Armados con sobres y confeti, y al grito de “dimisión”, más de mil personas se han congregado a las puertas de la sede del PP en Catalunya, en la calle Urgell, para expresar su hartazgo ante los casos de corrupción que salpican al Gobierno. Los manifestantes han salido en comitiva a las 18.30 h desde Plaça de Catalunya, donde un centenar de personas han pasado la noche acampando como ya sucediera durante el 15-M, y han recorrido las calles céntricas de Barcelona hasta llegar ante las oficinas de los populares, blindadas por los Mossos d'Esquadra, donde ya esperaban cientos de personas. Allí, durante más de una hora, los concentrados han gritado sobre todo contra el presidente Rajoy -“este presidente, es un delincuente”, ha sido uno de los lemas más repetidos-, pero sin olvidarse de los casos de corrupción que afectan a la política catalana.
“Estamos hasta el gorro de que los políticos recorten y luego nos roben”, se quejaba Rosa Fecerías, insumisa del euro por receta, a su paso por Gran Via. “¡Y el primero en empezar los hachazos fue Mas!”, remarca Fecerías, indignada con la Generalitat, entre otros motivos, porque ha cerrado el servicio de urgencias nocturnas del centro de atención primaria de su barrio, la Guineueta. Tampoco Quim Rodríguez, estudiante de Sociología en la UB, entiende que le pidan austeridad con “el saqueo de las arcas públicas” que considera que vive en España y Cataluña. “CiU nos ha subido las matrículas como en ningún otro lugar del Estado, y resulta que cada día aparecen involucrados en un caso distinto de corrupción”, opina Rodríguez.
La concentración ha dado continuidad a la manifestación que ya ayer llevó a unas 600 personas a protestar ante el Palau de la Generalitat, en la céntrica plaza Sant Jaume, donde se acordó en asamblea volver a acampar en plaça de Catalunya, espacio emblemático del 15-M.
Los indignados vuelven con la vista puesta en la corrupción
Tras resistir a una noche de fuertes vientos, el centenar de personas que han plantado sus tiendas en Plaça de Catalunya han celebrado una asamblea para decidir las futuras acciones que van a llevar a cabo. De momento, los distintos grupos de trabajo no han acordado cuales serán estas acciones, pero sí que se centrarán en la denuncia de la corrupción. En la agenda solo figura una concentración con posterior acampada el lunes en plaza Sant Jaume, para así poder manifestarse a la mañana siguiente ante el Palau de la Generalitat, donde cada martes se celebra el Consejo Ejecutivo de la Generalitat. Por lo que respecta a las acampadas, aún no está claro si seguirán con ellas o no, o si lo harán de manera esporádica e incluso itinerante.