Con el proceso “Un País en Comú” se ha puesto en marcha la articulación en Catalunya de un nuevo espacio político de izquierdas y catalanista. Un nuevo espacio que tiene ambición de gobierno y pretende dar voz a una gran mayoría social: la configurada por todas aquellas personas -trabajadores, autónomos, pensionistas, parados, jóvenes, mujeres, etc.- que durante los últimos años han visto empeorar sus condiciones de vida mientras unos pocos se seguían enriqueciendo. Una mayoría social que quiere una Catalunya diferente a la que tenemos ahora, que defiende un modelo de país alternativo al actual y que apuesta por una Catalunya social y ambientalmente justa, digna, fraterna, radicalmente democrática y diversa.
Con el emotivo y multitudinario acto celebrado el pasado domingo en las Cotxeres de Sants este nuevo espacio político ha comenzado a caminar y a articularse. Y lo hace, justamente, a partir de la construcción en común de este nuevo modelo de país. Enfocarlo de esta manera implica, como mínimo, tres consideraciones relevantes. Primero, se parte de la base de que el marco autonómico está agotado y hay que iniciar un nuevo camino para hacer un nuevo país. Segundo, se plantea superar el escenario actual de la política catalana, donde hace demasiado tiempo que todo gira en torno a un único tema. Por el contrario, se propone situar la discusión en el modelo de país que queremos para Catalunya. Este hecho es extremadamente significativo porque actualmente no hay ninguna otra formación política que esté planteando un nuevo modelo de país.
Al mismo tiempo, supone re-enmarcar el debate bajo unos nuevos parámetros, pasando de la dicotomía independentistas vs no independentistas a la disyuntiva entre un modelo de país que favorece a las élites vs un modelo de país donde la gente común está en el centro de la acción política. Y tercero, hay en este planteamiento una apuesta clara y decidida para construir este nuevo espacio en común y, por tanto, de manera participativa.
Así, es a través de un proceso participativo amplio y abierto que comienza a tomar forma el ideario de este nuevo espacio político y social. Este proceso participativo parte de un documento de base (ponencia cero) elaborado por el Grupo Impulsor del espacio con la colaboración de más de 375 personas provenientes del activismo político, el mundo académico y el activismo social. El documento se estructura en cinco ejes temáticos y un eje territorial. Los primeros se desglosan en seis subapartados cada uno (treinta ámbitos temáticos en total). El último contiene ocho subapartados, uno para cada uno de los ámbitos territoriales de Catalunya.
En cuanto a los cinco ejes temáticos, las grandes ideas de fondo son las siguientes: un nuevo modelo económico y ecológico basado en el bien común, un nuevo modelo de bienestar para una sociedad justa e igualitaria, un país fraterno y soberano en todos los ámbitos, una revolución democrática y feminista, y un país inclusivo donde todos tengan cabida.
Hasta el 5 de marzo la ponencia cero se someterá a un debate participativo, que será tanto presencial como digital. A nivel presencial habrá cinco grandes talleres en Tarragona, Girona, Lleida, Manresa y Hospitalet de Llobregat, donde se debatirán los ejes sectoriales; y otros setenta talleres más por todo el territorio, de punta a punta del país, para debatir cada uno de los ámbitos del eje territorial. En cuanto a la participación digital, se ha habilitado una plataforma online, totalmente abierta, que permite hacer dos cosas. Por un lado, permite debatir, a través de un Foro Abierto, tanto sobre la ponencia como sobre cualquier otra cuestión relacionada con los objetivos políticos del nuevo espacio político. Y por otra parte, la plataforma online permite hacer aportaciones concretas sobre el texto sometido a debate. Estas aportaciones pueden ser de dos tipos: aportaciones nuevas, que añaden nuevas ideas a la ponencia cero, o aportaciones de mejora, que modifican o plantean alternativas al texto presentado por el Grupo Impulsor.
Todas estas aportaciones recogidas a través del proceso participativo permitirán mejorar el documento inicial, pues la participación de verdad sirve, entre otras cosas, para hacer mejores diagnósticos, proponer soluciones más creativas y obtener mejores resultados. Todo ello culminará en una asamblea fundacional a principios del mes de abril en la que se someterá a votación tanto el nuevo documento de síntesis, con todas las modificaciones que se hayan podido integrar, como aquellas propuestas surgidas del proceso participativo que planteen modelos alternativos. El resultado final de la asamblea consolidará el ideario y los objetivos en común a partir de los cuales el nuevo espacio político continuará avanzando en su proceso de articulación
No hay duda de que este es un proceso ambicioso y pionero que, en términos de innovación democrática, está en las antípodas de las formas de actuar de los grandes partidos tradicionales. Nadie antes en Catalunya había planteado un proceso de estas características. Se trata, en definitiva, de hacer política desde abajo, lo que expresa una clara convicción hacia los valores democráticos y que, al mismo tiempo, responde a las características de una nueva sociedad que, desde la ocupación de las plazas del año 2011, reclama una democracia real.
A través de este proceso participativo, pues, se concreta una nueva manera de hacer política donde las personas y la comunidad se convierten en protagonistas y se sitúan en el centro de la acción política. Una nueva manera de hacer política en la que las organizaciones se relacionan con la ciudadanía de forma abierta, participativa y transparente.
Con el proceso “Un País en Comú” se ha puesto en marcha la articulación en Catalunya de un nuevo espacio político de izquierdas y catalanista. Un nuevo espacio que tiene ambición de gobierno y pretende dar voz a una gran mayoría social: la configurada por todas aquellas personas -trabajadores, autónomos, pensionistas, parados, jóvenes, mujeres, etc.- que durante los últimos años han visto empeorar sus condiciones de vida mientras unos pocos se seguían enriqueciendo. Una mayoría social que quiere una Catalunya diferente a la que tenemos ahora, que defiende un modelo de país alternativo al actual y que apuesta por una Catalunya social y ambientalmente justa, digna, fraterna, radicalmente democrática y diversa.
Con el emotivo y multitudinario acto celebrado el pasado domingo en las Cotxeres de Sants este nuevo espacio político ha comenzado a caminar y a articularse. Y lo hace, justamente, a partir de la construcción en común de este nuevo modelo de país. Enfocarlo de esta manera implica, como mínimo, tres consideraciones relevantes. Primero, se parte de la base de que el marco autonómico está agotado y hay que iniciar un nuevo camino para hacer un nuevo país. Segundo, se plantea superar el escenario actual de la política catalana, donde hace demasiado tiempo que todo gira en torno a un único tema. Por el contrario, se propone situar la discusión en el modelo de país que queremos para Catalunya. Este hecho es extremadamente significativo porque actualmente no hay ninguna otra formación política que esté planteando un nuevo modelo de país.