El Parlament aprueba llevar a los tribunales el espionaje de Pegasus con el voto a favor de PSC y 'comuns'

Arturo Puente

27 de abril de 2022 10:10 h

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El Parlament de Catalunya llevará a los tribunales los supuestos casos de espionaje que se realizaron a través del programa Pegasus. Así lo ha aprobado el pleno este miércoles, con una mayoría abrumadora que ha puesto de acuerdo a todos los independentistas, al PSC y los 'comuns' en favor de trasladar los casos a la Justicia. Los únicos grupos que han votado en contra han sido Vox, Cs, PP, que han restado credibilidad a las informaciones publicadas sobre el caso e incluso han justificado las escuchas por la necesidad de combatir la secesión.

La denuncia del Parlament no es la primera actuación judicial anunciada sobre el caso después del reportaje publicado en The New Yorker la semana pasada, pues el Govern ya anunció este mismo martes que había puesto a trabajar a su Gabinete Jurídico. Además, por las denuncias previas interpuestas por Roger Torrent y Ernest Maragall, una investigación sobre Pegasus ya está en marcha desde hace más de un año en el juzgado de instrucción número 32 de Barcelona.

En el pleno de este miércoles tanto el PSC como los 'comuns', partidos socios en el Gobierno central, han apoyado las actuaciones judiciales. Los socialistas han recordado que siempre votan a favor de que se aclaren casos de espionaje político, y el diputado Ferran Pedret ha puesto ejemplos recientes, como la documentación incautada a los Mossos y que iba a ser destruída en una incineradora, caso que acabó siendo archivado en sede judicial. Como ocurrió entonces, ha indicado Pedret, el PSC también apoya ahora las actuaciones para esclarecer lo ocurrido. Por parte de Catalunya en Comú, Jéssica Albiach ha asegurado que el caso de Pegasus se trata de una parte del “Estado profundo que se ha emancipado del control político”.

La primera sesión. parlamentaria después de que saliera a la luz el escándalo por los espionajes a una sesentena de independentistas con el 'software' Pegasus ha sido accidentada. La presidenta del Parlament, Laura Borràs, ha expulsado casi al inicio de la sesión al diputado de Cs Matías Alonso, tras protestar a gritos desde su escaño por la lectura por parte de la presidenta de un acuerdo contra el espionaje que había sido aprobado por la Junta de Portavoces, aunque no por unanimidad.

Borràs ha leído una declaración en la que se denunciaba el uso “indiscriminado y continuado” del programa espía contra independentistas, calificándolo de vulneración de derechos humanos. El Parlament exigía además al Gobierno central que investigue y asuma responsabilidades a todos los niveles. Al finalizar esta lectura, el portavoz de Cs, Nacho Martín Blanco, ha pedido la palabra para reclamar “imparcialidad” a la presidenta de la Cámara porque, según ha afirmado, el reglamento no permite que la presidenta pueda leer una declaración aprobada por la Junta de Portavoces si no es una declaración institucional, que se aprueban por unanimidad.

Borràs ha contestado que el reglamento sí que contempla la posibilidad de leer en el pleno declaraciones de este tipo, ha asegurado que así se ha hecho durante la legislatura, ante la protesta cada vez más encendida de la bancada de Ciudadanos. Borràs ha retirado la palabra al portavoz y ha pasado al siguiente punto del orden del día, pero los diputados de Cs han comenzado a interpelarla a gritos desde sus escaños.

Ha sido entonces cuando la presidenta de la Cámara ha comenzado a hacer advertencias y a reclamar silencio, pero Matías Alonso ha seguido gritando desde su escaño. “Señor Alonso, le pido silencio o lo llamo al orden. Es una declaración de la Junta de Portavoces y por el artículo 169.2 puedo leerlo y así lo he hecho. Si continúa estorbando el orden de la Cámara lo tendré que expulsar”, le ha requerido Borràs. Alonso sin embargo ha continuado desde el escaño profiriendo protestas en voz alta y, tras tres llamadas al orden por parte de Borràs, lo ha expulsado. En su turno de palabra, el presidente del grupo, Carlos Carrizosa, ha asegurado que era “una vergüenza de Parlament”.