La Mesa del Parlament ha desoído a las víctimas de abusos en la Iglesia y ha acordado por unanimidad mantener la Medalla de Oro a la Abadía de Montserrat. Así lo han explicado fuentes parlamentarias, que han asegurado que el presidente del Parlament, Josep Rull, ha dicho que la Mesa se ha reafirmado en la Medalla porque, pese a que los abusos son un episodio “gravísimo”, Montserrat es una “institución milenaria”, y también una de las pocas que compareció ante la comisión parlamentaria de abusos en la Iglesia.
En una rueda de prensa en el Parlament, las víctimas han acusado a la Cámara de realizar un acto de “violencia institucional” y “retraumatizar” a las víctimas con la concesión del reconocimiento. Los impulsores de la carta han advertido de que si no se reconsidera la decisión protestarán con una cacerolada a las puertas del Parlament el 10 de septiembre, día de entrega de las medallas.
Por su parte, fuentes de la Mesa, formada por representantes de Junts, PSC y ERC, han garantizado el pleno “apoyo y empatía” a las víctimas y han mostrado “la condena y reprobación” a los abusos.
Las mismas fuentes han destacado que el Parlament es “una de las pocas cámaras” que ha realizado una comisión de investigación sobre los abusos de la Iglesia. También remarcan que durante la pasada legislatura se impulsó una proposición de ley para la imprescriptibilidad de estos delitos (aunque es una medida cuestionada por varios expertos al carecer de efectividad para investigar los delitos pasados).
La Medalla de Honor del Parlament es la máxima distinción que concede el Parlamento y lo hace a personas e instituciones que son una referencia para el país o han sobresalido en su labor. Se entrega desde el año 2000 y se ha condecorado a personas como el músico Jordi Savall, la cocinera Carme Ruscalleda o el entrenador de fútbol Pep Guardiola. También las entidades Cáritas Catalunya, la asociación de maestros Rosa Sensat o Òmnium Cultural, entre otros.