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Una Renta Básica para garantizar la existencia material de la población

Daniel Raventós (profesor titular de la Facultad de Economía y Empresa de la UB y presidente de la Xarxa Renda Bàsica) y Sergi Raventós (trabajador social y doctorando en Sociología. Vocal de la Junta de la Xarxa Renda Bàsica)

Este mes de mayo la UE ha registrado la cifra más alta de desempleo desde 1995. Más de 25 millones de parados, lo que supone una tasa del 12,2%. Y en cuanto al paro juvenil, son ya más de 5,6 millones de parados menores de 25 años. Son por lo tanto frecuentes estos días algunas declaraciones institucionales pidiendo que se necesitan soluciones para el paro juvenil y que se deben aplicar medidas. Normalmente son medidas que rememoran el trabajo esclavo, como las que recomendó al actual gobernador del Banco de España hace pocos días.

Lo que sí sería una medida efectiva y contundente contra la pobreza y en favor de la existencia material de la población es la iniciativa ciudadana europea para conseguir una renta básica garantizada para toda la población, sin condiciones ni test de ingresos. La propuesta de la renta básica (RB) no ha tenido ningún tipo de publicidad en los principales medios de comunicación.

Distintas organizaciones de diversos estados como Alemania, Francia, Austria, Gran Bretaña, Holanda, Bélgica, Italia y el Reino de España iniciaron esta iniciativa ciudadana europea que espera obtener un millón de firmas para que se haga un estudio de viabilidad al respecto por parte de la Comisión Europea.

La RB universal es una propuesta que ya tiene unos años de recorrido en todo el mundo. De hecho, hace años que existe una red mundial, la Basic Income Earth Network, que inició su actividad en 1986 y de la que hay 20 secciones en todo el mundo. En el Reino de España actúa desde el año 2001 bajo el nombre de Red Renta Básica.

La RB, tal como la define nuestra asociación, es un ingreso pagado por el Estado, como derecho de ciudadanía, a cada miembro de pleno derecho o residente de la sociedad, incluso si no quiere trabajar de forma remunerada, sin tomar en consideración si es rico o pobre o, dicho de otra forma, independientemente de cuáles puedan ser las otras posibles fuentes de ingresos que pueda tener, y sin importar con quien conviva.

Suele sorprender bastante su carácter universal e incondicional, lo que no significa que, a pesar de que la perciba todo el mundo, salgan todos ganando con ella. En todas las propuestas serias de financiación que pretenden redistribuir la riqueza y acabar con la pobreza, los ricos salen perdiendo. En una propuesta de financiación -por simulación econométrica- que se hizo en 2005 para Cataluña, donde se proponía una cantidad de 5.414 euros anuales para mayores de 18 años y de 2.707 para los menores, más del 60% de la población con menos renta salía ganando con la RB, y el 15% más rico salía perdiendo. El resto se quedaba igual. Actualmente se está realizando un estudio, que pronto se hará público, que actualiza la propuesta con datos ajustados a la crisis.

La RB universal también quiere superar todos los subsidios condicionados que existen. Esto, aparte de eliminar un montón de costes administrativos, de control y de tiempo, también podría suponer una racionalización y ordenación de las diversas prestaciones, pensiones y rentas que actualmente funcionan (con cuantías por debajo del umbral de la pobreza) y que son un verdadero laberinto burocrático. Además, a menudo estas prestaciones son incompatibles con otras fuentes de ingresos provenientes del trabajo asalariado. Por esto la RB superaría las conocidas “trampas de la pobreza y del paro”, que dan por sentado que al no ser acumulativas las fuentes de renta, las personas no tienen mucho estímulo para acceder a un trabajo si esto representa la pérdida de la prestación.

La RB, al ser para toda la población, también evita la estigmatización de los perceptores de prestaciones.

Una RB en estos momentos sería una solución a la pobreza, pero siendo fundamental e imprescindible este objetivo y más aún hoy en medio de la crisis, también es una propuesta que quiere dotar de las condiciones materiales de existencia a toda la población. Condición a su vez que puede hacer posible la libertad real de toda la ciudadanía y residentes. Es esta característica radical de la RB la que está haciendo que esta propuesta acapare cada vez más la atención de movimientos sociales, algunos partidos políticos y de la ciudadanía en general.

Este mes de mayo la UE ha registrado la cifra más alta de desempleo desde 1995. Más de 25 millones de parados, lo que supone una tasa del 12,2%. Y en cuanto al paro juvenil, son ya más de 5,6 millones de parados menores de 25 años. Son por lo tanto frecuentes estos días algunas declaraciones institucionales pidiendo que se necesitan soluciones para el paro juvenil y que se deben aplicar medidas. Normalmente son medidas que rememoran el trabajo esclavo, como las que recomendó al actual gobernador del Banco de España hace pocos días.

Lo que sí sería una medida efectiva y contundente contra la pobreza y en favor de la existencia material de la población es la iniciativa ciudadana europea para conseguir una renta básica garantizada para toda la población, sin condiciones ni test de ingresos. La propuesta de la renta básica (RB) no ha tenido ningún tipo de publicidad en los principales medios de comunicación.