El 27 de septiembre haremos el plebiscito que nos impidieron hacer el 9 de noviembre. Ese es el porqué de estas elecciones y por eso hemos hecho una lista unitaria. Más aún: por eso nuestra lista se denomina «Juntos por el Sí». Porque para nosotros, y confiamos que para una mayoría de ciudadanos, en estas elecciones nos toca decidir si Catalunya es o no un sujeto político, si podemos decidir nuestro futuro.
Lo hemos intentado de otras maneras. Tratamos de hacer un referéndum acordado con el Estado y se opusieron. Tratamos de hacer un referéndum según la legislación catalana y lo impidieron. Acordamos que haríamos una consulta y tampoco nos la permitieron.
El proceso participativo que finalmente celebramos el 9N significó un éxito absoluto, con millones de votos en las urnas a pesar de las dificultades que imponía un Estado empeñado en coaccionar a la democracia. Podemos concluir que aquella jornada fue muy positiva, que representó una extraordinaria demostración de civismo, pero también debemos reconocer que fue negativa, porque el resultado fue la interposición de una querella.
Y es ahí donde estamos ahora, en este punto crucial al que nos ha abocado el Estado con sus reiteradas prohibiciones. Ahora haremos la consulta del único modo posible, del único modo que nos han permitido hacerla. No nos queda otra alternativa, y el debate sobre el procedimiento no tiene sentido alguno porque, simplemente, no nos han dejado ninguna otra opción.
Dicho esto, ¿qué votaremos el día 27? Votaremos aquello que queríamos votar. Votaremos para decidir si podemos decidir. Esa es la cuestión principal.
Solución a la crisis
Los 7 millones y medio de ciudadanos que vivimos en Catalunya necesitamos de manera urgente una solución eficaz contra la crisis, la mejor solución. Necesitamos las herramientas imprescindibles para hacer política. Ahora no disponemos de ellas. El Gobierno español, a partir de una sentencia que situó a un tribunal por encima de las urnas, se ha dedicado a apalearnos como país. Con leyes injustas y regresivas, con multas contra la libertad de expresión, con querellas indecentes y con amenazas cada vez más desproporcionadas.
Catalunya tiene un Estado que va en su contra. Un Estado que bloquea las medidas más urgentes contra la crisis, como el decreto de pobreza energética o los nuevos impuestos bancarios. Tenemos un Estado que provoca la división y que busca la confrontación en asuntos clave de la convivencia que estaban asegurados desde un amplio consenso, como por ejemplo la presencia del catalán en la escuela como lengua vehicular. No podemos sobrevivir como país con un Estado que impide la prosperidad económica, que nos ahoga y que nos aplasta con una marcha atrás continuada. No podemos ir más atrás. No nos lo podemos permitir.
Oportunidad de cambio
Nuestra propuesta es una magnífica oportunidad de cambio y no la podemos desaprovechar. Es la ocasión de iniciar un Estado para hacerlo mucho mejor. Ese es el reto. No vamos en contra de nadie. Es más: estamos convencidos de que la Catalunya independiente será el mejor aliado que tendrá España en el mundo. Es natural que así sea. Somos vecinos, somos amigos, somos familia. Pero necesitamos tratarnos con respeto, sin imposiciones, de tú a tú, de Estado a Estado.
Este cambio seguro que proponemos nace de una voluntad popular expresada reiteradamente, en las mayores manifestaciones de Europa en los últimos años. Somos un movimiento democrático muy amplio, que reúne a personas de procedencias muy diversas con un objetivo común: hallar la forma de vivir mejor, con una sociedad más justa y equilibrada.
Nuestra lista recoge esta aspiración compartida. Nosotros representamos esta suma de voluntades. Por eso nos hemos unido. Por eso vamos juntos. Es cierto que en nuestra lista figuran personas muy distintas: el cantautor Lluís Llach y el entrenador Pep Guardiola. El ex diputado socialista Germà Bel y un ex eurodiputado por Iniciativa como yo mismo. Es una lista de sumas. No somos la lista de este o de aquel, sino la lista de todos, la lista de todos los que votaron sí y ahora lo podrán hacer.
Juntos decidiremos
Juntos decidiremos cómo tiene que ser el futuro de Catalunya. Y con ello tendremos el mandato democrático que Europa nos pide, que nos permitirá negociar con los gobiernos de España y de Europa cómo tenemos que hacer esta transición segura hacia un Estado nuevo que sea mucho mejor.
Por ello estamos convencidos de que son unas elecciones excepcionales. Porque las hacemos para decidir el futuro de todos, para salvar la dignidad de un país al cual el Estado actual quiere apalear, de un país que no se ha encontrado con ninguna oferta seria al otro lado, más allá de los insultos, la humillación y la mofa. ¿O acaso no es una burla la inversión tan irrisoria que se ha previsto en los últimos presupuestos del Estado para Catalunya? No podemos continuar sometidos a este trato injusto y sólo nos queda una salida con garantías, una vía legal y democrática para cambiar.
En «Juntos por el Sí» tenemos una propuesta electoral muy clara que todo el mundo entiende. Muchos otros no pueden decir lo mismo. Nos proponen volver atrás o hacer lo mismo que hemos hecho durante décadas. Cuando quieres cambiar los resultados, tienes que cambiar el procedimiento. Y eso es lo que haremos si el 27 de septiembre tenemos la mayoría necesaria, la mayoría democrática para culminar el trabajo que hemos emprendido hace tiempo, para continuar el trabajo que hicimos con tanta ilusión y responsabilidad el 9 de noviembre.