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Carrizosa acepta como jefe de la oposición en el Parlament tener dos asesores que Arrimadas calificó de “gasto extra”

Inés Arrimadas y Carlos Carrizosa en un pleno del Parlament.

Arturo Puente

Carlos Carrizosa ya es, de forma oficial, jefe de la oposición del Parlament. El presidente de la Cámara, Roger Torrent, lo nombró esta semana tal y como dispone la ley, al ser Carrizosa el presidente del grupo parlamentario más numeroso fuera del Govern. Como ya viene siendo costumbre en anteriores legislaturas, el diputado de Ciudadanos registró un escrito en el que renunciaba a varias de las prerrogativas del jefe de la oposición, pero no a los dos asesores de los que el diputado sí desea disponer.

Según lo dispuesto por la ley, a todo jefe de la oposición en Catalunya le corresponde una retribución extra, determinada por el propio Parlament, un trato protocolario diferenciado, y, sobre todo, el derecho a tener una oficina con dos personas de confianza contratadas como personal eventual, una con el cargo jefa de la Oficina y otra como su asesora. El gasto en este personal asesor asciende a unos 75.000 euros anuales en total, según las tablas retributivas del Parlament.

Una vez nombrado, Carrizosa rechazó el complemento salarial y también el título de “honorable señor”. Sin embargo, el líder de Ciudadanos no dijo lo mismo sobre los dos trabajadores eventuales, que el presidente del Parlament debe nombrar una vez el diputado los elija. Será, por tanto, la primera vez que un jefe de la oposición de Ciudadanos cree y utilice esta Oficina dotada de personal, que en otros tiempos el partido criticó con dureza y abogó por suprimir.

“Si algún día a Ciudadanos le toca ocupar [el cargo de jefe de la oposición] no pediremos ni reclamaremos serlo”, prometió Albert Rivera en el debate de política general de 2013. Durante aquella etapa, el líder de Ciudadanos era muy crítico con la figura legal del jefe de la oposición, que entonces ocupaba Oriol Junqueras (al mismo tiempo que apoyaba al gobierno de CiU), hasta el punto que reclamaba suprimirla. “Digo la palabra supresión, ¿eh?, no maquillaje, ni cambios, no. Supresión”, reiteraba Rivera.

Dos años más tarde, sin embargo, Inés Arrimadas sí aceptó el nombramiento. El partido lo justificó entonces indicando que “después de 35 años sin oposición” ellos la ejercerían “de verdad”. Arrimadas anunció además que no tomaría ninguna de las prerrogativas que la ley le brindaba, por considerarlas un “gasto extra” para los contribuyentes catalanes. En aquel momento, ella misma calculó que el coste total de las atribuciones del jefe de la oposición podían ascender a 150.000 euros anuales. En 2017, cuando revalidó el cargo, Arrimadas volvió a renunciar a todos los beneficios del cargo, pero no al puesto en sí.

Una figura creada por Maragall para Artur Mas

El cargo de jefe de la oposición es una rareza en el sistema político español, y solo está reconocido en la Generalitat de Catalunya. Fue creado por Pasqual Maragall en el año 2004, después de haberlo propuesto durante la campaña electoral. El primer president tras el pujolismo reconocía así a Artur Mas, con quien siempre mantuvo una relación complicada. Maragall dotó a la figura sobre todo de relevancia institucional y protocolaria, aunque también le confirió una dotación en personal y en retribuciones. Ninguno de los ocupantes ha cobrado nunca el complemento del que disponen.

Más allá del rechazo dinerario, durante los primeros años la figura apenas generó controversia. Pero las cosas cambiaron en 2013, cuando Oriol Junqueras se convirtió en jefe de la oposición. Aunque el líder de ERC también renunció a la retribución especial, a él se le reprochaba que aceptase el cargo habiendo investido a Artur Mas y siendo, en la práctica, un aliado externo del Govern de CiU. En octubre de ese año, Ciudadanos e ICV-EUiA llevaron al pleno dos propuestas, la primera para suprimir el cargo y la segunda para impedir que lo ocupase quien tuviera pactos con el Ejecutivo.

Junqueras solo dejó el cargo de jefe de la oposición una vez se convirtió en vicepresident, momento en el que Arrimadas le tomó el relevo. Con Carrizosa serán seis los diputados catalanes que han sido reconocidos como jefes de la oposición. De estos, todos ellos han renunciado a la retribución extra pero solo Arrimadas lo ha hecho también a los asesores que lleva aparejados. Una costumbre de Ciudadanos que ahora Carrizosa no tiene intención de mantener.

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