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Escenificación de rupturas

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Ahora mismo, tras el acuerdo que permitirá la investidura del presidente Mas, ya sabemos que se ha fijado una fecha para la celebración de la consulta soberanista. El horizonte del 2014 es tan cercano que los mismos que firman el acuerdo ya han pactado que, si es necesario, se puede prorrogar esta fecha. Muy bien. Pero el fondo de la cuestión, lo que muchos ciudadanos se preguntan, es por qué se da tanto margen estratégico a la clase política española y, sobre todo, los medios de comunicación dando por sentado que la consulta se hará igualmente. Aquí hay una contradicción de términos: un grupo de diputados catalanes elegidos según las leyes españolas proponen una actuación contraria a estas mismas leyes. Se puede entender si se parte de la base de que España nunca aceptará esta consulta soberanista. Y que éste es el único camino. Pero si esto es así, ya que quien lo llevará a cabo lo hará gracias a una representatividad legal española, qué impide forzar la ruptura de forma conjunta? Quiero decir que es muy diferente convocar un referéndum directamente, obviando la legalidad constitucional de España que no hacerlo igualmente después de pasar -y fracasar- legalmente por Madrid. De esta manera tienes la legitimidad de haber, cuando menos, intentado pactar el proceso y no te han dejado. Ibarretxe lo hizo así. Le tumbaron la propuesta y no pasó nada porque su partido y los vascos, mayoritariamente, no quisieron. En nuestro caso es diferente. Si el presidente Mas va a Madrid a pedir un cambio en la ley española de consultas que permita hacer un referéndum de autodeterminación en Cataluña y, presumiblemente, se lo tumban, se llena de razones para tomar el camino que crea conveniente, ya fuera de la ley española. Y a diferencia de los vascos, con una parte importantísima del electorado detrás. Ya lo hizo así con el pacto fiscal. ¿Por qué no repetir la acción con una cuestión inmensamente más importante? ¿O es que después de treinta y cinco años de Constitución Española, nos vendrá ahora el escrúpulo de ir a Madrid?

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Ahora mismo, tras el acuerdo que permitirá la investidura del presidente Mas, ya sabemos que se ha fijado una fecha para la celebración de la consulta soberanista. El horizonte del 2014 es tan cercano que los mismos que firman el acuerdo ya han pactado que, si es necesario, se puede prorrogar esta fecha. Muy bien. Pero el fondo de la cuestión, lo que muchos ciudadanos se preguntan, es por qué se da tanto margen estratégico a la clase política española y, sobre todo, los medios de comunicación dando por sentado que la consulta se hará igualmente. Aquí hay una contradicción de términos: un grupo de diputados catalanes elegidos según las leyes españolas proponen una actuación contraria a estas mismas leyes. Se puede entender si se parte de la base de que España nunca aceptará esta consulta soberanista. Y que éste es el único camino. Pero si esto es así, ya que quien lo llevará a cabo lo hará gracias a una representatividad legal española, qué impide forzar la ruptura de forma conjunta? Quiero decir que es muy diferente convocar un referéndum directamente, obviando la legalidad constitucional de España que no hacerlo igualmente después de pasar -y fracasar- legalmente por Madrid. De esta manera tienes la legitimidad de haber, cuando menos, intentado pactar el proceso y no te han dejado. Ibarretxe lo hizo así. Le tumbaron la propuesta y no pasó nada porque su partido y los vascos, mayoritariamente, no quisieron. En nuestro caso es diferente. Si el presidente Mas va a Madrid a pedir un cambio en la ley española de consultas que permita hacer un referéndum de autodeterminación en Cataluña y, presumiblemente, se lo tumban, se llena de razones para tomar el camino que crea conveniente, ya fuera de la ley española. Y a diferencia de los vascos, con una parte importantísima del electorado detrás. Ya lo hizo así con el pacto fiscal. ¿Por qué no repetir la acción con una cuestión inmensamente más importante? ¿O es que después de treinta y cinco años de Constitución Española, nos vendrá ahora el escrúpulo de ir a Madrid?