La Plataforma de Afectados por la Hipoteca de Barcelona ha conseguido que la mayoría de partidos del Parlament de Catalunya -excepto el PP y a la espera del Govern de CiU- suscriba exigir a las entidades financieras rescatadas que pongan a disposición de la Administración los pisos vacíos que acumulan. “Como contrapartida del dinero público obtenido” y con el objetivo de conseguir un parque de alquiler social, según consta en el manifiesto que han presentado este martes.
Los únicos que se han negado a firmar el documento ha sido el Partido Popular. Hay que decir, sin embargo, que a CiU no se le ha contactado, porque la PAH se ha dirigido directamente al Govern de la Generalitat, de quien espera aún una respuesta, y al Ayuntamiento de Barcelona, que se ha comprometido a interceder en el caso por el que protestan.
El documento tiene su origen en el caso de María y Jorge, una pareja de septuagenarios que está a punto de perder la casa por haber avalado una deuda de su hija con CatalunyaCaixa tras perder su casa, un total de 60.000 euros -ascienden ahora 90.000 euros- a los que ni la hija ni los padres pueden hacer frente. Con el objetivo de solucionar el caso de esta pareja la PAH elaboró el manifiesto que se ha presentado este martes, y que en su primer punto pide conceder a la pareja “la dación total y un alquiler vitalicio de entre 50 y 100 euros mensuales”. Por su parte, según ha avanzado la plataforma, el Ayuntamiento de Barcelona les ha comunicado su apoyo a la pareja y calcula que el alquiler social no debería superar los 80 euros. El Área de Hábitat Urbano del consistorio está negociando paralelamente con CatalunyaCaixa para solucionar el caso.
Exigencia de un mayor compromiso de los partidos
Carlos Macías, de la PAH de Barcelona, ha reivindicado que los partidos actúen más allá del apoyo que han mostrado con motivo de este caso puntual. “Si los grupos parlamentarios y municipales estuvieran aplicando las medidas que proponemos desde la PAH no sería necesario que estuviéramos aquí hoy”, ha declarado ante la oficina de Catalunya Caixa del Paseo de Gracia.
En los próximos meses los grupos parlamentarios tendrán ocasión de posicionarse con un compromiso efectivo. La Mesa del Parlamento ha admitido a trámite este mes la ILP impulsada por la PAH y la Alianza contra la Pobreza Energética para crear una ley catalana que garantice el derecho a la vivienda y los suministros básicos. En las próximas semanas comenzará la recogida de firmas y una vez conseguidas las firmas necesarias el Parlament deberá debatir y votar las propuestas.
En relación al caso de María y Jorge, Macías asegura que “Catalunya Caixa se ha quedado sola”. “Si el Ayuntamiento, el Parlament y la ciudadanía organizada ya han exigido soluciones no sé a qué más esperan”. Asegura que la pareja ha visto su salud muy afectada por esta situación por lo que “no podemos esperar y queremos una respuesta hoy”, concluye.
Una deuda impagable
La vida de María y Jorge se vislumbraba complicada cuando la pareja tuvo que avalar un préstamo de 60.000 euros que su hija se vio obligada a pedir después de perder el piso por no poder pagar la hipoteca y, encima, quedarle esta deuda. Pero lo que no se esperaba de ninguna manera la pareja es que el banco llegaría a reclamar su propia casa, después de que la hija no pudiera pagar la deuda -que ahora asciende a 90.000 euros- y CatalunyaCaixa reclame ahora a María y Jorge su aval, al que tampoco pueden hacer frente, dado que ingresan mensualmente 733 euros de pensión.
Durante la última semana de negociación con la PAH, el banco les ha ofrecido la posibilidad de quedarse en su casa como inquilinos con un alquiler de 275 euros al mes, pero tampoco así podría sobrevivir la pareja, según constata la PAH. A los escasos ingresos de María y Jorge hay que añadir elevados gastos en medicamentos dado su delicado estado de salud. María se encuentra en tratamiento psicológico por una depresión vinculada a la angustia y su marido ha perdido la visión de un ojo por una subida de azúcar causada por el estrés, explica.
María agradece el apoyo recibido por la PAH y asegura que “si no fuera por ellos no estaría aquí”. Sin embargo, esta señora de 73 años no recupera del todo los ánimos. “Estoy un poco bien, pero estoy mal, porque estoy en tratamiento psicológico y mi marido está mal de salud”, lamenta. “La esperanza no la pierdes, pero llega un momento que te desesperas, y suerte tengo de la PAH y del Punt de Trobada d'Afectats per la Crisi (PTAC) de Sant Andreu, que siempre me han ayudado y me llevaron a la Plataforma”, concluye.