El sector bancario mantiene una costumbre pornográfica: publicar cada seis meses el balance de beneficios del semestre anterior. Puntualmente a finales de julio, el tercer banco del país en dimensión acaba de informar que ha obtenido un beneficio de 839 millones de euros (+31,6% más que durante el mismo período del año anterior) y el primero 3.616 millones (+24%). Dudo que ningún otro sector e económico legalizado acumule, semestre tras semestre, incrementos de beneficios de tal grosor.
El partenaire de la costumbre pornográfica son las secciones de Economía de los diarios “serios”. Reproducen tal como llegan las cifras oficiales facilitadas por los bancos, sin contrastarlas con ninguna otra lógica que no sea la de la cúpula del sector.
El balance semestral no informa nunca de las viviendas desahuciadas durante aquel período por lo bancos, la cantidad de sucursales que han suprimido o de empleados que han despedido. Eso forma parte de la lógica contable de los ciudadanos y, en teoría, de las administraciones públicas que les representan, no de la lógica bancaria de los beneficios.
En un informe del año en curso, el Tribunal de Cuentas reconoció que el rescate bancario en España ha costado al ciudadano 122.120 millones de euros entre 2009 y 2015. Otras fuentes oficiales, como el INEM, informan en paralelo que el paro se sitúa actualmente en el 17,22% de la población activa en España y el 13,2% en Catalunya, uno de los más elevados de la Unión Europea.
El ministerio de Empleo y Seguridad Social comunica, por su lado, que las pensiones de jubilación seguirán congeladas. El gobierno del PP las desvinculó a partir de 2013 del Índice de Precios al Consumo. El actual aumento anual del 0,25% no cubre la subida del coste de la vida.
El 70% de los jubilados en España cobran menos de mil euros mensuales --son inframileuristas—y el 51% menos del Salario Mínimo Interprofesional (707 euros). El incremento vigente del 0,25% significa una pérdida acumulada del 30% al 50% del poder adquisitivo de las pensiones durante los próximos quince años y equivale a una condena a la precariedad de la mayoría de jubilados que no llegan ni a mileuristas.
La práctica totalidad de esos parados y de esos pensionistas son clientes de los bancos, sin embargo su situación no aparece en los triunfales balances semestrales. También según un informe oficial del año en curso de la Autoridad Bancaria Europea (EBA), 126 directivos bancarios de España cobran por encima de un millón de euros anuales, un 50% más que cinco años atrás.
El sector bancario mantiene una costumbre pornográfica: publicar cada seis meses el balance de beneficios del semestre anterior. Puntualmente a finales de julio, el tercer banco del país en dimensión acaba de informar que ha obtenido un beneficio de 839 millones de euros (+31,6% más que durante el mismo período del año anterior) y el primero 3.616 millones (+24%). Dudo que ningún otro sector e económico legalizado acumule, semestre tras semestre, incrementos de beneficios de tal grosor.
El partenaire de la costumbre pornográfica son las secciones de Economía de los diarios “serios”. Reproducen tal como llegan las cifras oficiales facilitadas por los bancos, sin contrastarlas con ninguna otra lógica que no sea la de la cúpula del sector.