma: “Exigimos la prohibición inmediata de las balas de goma”.
Este viernes se votan las conclusiones de la comisión parlamentaria de estudio de los modelos de orden público en acontecimientos de masas, la popularmente conocida como la comisión sobre el uso de las balas de goma. El nombre popular no es casual, ya que la comisión se constituyó a comienzos de legislatura, a raíz de la polémica que se generó en torno al uso de balas de goma tras el caso de Ester Quintana. Este artículo pretende, tras realizar una síntesis de los motivos por los que desde las organizaciones de defensa de los derechos humanos solicitamos su inmediata prohibición, analizar el camino colectivo recorrido hasta llegar a la votación de mañana.
Las escopetas de balas de goma son una herramienta que han empleado numerosos cuerpos antidisturbios en manifestaciones y situaciones de masas. Sin embargo, desde hace años se han iniciado caminos de prohibición de estas armas en diferentes países, principalmente a raíz de la denuncia jurídica y social, por parte de la sociedad civil, de sus letales consecuencias. En Cataluña, los Mossos d'Esquadra emplean dos tipos de escopetas. Por un lado, la escopeta “SDA PRO FORCES” que dispara proyectiles de caucho redondos a una velocidad de 720 km/h generando una energía cinética de 830 jules. Es necesario tener en cuenta que la STOA (Science anb Technology Options Assessment), organización a la que el Parlamento Europeo encargó la elaboración de un informe para unificar las actuaciones policiales a nivel europeo, ha señalado que son armas letales aquellas que superan los 120 jules de energía cinética cuando son separadas, y que no se han de emplear armas letales contra manifestantes. Estas son las llamadas balas de goma, que en principio dejarán de usarse a partir del 30 de abril de 2014.