Oriol Pujol ingresa en la cárcel para cumplir condena por el caso ITV
Oriol Pujol Ferrusola ya está en la cárcel. El hijo del expresident ha empezado a cumplir la condena de dos años y medio de cárcel por el caso ITV tras no recurrir la orden de ingreso en prisión dictada la semana pasada por la Audiencia de Barcelona. Según fuentes de los servicios penitenciarios, Pujol ha ingresado este jueves a las 16:00h. en la prisión de Brians 2 de Sant Esteve Sesrovires (Barcelona).
La entrada en prisión del quinto hijo del expresident por haber cobrado comisiones ilegales –tal y como el propio Pujol Ferrusola admitió en su pacto con Anticorrupción– es un nuevo capítulo del ocaso imparable de la familia que controló la Generalitat durante 23 años. Jordi Pujol padre, Marta Ferrusola y sus siete hijos siguen imputados en la Audiencia Nacional por la fortuna oculta en Andorra, en un caso que sigue en instrucción tras más de cuatro años y por el que Jordi Pujol junior estuvo siete meses en prisión provisional.
Oriol Pujol ha sido conducido al módulo de ingresos, donde los funcionarios de vigilancia penitenciaria le fotografiarán, registrarán y tomarán las huellas. También le retirarán las pertenencias que está prohibido tener a prisión, como el teléfono móvil o dinero, que se guardan en un depósito. Según las últimas estadísticas, en Brians 2 están encerrados 1.430 penados.
Asimismo, ya en una celda del módulo de ingresos Pujol Ferrusola será visitado por un médico y distintos profesionales del equipo de tratamiento de la cárcel para conocer su situación, establecer sus necesidades y decidir un módulo adecuado. En la elección de módulo, que se completa en dos días, se valora que es el primer ingreso carcelario de Oriol Pujol.
El tercer grado
En un máximo de dos meses, la dirección de la cárcel clasificará a Pujol como preso de primer, segundo o tercer grado y la junta de tratamiento de Brians 2 elevará la propuesta a la dirección general de servicios penitenciarios, que tomará una decisión definitiva. Contra su decisión, el interno puede recurrir ante el juez de Vigilancia Penitenciaria. Oriol Pujol podría obtener en este plazo el tercer grado, que supone la semilibertad y acudir solo a dormir a la prisión.
En el supuesto de clasificación inicial en tercer grado, influye de manera especial la satisfacción de responsabilidad civil –Pujol ya la ha pagado, así como la multa de 76.000 euros a la que fue condenado–, como en todos los casos relacionados con delitos de corrupción. Si es clasificado en segundo grado, Pujol podría obtener permisos a partir de los siete meses en prisión –un cuarto de cumplimiento de la condena– aunque no se trata de un automatismo, sino que está relacionado con la evolución del tratamiento preso, su conducta en prisión o si tiene apoyo familiar, trabajo y domicilio.
Pujol reconoció las comisiones
Tras el pacto con Anticorrupción, el único hijo del expresident que se dedicó a la política aceptó la sentencia que lo condenó a dos años y medio de cárcel por los delitos de falsedad documental, cohecho y tráfico de influencias, así como una multa de 76.000 euros.
Con su acuerdo, Pujol Ferrusola logró evitar el ingreso en prisión de su mujer, Anna Vidal, también condenada a penas menores por enmascarar como trabajos de asesoría pagos de 381.450,4 euros que no eran otra cosa que comisiones de empresarios afines por, concluyó la sentencia, la “inestimable colaboración prestada por Oriol Pujol Ferrusola” para favorecer sus negocios en las Inspecciones Técnicas de Vehículos (ITV) catalanas y las deslocalizaciones de empresas como Sharp o Yamaha.
“Los hechos son muy graves –sostuvo el auto de la magistrada–presidenta del jurado, Carmen Zabalegui, que ordenó su ingreso en prisión– porque el penado, en vez de prestar el servicio a la sociedad inherente a sus cargos políticos, se aprovechó de los mismos en su propio beneficio”. “No se trató de una acción aislada”, añadió la magistrada, “sino que era una manera de actuar desde su privilegiada posición política y actividad pública que se prolongó entre 2010 y 2012 y solo terminó cuando la estratagema fue descubierta”.
La magistrada definió los sobornos y corruptelas de Pujol Ferrusola como “un ataque muy importante a nuestro Estado de Derecho”, y, tras ponderar las circunstancias personales esgrimidas por la defensa del hijo del expresident para suspender el ingreso en prisión, concluyó que primaba la gravedad de los delitos a los que ha sido condenado. “No existe ningún elemento extraordinario que aconseje la suspensión de la pena”, zanjó.